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A la espera de que Djaló y Gorosabel se suelten

Los dos fichajes de verano del Athletic no han mostrado todavía su mejor versión. Borio necesita arriesgar más en ataque, y Martón más minutos para testarle.

A la espera de que Djaló y Gorosabel se suelten

Cumplido un tercio del curso, con 13 partidos consumidos en Laliga (sexto puesto) y cuatro de Europa League (tres victorias y un empate en Roma, en el top 8 de la zona noble) se pueden deslizar las primeras notas, especialmente enfocadas en los nuevos. Los dos fichajes de verano, Álvaro Djaló desde el Sporting de Braga mediante el canjeo de 15 millones más cinco en variables, y Andoni Gorosabel, gratis desde el Deportivo Alavés tras una vida dedicada a la Real. Además, debutaban otros dos, Adama Boiro, apuesta estratégica captado el pasado mes de enero con el Bilbao Athletic como puente abonando 2 millones a Osasuna, y la repesca de la cesión en el CD Mirandés del delantero centro Javi Martón.

El denominador común dicta que ninguno de los cuatro ha explotado de momento, aunque con matices por las distintas circunstancias. En el caso de Djaló, con 9 partidos de Liga, un gol, y tres de la Europa League, se esperaba mayor rendimiento diferencial por lo que apuntó en Portugal y en la Champions. Un futbolista del perfil intenso de los Williams y Berenguer, del que se espera mucho en Bilbao. Ha apuntado maneras como en el partido ante el Real Betis, pero necesita más tiempo de rodaje, mayor acoplamiento a los mecanismos del Athletic, y ,sobre todo, acostumbrarse al mayor ritmo impuesto en la Liga española respecto a Portugal. Sus compañeros coinciden a la hora de acentuar el “enorme potencial” que atesora el extremo criado en Otxarkoaga. Su demarcación con mayor acierto se focaliza por el flanco izquierdo del ataque. La presión externa por el alto coste de la operación tampoco ayuda.

Andoni Gorosabel no ha terminado tampoco de soltarse como sustituto natural de Óscar de Marcos. Atado para servir de engranaje previo al desembarco de Hugo Rincón, cedido en el Mirandés, destinado al lateral derecho a medio plazo. De momento está contenido en San Mamés tras su excelente campaña en el Alavés, lo que animó al organigrama técnico a dar el paso para su fichaje a coste cero. El lateral de Arrasate encadena cinco comparecencias en Liga y tres en Europa, por delante de Lekue en las rotaciones ante un De Marcos que no baja el pistón. Da la sensación de que necesita un partido descollando para corroborar sus aptitudes.

En el caso de Adama Boiro, que ha dado algo de oxígeno a Yuri Berchiche en el carril del tres, ha jugado cinco envites de Liga, sin estrenarse en Europa League. En su estreno en la élite se le ha visto conservador en ataque, focalizado en tapar huecos y no errar, sin atreverse a arriesgar. Le resta corroborar el potencial físico que atesora, por el que el Athletic apostó por pagar a Osasuna, además de su juventud, y orillar otras opciones como la del canterano Imanol García de Albéniz. Martón, por su parte, asumiendo el rol dejado por Villalibre, ha intervenido en minutos salteados de tres envites, el último en Pucela formando doble ariete con Gorka Guruzeta. No es tiempo suficiente para calificarlo, pero su perfil es muy útil en determinados contextos.

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