A Dmitrovic le avala su media
El guardameta serbio apenas recibió 0,64 goles en los 25 partidos que jugó con el Sevilla la pasada campaña. Ahora tendrá que llenar el vacío que deja Yassine Bono.
Marko Dmitrovic será, de momento y hasta la llegada (inminente) de un nuevo portero, el encargado de llenar el tremendo vacío que deja Yassine Bono en la meta del Sevilla. En realidad, el guardameta serbio tuvo muchas ocasiones de mostrar su valía la campaña pasada, sobre todo desde el aterrizaje de José Luis Mendilibar al banquillo, pues el vasco le otorgó la titularidad liguera. Y los números de Dmitrovic no fueron nada malos: durante la 22-23, en 25 partidos (15 de Liga, 5 de Copa, 3 de Europa League y 2 de Champions), apenas recibió 16 goles.
La media, de 0,64 encajados por encuentro, es menor por ejemplo a los 0,77 con la que precisamente Bono había logrado una campaña anterior el primer trofeo Zamora en la historia del Sevilla. Un dato que avala al balcánico tanto como la cantidad de veces que logró dejar su portería a cero: nada menos que en 14 de esos partidos que jugó Dmitrovic, el 56% de ellos, quedó inmaculada la meta nervionense.
Dmitrovic cuenta con la total confianza de Mendilibar, que le tuvo durante cuatro campañas seguidas en el Eibar como indiscutible titular. Cree en su experiencia (31 años) y en la capacidad para entender su especial forma de juego, además de de en su liderazgo sobre la defensa. Es evidente que, sin tener las cualidades de Bono, se trata de uno de los porteros con mejor cartel del fútbol español durante las últimas temporadas.
Dmitrovic espera pronto, seguramente para este fin de semana, la llegada de otro cancerbero que no será ni Livakovic ni Cakir, demasiado caros ambos. El Sevilla en principio ha intentado fichar a alguien joven que crezca bajo las alas del serbio y que pueda competir desde ya con él, pero con la necesidad de demostrar cosas. Si no cuaja ninguna de las apuestas más desconocidas, irá por algún valor seguro del fútbol español que pueda salir por no demasiado dinero.