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A Dembélé le falta el gol

El francés, sobresaliente en asistencias, sólo ha marcado cuatro en los últimos 40 partidos. Con Valverde marcó 14 en la temporada 2018-19; y con Koeman, 11 en el curso 2020-21.

Dembélé saluda a Xavi en un partido del Barça esta temporada.
Rodolfo MolinaDiarioAS

Ousmane Dembélé (15-5-1997) se convirtió la temporada pasada en el mejor asistente de LaLiga (13 pases de gol) en un rush final espectacular que ha prolongado en este inicio de curso, con otras cuatro en ocho partidos. Sin embargo, esa explosión del extremo francés no ha tenido continuidad en el gol. Dembélé sólo ha marcado cuatro en los últimos 40 partidos. Una cifra muy pobre, sobre todo si se advierte que el francés demostró pegada incluso en peores momentos de su carrera.

Aunque para algunos ya está en el olvido, Dembélé fue capaz de marcar 14 goles en la temporada 2018-19, con Valverde al mando. Su lesión en el último tramo de temporada, recaída incluida antes del 4-0 de Liverpool, arruinó la temporada. Aquella acción de la ida, en la que Messi, que había hecho un hat-trick, le regaló medio gol que hubiese sido el 4-0 y que el francés desperdició lamentablemente, le perseguirá siempre. Con Koeman también consiguió una cifra notable: 11 en la temporada 2020-21. El holandés sorprendió colocándole como delantero de referencia en algunos partidos ante la falta de gol y de delanteros y Ousmane le respondió, especialmente en un doble enfrentamiento con el Sevilla clave en el devenir de aquella temporada. Recientemente, Dembélé aseguró que el holandés fue de importancia para enderezar su carrera.

Es una buena noticia para Dembélé que se le empiece a exigir la excelencia. Durante mucho tiempo, hay quien se daba por satisfecho por ver al futbolista sano, lejos de la enfermería y de las lesiones que tanto le torturaron. Pero Dembélé ya no se lesiona. Lleva casi un año sin estar de baja. Empieza a conocer su cuerpo y si nota alguna señal, como esta semana con Francia, para. Es un jugador que ha ganado en confianza, seguridad y, especialmente, en lectura del juego. Sigue teniendo algún ramalazo imprevisible, y eso incluye tomar decisiones equivocadas. Pero, en general, su fútbol tiene mucho más sentido y es más eficaz. Dembélé se ha dejado de ornamento y se ha convertido en un jugador más pragmático, que va al cuello del rival. Y que ha añadido un punto de carácter y de amor propio (ver la recuperación en el gol de Lewandowski contra el Viktoria Plzen) que le ha hecho ganarse el favor de la gente.

Ganador del pulso con Mateu Alemany el pasado mes de enero, cuando el director de fútbol del Barça quiso venderlo, Xavi le ha cambiado de arriba abajo y se ha ganado la confianza del jugador, que le sigue a pies juntillas. Dembélé, ajeno a los rumores que le sitúan ya en la plataforma de salida (incluso en enero) justo después de haber renovado su contrato hasta 2024, está con ganas de hacer historia en el Barça. El otro día, ni corto ni perezoso, afirmó que le hacía más ilusión ganar la Champions con el Barça que repetir Mundial con su país. También le pidió a Deschamps que lo reservase en el partido contra Dinamarca porque quería estar a tope para Milán...