REAL VALLADOLID 0 - REAL MADRID 2
1x1 del Real Madrid: un equipo con ‘ángel’ y poca garra
Courtois firmó dos milagros navideños para mantener el pulso de un Madrid inofensivo. Benzema y Vinicius, muy dóciles. Correcto Ceballos e invisible Asensio
No fue un buen Madrid. Ni mucho menos. Dos paradones de Courtois sostuvieron el pulso y un penalti, dio el alta. Resumen de un partido frío que pudo congelar al campeón. Hasta que llegó una mano inocente de Javi Sánchez que propició el escenario ideal para que Benzema, desaparecido, enseñase sus garras y recuperase algo su confianza. El Madrid ganó con poco, pero ganó un partido de los que valen mucho más de lo que parecen. De los que largo plazo, acaban dando títulos. Toscos, atascados. Claves.
Titulares
Courtois: los milagros navideños hablaron flamenco. Transcurría la primera media hora cuando Thibaut voló a su derecha y despejó un disparo de Aguado rumbo a la escuadra. Un paradón antológico que en él, ya es rutina. Como el segundo, un cabezazo de Sergio León, picado y a la cepa del poste, que desvió volando sin motor. Dos intervenciones que evitaron el descalabro de los suyos.
Carvajal (59′): correcto, la hora que jugó. Como ‘pero’, tuvo poca participación en ataque, pero secó a Óscar Plano.
Rüdiger: lideró a la defensa, transmitiendo más jerarquía que Alaba. Notable en defensa. Sigue dando pasos adelante.
Alaba: había sido la noticia del once, pues Ancelotti lo dejó fuera del once en detrimento de Rüdiger, pero una ‘indisposición’ de Militao le abrió la puerta. Buen partido, sin brillos ni errores.
Mendy: como Carvajal, se le vio demasiado poco en ataque, pero defensivamente supo frenar a Gonzalo Plata, el jugador más guerrero de los locales.
Kroos: con Tchouameni falto de ritmo (sólo tenía un entrenamiento en sus piernas), ejerció de pivote, una posición donde acostumbra a ser notable. Sin errores transmitiendo la fiabilidad alemana que acostumbra. Un gran partido que reafirma aquello de que puede jugar en esa posición, cuando sea necesarip.
Ceballos (69′): no era titular desde el 2 de octubre (1-1, ante Osasuna), precisamente cuando quedó señalado tras un partido de suspenso. Ancelotti lo quitó en el 52′, luego vino la lesión y prácticamente desapareció, hasta Pucela. El poco rodaje de Modric le brindó una oportunidad y firmó un buen partido, pero sin grandes destellos.
Valverde (86′): era la noche de demostrar aquello de “en el medio hay un gran Valverde y en la banda, un ‘buen”. Pero pasó casi desapercibido. Tras un Mundial decepcionante, el primer día en la oficina dejó el cuerpo frío.
Asensio (59′): era su segunda titularidad en la presente Liga y volvió a firmar una actuación decepcionante. (pinchazo en Vallecas). Sólo hizo un disparo y se fue a las nubes. Ancelotti lo retiró para probar nueva suerte con Rodrygo.
Vinicius (86′): muy incisivo, poco dañino. Lo intentó, lo intentó y lo intentó... sin llegar a tener una sola ocasión clamorosa. Porque tuvo un mano a mano en la segunda parte que salió muy alto y un disparo raso en la primera, que despejó Masip sin tener que esmerarse a fondo. Acabó, teóricamente, acalambrado. Y eso le enmienda, que la fatiga mundialista puede haberle hecho mella.
Benzema: llevaba sin competir, de manera trabajosa, desde el 19 de octubre. Y se le notó, mucho, la falta de ritmo. “Sabe que le toca demostrar cosas en este tramo de la temporada”, dijo Carletto. Pero más allá de los números, las sensaciones fueron mejorables. Asumió la responsabilidad del penalti y ahí tiró del carro. Poco después y con el Valladolid rotó, firmó su segundo zarpazo. No fue una noche memorable, pero puede servirle para recuperar confianza y eso, es mucho.
Suplentes
Lucas Vázquez (59′): correcto en defensa, sin errores y algo más intrépido que Carvajal para sumarse al ataque.
Rodrygo (59′): participó poco, trabajando más en las ayudas en salida de balón que en los disparos. También se le vio más lento de lo habitual, probablemente falto del ritmo competitivo que acarrea llevar sólo cuatro entrenamientos.
Camavinga (69′): salió, mostró desparpajo, dio una asistencia y se fue. Un gran partido que ejerce como demostración, clara, de lo que debe ser ‘aprovechar los minutos que te den’. Por poco que sea. Su pared con Modric y posterior pase a Benzema, en el segundo gol, fue sobresaliente.
Tchouameni (86′): apenas tuvo intervenciones.
Modric (86′): Ancelotti tiró de él para dominar la recta final de un partido que ya estaba bajo control. Faena sencilla.