1x1 del Real Madrid contra el Espanyol: Tchouameni no apaga el runrún

Joan García, polémica y estampida. In that order. Así patinaron los de Ancelotti en Cornellà. El Espanyol se blindó, se aferró a su portero. Un Joan que justificó el interés blanco del pasado verano. Fue el héroe dentro de un Madrid a cuarta velocidad. Y cuando parecía que llegaba la quinta, un contragolpe fugaz encendió la grada. Un escenario normalmente amable... que no lo fue en esta ocasión. Con resiliencia local y un arbitraje que elevará los decibelios de Real Madrid TV. Con un tanto (muy) discutible anulado a Vinicius, una mano de Jofre en el área no señalada y una “roja y más roja todavía”, en palabras de Iturralde González, a un Carlos Romero que no fue expulsado y terminó como goleador. Y así se quedaron los tres puntos en el RCDE. Así se pone la Liga al rojo vivo. Y en el horizonte, el Derbi...

Courtois: Había sido un espectador de excepción, hasta el jarro de agua fría. Bloco un acercamiento tímido de Jofre en la primera parte. Y con el duelo teñido de naranja, estampida. Un contragolpe clínico que derribó el muro belga. Buscó el empate como un delantero más en el minuto final. No pudo celebrar su partido 300 en Liga con victoria.

Lucas Vázquez (87′): En campo contrario siempre crece su colmillo y se siente cómodo. Lo hizo en un escenario que además conoce bien. Se atrevió con alguna incursión, como una buena pared con Mbappé que terminó en chut manso. No obstante, se durmió en un contragolpe perico que Rodrygo tuvo que inhibir y no llegó a tiempo en el gol... Claros y oscuros.

Tchouameni: Convive con el runrún a su alrededor, aunque ese ruido no llega a Ancelotti. Por eso es indiscutible, ya sea en la sala de máquinas o más atrás. Pero volvió a patinar como central. La exigencia fue muy esporádica... y aun así salió en dos fotografías. Primero midió mal un saque largo de Joan García. Un fuego que apagó Asencio. Y después se entretuvo con el balón y a punto estuvo el Espanyol de aprovecharlo. En examen constante. No aprobó en Cornellà.

Rüdiger (15′): Drama para Ancelotti. El jugador más utilizado por el italiano, lesionado. Saltó para despejar y notó dolor en la pierna derecha, en el isquio. Alerta máxima para el Derbi... y para el City. Asencio ocupó su lugar.

Fran García: Ha ganado mucho peso en la rotación. Tanto que ha adelantado a Mendy. Y no por su presencia ofensiva, algo intrínseco, sino por su esfuerzo en campo propio. Lo demostró en Cornellà. Basculó bien y estuvo muy atento a las coberturas en los acercamientos del Espanyol. No pudo hacer nada en el contragolpe del gol.

Valverde: Sin apenas opciones de incorporarse, tuvo una buena oportunidad en una falta desde la frontal que estrelló en la barrera. Su partido se resume en kilómetros. Ayudas y muchas carreras para tapar huecos. Aunque el principal no pudo tapiarlo: llegó a cubrir las espaldas a Lucas en el tanto rival, pero no a tiempo para taponar la volea de Romero. El Halcón no pudo volar.

Ceballos (80′): Paso a paso, hasta ser indiscutible. Ese es es el camino que está transitando Ceballos. Pase a pase, hasta la titularidad. El utrerano es un todo en uno, reparte y roba. Otro partido más superando el 95% y con más de un centenar de envíos y ya van... Muy Kroos. Y muy ladrón. Líder de la presión e incansable en la intendencia. Como una moto.

Rodrygo: El sacrificado con la vuelta de Vinicius. Y se sacrificó. Por jugar en la derecha y por su esfuerzo, como una gran cobertura a Lucas Vázquez. Caracoleó en varios ocasiones y casi canta bingo. Estuvo cerca de desabrochar la noche en la primera, forzó una falta peligrosa en la segunda y en la tercera dejó una maniobra de museo que terminó en la madera. Sin tener la naturalidad de encarar desde su perfil, fue el más clarividente de los cuatro fantásticos. De dulce.

Bellingham: De puntilla en la primera parte, creció en la segunda. No estuvo clínico en la definición, pero insistió, insistió e insistió. Y se desesperó, porque no encontró el oasis del gol en el desierto de piernas del Espanyol. La más clara, un derechazo que obligó a lucirse al meta espanyolista. Notable, pero terrenal.

Vinicius: Comenzó efervescente. Con ganas de enterrar ese arranque de 2025 timorato, entre lesiones y sanciones. En medio de esa ebullición llegó su golazo. Marca de la casa, con conducción hacia dentro y definición al palo largo. Pero una falta muy discutida de Mbappé descontó el tanto. Después dejó un regate espectacular en banda... y se apagó. Aunque siempre es una amenaza, como un zapatazo que acarició el palo de Joan García, está lejos de ser The Best.

Mbappé: Francia le mojó la pólvora. Ni en Brest ni en Cornellà hubo diana. Y estuvo cerca, especialmente al estrellar en el palo un rechace de Joan García tras un chut de Bellingham. Su forcejeo con Pol Lozano ‘anuló’ el tanto de Vinicius y después, aunque lo intentó, estuvo poco preciso en las paredes y en la conexión general con sus compañeros. Recibió un entradón de Romero que pudo acabar en disgusto.

También jugaron

Asencio (15′): Salió por Rüdiger y se reivindicó, una vez más. Muy atento a los bloqueos. Y muy pesimista, que diría Ancelotti. Además, salvó a Tchouameni tras un saque largo imperial de Joan García, con una carrera de velocista. Un exprimidor de minutos y de oportunidades.

Modric (80′): Entró para buscar el gol de la victoria... y se encontró el de la derrota.

Brahim (87′): Saltó al campo en busca del milagro, pero demasiado tarde.

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