Aprobados y suspensos del Atlético: los rojiblancos golean con rotaciones
El conjunto de Simeone le endosó cuatro tantos al Celta en un partido, por momentos, espeso de los del Cholo en el que Correa, Grbic y Cunha fueron las principales notas positivas.
-Grbic: Golpe sobre la mesa, con un pero. Más que notable actuación del guardameta croata, que le demostró al Cholo que puede rotar a Oblak más de lo que hasta ahora lo ha hecho. Seguro cuando tuvo que intervenir. Mostró intuición al comienzo del encuentro, negándole el gol a Larssen en un mano a mano, y presumió de reflejos poco después tras un disparo a bocajarro de Hugo Mallo. A balón parado, un salvavidas. Le dio a la defensa la seguridad de la que, principalmente los errores de Hermoso, habían privado al equipo al inicio del encuentro. Con todo, se fue con el sabor agridulce de haber encajado un gol por su palo en el que, seguramente, pudo hacer algo más.
-Nahuel: Con algo más confianza, pero todavía con cosas por pulir. Venía de ser uno de los señalados ante el Oporto y hoy mostró una mejor cara. Pese a ciertos errores que debe corregir, se prodigó en ataque con una mayor determinación y participó en la jugada del gol de Correa. En la segunda parte sufrió con las internadas celestes y buena parte de las jugadas de peligro visitantes llegaron por su banda. Sigue tratando, poco a poco, de quitarse la presión que infunde el Metropolitano.
-Hermoso: Superado. Llegaba como uno de los protagonistas del día al estrenar titularidad tras su gol del miércoles, y el once le quedó grande. Se le vieron las costuras al poco de arrancar el partido cuando se le escapó Larsen para quedarse solo ante Grbic. Tuvo más, cometió varios fallos de bulto que despertaron el runrún en la afición colchonera. Impreciso, perdedor en los duelos y falto de chispa. Le falta rodaje.
-Witsel: Se acaban los adjetivos con él. La afición le ha elegido como mejor jugador del mes por algo. Estuvo a todo, como acostumbra. Trató de tapar los groseros errores de Hermoso e impidió que Aspas y Larssen hiciesen más daño del que ya provocaron al comienzo. Rozó el gol tras un saque botado por Carrasco que el ex del Dortmund remató al cuerpo de un defensor celtista.
-Reinildo: Seguro. Con algún error en los primeros compases de partido poco habitual en él, pero, en términos generales, tan fiable como acostumbra. El jefe de la defensa. El líder humilde. El hombre de equipo que todo entrenador quiere tener.
-Carrasco: Su gol le da la vida. Enchufado al comienzo, arrancó el partido con un disparo raso para advertir a Marchesin, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos.Estuvo poco participativo y no aportó al equipo lo que es capaz de ofrecer. Pese a ello, revivió en el 66′ con su tanto, un potente disparo con la zurda, previo dribbling a su par. A partir de ahí, se le percibió más incisivo hasta marcharse sustituido en favor de Saúl. La grada le despidió con aplausos, como queriendo reafirmarle en su confianza.
-Kondogbia: Volvió a dejar entrever algunas de sus virtudes en jugadas esporádicas, pero acusó la falta de continuidad. Necesita partidos para alcanzar el estado de forma en el que terminó el curso pasado. Pese a ello, se fue encontrando cada vez más cómodo y mejoró con el paso de los minutos, llegando a completar una segunda mitad notable. Un error en el pase en el minuto 38, que derivó en un disparo de Larsen, su lunar.
-De Paul: De menos a más. Se le vio más inspirado que el miércoles al inicio, pero no aportó al centro del campo la claridad que se necesitaba en la primera parte. Algo trabado, inmerso en el juego poco fluido de su equipo, mejoró en la segunda. Sin rayar al nivel del mejor De Paul, asistió a Correa en el primer gol y marcó, con algo de suerte, el segundo. Creció en el transcurso del partido y se marchó del campo en el 75′ con el reconocimiento de la hinchada.
-Lemar: Volvía al once y el equipo lo agradeció por momentos. Inició la jugada del primer gol, con un cambio de orientación milimétrico a Molina, y trató de intervenir constantemente en el juego, pero la falta de aliados en el centro del campo le perjudicó y no fue capaz de convertirse en determinante en el resto de primera parte. Al descanso, el Cholo le sustituyó.
-Correa: De nuevo, preparado para cuando el Cholo le necesita. Si bien ante el Oporto, pese a intervenir en el gol de Hermoso, no se sintió del todo cómodo, hoy volvió a aparecer para abrir el marcador con un disparo potente y ajustado al palo corto de Marchesin tras pase de De Paul. Conexión argentina. Generó mucho en ataque y protagonizó, además del gol, algunas de las aproximaciones más claras del equipo.
-Morata: Poco preciso. Le costó conectar. Sus compañeros no le encontraron pese al afán que mostró por intervenir y, aunque con el paso de los minutos entró más en contacto con el balón y supo aprovechar los espacios a la espalda de la zaga celeste para engancharse al partido, le faltó acierto y finura. No oxigenó al equipo como sí ha hecho en otras ocasiones ni contribuyó a dar fluidez al ataque rojiblanco en el primer tiempo. Un disparo al costado izquierdo de la portería de Marchesinen fue de lo poco que pudo generar. En la segunda mitad, a punto estuvo de plantarse solo ante el portero argentino tras una poderosa cabalgada, pero, de nuevo, erró en la toma de decisiones y la jugada acabó desbaratada.
En busca de aclarar el partido
-Koke: Entró bien al encuentro y estuvo acertado en sus intervenciones. Le dio más estabilidad en defensa al centro del campo de la que había ofrecido Lemar. Mejor que el miércoles.
-João Félix: No tuvo el protagonismo de otras ocasiones. Descansaba en el día de hoy y entró al campo en el lugar de un reivindicativo Correa, pero no pudo intervenir todo lo que él necesita, y se vio algo lastrado por la falta de continuidad del equipo en algunos tramos del juego.
-Griezmann: También con poco protagonismo, dejó algún que otro destello de calidad aplaudido por el Metropolitano. En esta ocasión, sus treinta minutos no le dieron para seguir sumando dianas.
-Cunha: Venía de lesión, de jugar ratos puntuales en este inicio de temporada y de partir con desventaja en la rotación de Simeone, pero, si algo ha demostrado en su periplo hasta ahora como rojiblanco, ha sido persistencia. Hoy volvió a reivindicarse. Una carrera maratoniana del brasileño en el 83′ derivó en el cuarto de la noche. Demostración de potencial del ex del Hertha y mensaje al Cholo.
-Saúl: No tuvo apenas ocasión de demostrar, pero Simeone le volvió a brindar su confianza, nuevamente, dándole minutos.