13 meses de cuesta abajo
Las Palmas solo ha ganado seis partidos desde febrero del año pasado. Tiene el cuarto peor registro de las cinco grandes ligas europeas.


La foto actual que presenta la Unión Deportiva Las Palmas ofrece un panorama en exceso desolador. El equipo grancanario ha caído a plomo en 2025, sumándole la deshonrosa derrota copera de Elche, ni que fuera el preludio de lo que ha venido después, a esa dramática secuencia de dos empates y siete derrotas en estos primeros nueve partidos ligueros de 2025.
Por desgracia para la entidad grancanaria, las raíces de tantos problemas como le atormentan ahora mismo llegan mucho más lejos de lo que se ve en la imagen antes comentada. Sea como fuere, empezaron a extenderse hace más de 13 meses. En concreto, desde el 10 de febrero de 2024.
Aquel día, con la capital insular en pleno Carnaval, Las Palmas se esperó hasta los últimos minutos del partido para ajusticiar al Valencia con los goles de Álex Suárez y Marc Cardona y, de paso, dejar la permanencia prácticamente sentenciada. Ocurría que, tras aquel 2-0, Las Palmas copaba el 8º lugar de la clasificación con 35 puntos, a dos de los puestos europeos y 18 por encima del descenso.
El fundido a negro fue tal desde entonces que Las Palmas no pudo certificar matemáticamente su continuidad en Primera hasta la penúltima jornada, cuando empató a cero en casa del Cádiz, finalmente descendido.
Entre los 14 últimos partidos de la temporada pasada y los nueve primeros de la actual, aquellos que le costaron el puesto a Luis Carrión, la hueste grancanaria apiló 23 jornadas sin cantar victoria. Conseguir tres puntos de una tacada se dilató hasta la 10ª jornada del presente curso futbolístico, el día del debut de Diego Martínez en el banquillo de Las Palmas, que le ganó 2-3 precisamente al Valencia.
Sumando aquella gélida noche de Mestalla, Las Palmas ganó seis de los nueve últimos partidos de 2024, de paso sus últimas victorias hasta la fecha, solo un oasis en el desierto futbolístico, perdidos sus componentes en una páramo de difícil acceso y peores puertas de emergencia.

Resulta que la UD, desde aquel 10 de febrero del año pasado, ha jugado 42 partidos de liga y perdido un total de 24, de largo la peor cifra de Primera, apenas tres equipos peores que el insular de cuantos compiten en las cinco grandes ligas europeas.

La primera opción de empezar a arreglar tremendo desaguisado llega mañana, cuando el Alavés visite el Estadio de Gran Canaria. De lo contrario, será otro el que comande el siguiente intento de reacción. Resulta que, víctima de la tiranía de tantos malos resultados encadenados, Diego Martínez se juega el puesto. De hecho, Francisco ya calienta.
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