Peter y Álvaro Martín prolongan la fiesta de Raúl

Al Castilla de Raúl le dan igual los desplazamientos llamémoslos porosos. El Badajoz se está jugando el pescuezo y pidió el impulso del Nuevo Vivero. Ni esas apreturas del rival ni la presión ambiental de la mejor entrada en el recinto pacense de la temporada empequeñecieron al filial blanco. Con dos zarpazos de Peter Federico y Álvaro Martín sacaron adelante un partido en el que estaba huérfano de su pichichi, Sergio Arribas, sancionado. En este Castilla todos reman.

Todos suman, empezando por la portería. El necesitado equipo de Tenorio, rearmado con Zelu, se estrelló contra uno de los mejores porteros de esta Primera RFEF por números y prestaciones. Mario de Luis le negó el empate en dos ocasiones a los extremeños con dos paradones recién regresados del descanso y cuando sus extremidades no le fueron suficientes, fue la cabeza de Marvel la que evitó bajo palos el gol del Badajoz en el minuto 61.

De Luis protegió una renta muy bien encauzada por Peter. El hispano-dominicano se fue de Mariano para engatillar un zurdazo más ajustado posible. Por un par de centímetros no llegó la manopla de Kike Royo y la pelota golpeó en el poste por dentro antes de besar la red. Un gol quirúrgico que mandó al Badajoz a la desesperación de una sala de hospital. Gorka Santamaría no recibía balones, el Castilla iba rodando con Dotor y Nico Paz y la frustración y De Luis hicieron el resto. Álvaro Martín, con un soberbio gol, remató la faena en el minuto 85.

El Castilla se volvió con los tres puntos en el autobús y con la sensación de que va a estar intentando meterle el dedo en el ojo al líder Alcorcón hasta la última jornada. A falta de siete partidos, está a dos puntos. Y el equipo alfarero, por de pronto, avista una visita muy compleja a Córdoba. Raúl tiene a sus muchachos volando en una mezcla de ilusión y fútbol muy solvente. Una fórmula que le pilla muy lejana a un Badajoz que cae a puestos de descenso. Vidas cruzadas.