Osasuna castiga cada error del Pucela
Los goles de Moncayola y Kike García dirimieron un encuentro donde el Valladolid fue de más a menos.
Osasuna ganó el amistoso en Burgos (0-2) al Real Valladolid gracias a su solidez y contundencia, cuestiones que no tuvieron los vallisoletanos. Cada error de los de Pacheta fueron castigados por los de Arrasate y el 0-2 fue una losa demasiado dura para los blanquivioletas que tuvieron a tres jugadores diferentes en el lateral derecho debido a la lesión de Anuar en el primer cuarto de hora.
En un once con la mayoría de los jugadores que han llegado en verano y que apenas han jugado, los pucelanos empezaron queriendo mandar. Sergio León tuvo la primera ocasión clara del encuentro, pero su disparo se fue fuera por poco. Anuar tuvo que retirarse por un golpe y, por ahí, aprovechó Osasuna para atacar la banda derecha pucelana, equipo que estaba con 10, y Roberto Torres se presentó en el área y disparó cerca del palo. También lo intentó el veterano jugador del equipo navarro desde fuera del área. El tiro lo detuvo fácil Masip. Con la entrada de Kike por el bravo ceutí, los pucelanos recuperaron el control del balón y Escudero rondó el tanto en un lanzamiento de falta.
La jugada más bonita de la primera parte de esta primera parte fue una internada por la derecha de Iván Sánchez, sorteando a varios rivales y llegando a la línea de fondo. Desde allí puso un centro precioso que cabeceó flojo Sergio León. En un partido de ida y vuelta, los vallisoletanos dominaban, pero no lograba adelantarse. Y como el que perdona paga, como le suele pasar al Pucela esta temporada, Osasuna aprovechó su primera ocasión clara para adelantarse. Roberto Torres sacó un córner en corto y colocó el centro al palo más cercano donde estaba solo Moncayola, que cabeceó y mandó el esférico a la red tras tocar el balón en la madera. Los vallisoletanos tocaron a rebato. Escudero lanzó arriba, Malsa disparó flojo y Kenedy empezó a atacar a su par. Se vio al brasileño con ganas, pero lejos de su mejor momento de forma. En la portería contraria, Roberto Torres estuvo a punto de marcar también en una falta directa, pero el balón se fue fuera por poco y el partido se fue al descanso.
RESUMEN
REAL VALLADOLID: Masip; Anuar, Javi Sánchez, Javi Sánchez, Feddal, Escudero; Malsa; Kenedy, Iván Sánchez, Aguado, Narváez; Sergio León.
También jugaron Kike, Plano, Joaquín, Monchu, Roque Mesa, Guardiola.
OSASUNA: Aitor; Manu Sánchez, Juan Cruz, Aridane, Peña; Barja, Moncayola, Roberto Torres, Ibález; Kike García, Chimy.
También jugaron Unai García, Rubén García, Darko, Nacho Vidal.
GOLES:
0-1 (38'): Moncayola.
0-2 (52'): Kike García.
ÁRBITRO:
Mazo Maruri (Burgos).
ESTADIO: El Plantío, 500 espectadores.
El segundo tiempo comenzó como el primero. El Pucela dominaba, intentando dominar a través del balón, pero en una mala salida desde atrás, los vallisoletanos perdieron el esférico, que le llegó a Kike García. Se acomodó y marcó el segundo tanto. Segundo error en defensa, segundo tanto en contra de los vallisoletanos. Intentaron acortar distancias, enseguida, Kike, desde la frontal y Aguado desde dentro del área, pero Aitor paró sin problemas. Sin embargo, Osasuna se mostró más cómodo en esta segunda parte. Fue de menos a más. Manu Sánchez cabeceó un centro maravilloso, centrado desde la izquierda, donde no había un lateral derecho puro. Masip evitó el tercero, con una gran mano. El Pucela era un coladero y Pacheta colocó tres centrales para evitar parar la sangría que se intuía por la banda izquierda. Pese a ello Osasuna siguió llegando fácil. Invitaba al Valladolid a desplegarse en ataque y le contragolpeaba con mucha intención.
Tras los cambios, con Roque Mesa como carrilero, el Valladolid apretó para intentar reducir la desventaja. Tras una jugada de bravura de Guardiola, Plano fue objeto de penalti por parte de Rubén García. Sin embargo, el canario lanzó y Aitor despejó la pena máxima. Kike Pérez pudo anotar el primero de los pucelanos al controlar un pase largo con la izquierda y disparar con la derecha, pero el tiro se fue arriba y ahí se fue muriendo el encuentro hasta el final.