En el Al-Arabi Sports Club, el refugio en el que Tite se blinda de la prensa y no quiere dar pistas sobre sus alineaciones, reina la paz y la felicidad. Esta semana, los jugadores brasileños estuvieron con su familias, la mascota Canarinho armonizó el ambiente y la continuidad de Neymar en el Mundial, con una posibilidad real de disputar los octavos, ha devuelto la ilusión a los aficionados después del susto contra Serbia que mantuvo en vilo a un país de 214 millones de habitantes.

Las bajas de Neymar y Danilo, ambos lesionados, obliga a Tite a hacer variaciones contra Suiza, este lunes en el 974 Stadium de Doha. Aunque Rodrygo partía, a priori, como máximo favorito a ocupar la baja del crack del PSG, las últimas informaciones que circulan en Brasil apuestan por un 4-2-3-1 con Fred y Casemiro en el doble pivote y Paquetá de enganche a Richarlison. El del West Ham, mediocentro en el debut de la canarinha, adelantaría su posición para que el mediocentro del United se abra paso en el once titular.

Consciente Tite de que el partido ante Suiza es el más duro del grupo, su inclinación a escuelas de juego conservadoras decantan la balanza en favor de Fred. El exjugador del Shakhtar había sido utilizado junto a Casemiro antes del Mundial y su presencia en el once no se descartaba a escasas horas antes del debut frente a Serbia. Aporta solidez, tiene llegada y es un perfil más dinámico que Casemiro para sacar el balón.

Por tanto, la opción de Rodrygo se diluye por completo. El delantero del Real Madrid sigue sin sumar una titularidad con Brasil desde su debut y Tite le ve más como un revulsivo capaz de desatascar partidos en las segundas partes que un teórico titular que puede hacer de Neymar. La pausa de Paquetá y su calidad para organizar en campo rival han provocado que el seleccionador se deje en la recámara la opción de Rodrygo.

Militao, sin minutos el pasado jueves, cubrirá la baja de Danilo, salvo una sorpresa mayúscula en las últimas horas. El defensa del Real Madrid ya sabe lo que es jugar como lateral derecho con la selección, posición en la que comenzó en el Sâo Paulo antes de abrirse paso como uno de los mejores centrales del mundo. En el último parón internacional antes del Mundial, en septiembre, Tite le colocó en la banda en la victoria por 3-0 contra Ghana en Le Havre y su actuación fue notable.

Vinicius ha pasado en apenas meses de ser una promesa a un jugador capital en la selección brasileña. Contra Serbia, pese a no estar acertado de cara a puerta, estuvo presente en los dos goles de la pentacampeona del mundo. En el 1-0 obligó a intervenir a Milinkovic-Savic antes del rechace que aprovechó Richarlison y asistió en segundo al delantero del Tottenham con un centro sutil con el exterior. Sin Neymar, lesionado, deberá asumir un rol todavía más protagonista en un escenario que, de momento, no le ha intimidado, sino más bien lo contrario.