Iñaki Williams: “Mi abuelo de 90 años me despejó cualquier duda”
El jugador del Athletic debutó con Ghana. Cuenta en As cómo fue el proceso de decisión en su familia y la reciente convocatoria de su hermano Nico con La Roja.
Iñaki Williams (Bilbao, 15-6-1994) debutó con la camiseta de Ghana en el choque contra Brasil. Cuenta cómo fue el proceso para tomar una decisión que hace honor a sus orígenes, que le sitúa en el Mundial y que aparca definitivamente la opción de volver a jugar con España.
Debutó con la camiseta de Ghana contra Brasil, el resultado no fue bueno, pero el recuerdo quedará.
Estoy muy feliz, contento y orgulloso de cumplir un sueño, el de toda mi familia, sobre todo el de mis abuelos, que me ayudaron a tomar la decisión que he tomado. Estoy orgulloso y con ganas de volver a jugar y que llegue el momento de marcar un gol.
¿Cómo fue ese momento íntimo de después con su familia?
Tremendamente emotivo, porque no fue una decisión fácil de tomar, pero no me arrepiento para nada. Es una decisión que me va a ayudar tanto en lo personal como en lo colectivo y es algo muy meditado y acertado.
¿Cuándo dio realmente el paso?
El presidente se puso en contacto conmigo y con mi familia. Hubo varias reuniones donde me transmitieron su idea. Lo que pretendían y lo que buscaban. Querían que yo aportara mi granito de arena para el país. No era fácil tomar la decisión porque tenía en ese momento las puertas abiertas, quién sabe si en un momento, para jugar con España. Pero todo cambió cuando fui a Ghana y visité a mis abuelos. Mi abuelo de 90 años me dijo que sería un sueño para él poderme ver con la selección de Ghana. Eso me despejó cualquier duda. Cumplir eso para mi abuelo lo decidió, he hecho muy feliz a toda mi familia y represento a lo que llevo en la sangre.
Como usted, Ghana ha incorporado a nuevos futbolistas. ¿Cuál es el objetivo?
Tenemos un equipo muy joven, pero con mucha calidad. La mayoría juegan en Europa. Podemos hacer grandes cosas en el Mundial. No es un grupo fácil, pero hay un equipo muy potente. Podemos sorprender a cualquiera. No vamos de favoritos y eso es bueno para nosotros.
Están emparejados con Portugal, Uruguay y Corea del Sur.
A Portugal se le conoce bien por la calidad de sus futbolistas y por su capitán, que es una estrella. Será un enfrentamiento muy complicado, pero nosotros tenemos también calidad en el centro del campo y somos muy físicos. A Portugal no se le puede conceder, si no quieres sufrir, pero será disputado. Con Uruguay será todavía más físico, nos vamos a medir de tú a tú. La Corea de Son es un equipo a tener en cuenta. Él está haciendo una carrera tremenda en la Premier. Es un grupo parejo y muy abierto.
¿Cuál es su primer recuerdo de un Mundial?
Un gol de Ronaldo en la final contra Alemania en 2002, con aquel corte de pelo tan peculiar, rapado y con flequillo. Tengo otros muchos de Ghana, aquel en cuartos de final de 2010 cuando Asamoah Gyan falló el penalti contra Uruguay. Me puse muy triste porque viví mucho ese Mundial, muy involucrado con Ghana.
Lo veía con su hermano Nico. ¿Pensaban en poder estar ahí algún día?
Poder jugar una Copa del Mundo está al alcance de pocos. Si el míster me llama, será un sueño hecho realidad. Daré todo por poner a Ghana en lo más alto.
Del Bosque le hizo debutar con España con 21 años en 2016, después de eso pasaron Julen Lopetegui, Hierro, Luis Enrique, Robert Moreno y, de nuevo, Luis Enrique. ¿Llegó a pensar en algún momento que iba a entrar?
Fui con la Sub-21 y debuté con la Absoluta. Estaba en las prelistas con Julen Lopetegui, pero no tuve la oportunidad. Quizá mi rendimiento no fue el óptimo para poder estar ahí. Eso ya es agua pasada. Se me abrieron las puertas de Ghana, de poder representar al país de mis padres, mis orígenes. No podía dejarlo escapar. Podía aprender y disfrutar. El tren pasó y me monté en él. Espero disfrutarlo.
Hace autocrítica con su rendimiento a veces para no ser llamado, pero otras la gente le pedía y los seleccionadores eran preguntados por ello. ¿Habló con usted algún seleccionador? ¿Se ha llegado a sentir infravalorado?
Al final entiendo que cada míster tiene que tomar sus decisiones y somos muchos los que podemos aportar en esa lista. Hay mucha competencia y no es fácil para nadie. El seleccionador tomó la decisión que creyó y yo lo acepté con humildad.
¿Consultó con al Athletic durante este proceso de decisión?
La decisión fue más personal, pero sí que es cierto que antes de tomarla hablé con el Athletic. En este caso con Aitor Elizegi, el anterior presidente. Se puso contento por mí. Han cambiado las Copas de África a enero y no creo que afecte a la hora de competir con mi club. Es una decisión en la que el club tenía que ser también parte de ella, porque me debo a ellos. Fue consensuado y he sentido su apoyo y su respaldo.
Trabajo con el psicólogo: “Necesitas un proceso de transición, hoy cualquiera desde un teclado opina de ti. Gestionar las emociones no es fácil”
Nico, su hermano, venía creciendo. Pero resulta curioso que en la primera convocatoria después de que usted anunciara su decisión, Luis Enrique ha llamado a Nico para la Absoluta muy rápidamente.
Es increíble, al final el rendimiento de mi hermano está para ser jugador de la Absoluta. Está demostrando que está quemando etapas, está ganando experiencia. De cara a gol está mejorando muchísimo y la verdad, si yo fuera Luis Enrique, también convocaría a Nico. Es un talento, un diamante en bruto que hay que pulir. Tiene mucho margen de mejora y ojalá pueda seguir mejorando para poder estar ahí.
Excepto cuando juegue contra Ghana.
Lo hemos hablado de cachondeo en casa. A ver a quién animarían nuestros padres. Vernos en el máximo nivel es emocionante para ellos. Y nosotros queremos devolverles con cosas como esta lo que han hecho con nosotros.
Por su situación familiar, usted ha reconocido muchas veces que ha intentado ser para él más que un hermano mayor. Ahora, con este ruido alrededor de él, ¿se ha sentado para darle algún consejo?
Sí, sé que no es fácil. Tiene 21 años. Le digo que pies de plomo y a mejorar. Ahora más que nunca va a tener ojos sobre él. Cualquier cosa que haga o que diga se puede malinterpretar. Pero le veo en modo trabajador, en modo humilde, pero con hambre. Ese es el Nico que yo quiero ver y que la gente de Bilbao quiere ver. Porque eso es lo que le va a hacer llegar lejos.
¿Qué momento de juego atraviesa usted?
Me encuentro muy bien, físicamente con chispa. Emocionalmente, contento. La madurez me ha hecho no preocuparme tanto de algunas cosas y te liberas para disfrutar en el campo. Creo que eso se está viendo en los partidos.
Entre su debut con Valverde y su reencuentro ha habido todo un ciclo personal y deportivo de los dos. ¿En qué han evolucionado?
Él me hizo debutar en el primer equipo, me abrió las puertas del Athletic que cuando llegué no pasaba por su mejor momento. Han pasado muchos entrenadores, pero Marcelino, ha sido uno de los que más me ha ayudado. De los que más ha hecho hincapié en lo que podía mejorar. Él y su equipo son grandísimos y siempre les voy a estar agradecidos. Ha hecho que Iñaki Williams crezca como persona y como jugador. Ahora con Ernesto, soy más maduro, mucho más centrado en el juego, sin distraerme en lo extradeportivo. Valverde conoce mis características. Hay una buena mezcla de juventud y experiencia en el equipo y él la está gestionando muy bien. Podemos conseguir grandes cosas.
¿Dónde le puso el acento Marcelino?
Tiene un estilo de juego que me encajaba mucho, ese 4-4-2 con jugadores rápidos y verticales para salir a la contra y al final me beneficiaba. Me sentía cómodo, también en lo personal, porque trajo al club a José Carrascosa, un psicólogo, que nos ayudó mucho a crecer. Individualmente trabajando conmigo. A Marce le debo mucho. Hacíamos muchas cosas para mejorar como delantero. Finalizaciones específicas, movimientos al espacio en ruptura y en apoyo… Hoy soy mejor jugador por eso.
El trabajo con el psicólogo se observa cada vez más como parte muy importante.
Más que a corto plazo, se nota en el periodo de transición que necesitas. Vivimos en una sociedad en la que cualquier persona puede escribir anónimamente desde un teclado sin mostrarse y dar su opinión. La gente se puede olvidar de que somos personas y tenemos sentimientos; nos puede llegar a afectar. Cuando eres joven te distraes con eso y no sirve de nada. Después, sales a la calle por Bilbao y sientes un apoyo incondicional. Me muestran su lado más cariñoso. Una pequeña minoría hace que te distraigas alguna vez, pero con el trabajo de un profesional creces y aprendes a darle importancia al estilo de juego, a cómo quieres entrenarte o rendir.
Desde la marcha de Aduriz, lo normal era verle en el frente del ataque. Esta temporada, con el cambio de sistema, aparece a veces arrancando desde el costado. ¿Qué le ha dado el cambio de sistema?
Con Ernesto suelo jugar de delantero centro, pero la gente sabe que tengo un juego dinámico, me gusta soltar la marca, caer a las bandas y ahí puedo explotar mis virtudes. Entonces en el 4-3-3 me encuentro cómodo, estoy más libre, caer a las bandas. Con la continuidad de Nico tenemos más verticalidad. Tenemos jugadores muy rápidos para contragolpear con Muniain y Sancet en el medio con mucha participación en el juego ofensivo. Eso me hace sentir muy cómodo.
¿Es una versión del Athletic más desenfadada esta con Valverde?
Sí porque además hay jugadores de calidad en un gran momento. Tenemos el balón, pero cuando no somos rápidos y profundos a los espacios. Hay gente para hacer eso. Hablo también de Berenguer, de Guruzeta… Y gente de refresco. Tenemos buen manejo y velocidad. Se vio contra el Rayo. El Athletic que el aficionado quiere ver, atrevido. Queriendo la pelota y ser protagonista. Es el que queremos seguir viendo.
Le gustará la Premier entonces.
Mucho, por cómo viven el fútbol y lo interpretan. Es muy atractivo.
¿Cómo de cerca estuvo de ir al Liverpool?
Tenía una opción para poder marcharme. Fueron contactos en los que yo mantuve clara mi posición. Es bonito que clubes así te tanteen, pero yo siempre tuve claro que quiero estar en el Athletic, que mi sueño es poder sacar la gabarra. Hacer al Athletic campeón.
Y renovó hasta 2028. Un contrato tan largo también genera el riesgo de acomodarse. ¿Cómo se evita eso?
Se hizo ese contrato porque las dos partes creíamos que era lo conveniente. Yo intento disfrutar y cumplir mi sueño de jugar muchos partidos con el Athletic. Intento estar siempre a la altura de este club, sin esconderme, pensando en que la gente se sienta orgullosa de mí. Estoy donde quiero estar y por eso soy feliz. Intento darle al equipo lo máximo, aunque unas veces salgan mejor y otras peor.
¿Ahí es donde ese trabajo con el psicólogo le ha ayudado más?
Sí, gestionar las emociones no es fácil, sobre todo cuando eres más joven. Ahora, con 28 años, me siento más maduro. Antes estaba siempre leyendo las redes sociales, el periódico, tertulias… Gente que muchas veces habla sin saber. Yo intento poner lo máximo de mí. Cuando las cosas no salen, el que está más enfadado conmigo mismo soy yo. No necesito que nadie me lo diga. No necesito que nadie me alabe cuando estoy bien, ni que cuando no lo estoy, alguien venga con el látigo. Soy consciente y tengo un entrenador para corregirme y darme su punto de vista. Es al que tengo que hacer caso.
Vivirá un Mundial. Le falta también la Champions.
Tuve la mala suerte de que cuando subí al primer equipo estaban ya casi eliminados y no pude jugar. Tengo esa espinita clavada, escuchar el himno de la Champions en San Mamés. Sería muy especial. Este año tenemos opciones, pero tenemos que ir paso a paso.
¿Cuál es el objetivo del Athletic?
Lo dijeron el capitán, junto al presidente y al entrenador. Entrar en Europa. Yo no voy a decir lo contrario. Tenemos equipo para ello y vamos a estar enfocados de la mejor manera en ello.
Pedía Pedro Sánchez un mayor posicionamiento de los clubes contra el racismo después de lo que pasó en el derbi. Usted ha sufrido esto de primera mano en el fútbol y su caso irá a juicio.
El racismo está en la sociedad, es algo a erradicar. En el fútbol no predomina dentro del colectivo del jugador, pero sí en la sociedad que va a ver los partidos. Los clubes tenemos que dar un paso al frente, somos el espejo de muchos niños. Nadie nace siendo racista, se lo inculcan o repiten lo que ven. Hay que dar ejemplo y si algún club o sus aficionados, en concreto, tienen un comportamiento de ese tipo, debería haber una sanción ejemplar.
Esta semana se mide con Nicaragua y después con el Almería.
Tengo muchas ganas de volver a jugar con Ghana y ver si tengo la suerte de marcar. Y luego ya pensaremos en el Almería. Estamos muy bien y la intención es mantenernos ahí arriba, en los puestos europeos.