Giroud hace de Mbappé

La selección francesa, en un ejercicio heroico de supervivencia, venció a Inglaterra por un ajustado 2-1 que le acredita como el último semifinalista del Mundial de Qatar. Tchouaméni, con un disparo brillante, adelantó a la campeona del mundo, Kane empató de penalti, Giroud hizo el 2-1 tras un excelso centro de Griezmann y Kane perdonó desde los once metros a diez minutos para el final. El miércoles se medirá a Marruecos por un puesto en la final. Analizamos, uno por uno, la actuación de los galos.

Lloris: en el día en el que superaba a Thuram como el jugador con más internacionalidades de la historia de Francia (143), el portero del Tottenham fue decisivo en el primer tiempo. Estuvo rápido en un mano a mano con Harry Kane y después se lució en un buen disparo de Henderson. En el segundo tiempo, retrasó el primer gol inglés con un paradón a Bellingham, pero poco pudo hacer en el primer penalti de Kane. En el segundo, adivinó el lado, pero el disparo del delantero se marchó por encima de la portería.

Koundé: estuvo a un gran nivel en el primer tiempo. Foden no pudo superarle ni una sola vez y sus coberturas a Varane en los centros laterales evitaron varias jugadas de peligro de los ingleses. Con balón, también estuvo correcto, generándole ventajas a Dembélé en la derecha. En el segundo tiempo no sufrió tampoco y completó una actuación completa en líneas generales.

Varane: el mejor central francés de la noche. Cuando Upamecano salió de zona, el del United le hizo continuas coberturas y aguantó a Harry Kane a diferencia del jugador del Bayern. En el primer tiempo, estuvo brillante en todos los centros laterales y situaciones peligrosas. En el segundo tiempo, no tuvo responsabilidad alguna en el gol de Inglaterra y fue, junto a Koundé, el defensa francés más contundente del partido.

Upamecano: muy nervioso. Es cierto que en el gol de Mbappé todo nace de un robo suyo a Saka y una posterior continuación de jugada, pero Harry Kane le barrió en el primer tiempo, sobre todo en la oportunidad que saca Lloris a bocajarro. Se jugó un penalti que por milímetros no se lo pitaron al ser la falta fuera del área. En la segunda mitad, sufrió otra vez con un huracán llamado Harry Kane que le puso en complicaciones. Se jugó otro penalti, esta vez a Bellingham, que por los pelos no se pitó.

Théo Hernández: empañó su buen primer tiempo con un penalti absurdo sobre Mount en una jugada en la que, a priori, le tenía ganada la posición. Estuvo correcto en la primera mitad, frenando a Saka. Pero en el segundo, cuando el del Arsenal empezó a trazar jugadas de peligro, le costó mucho más tapar su espalda.

Tchouaméni: como Theo Hernandez, deslustró su golazo en el primer tiempo con un penalti clarísimo sobre Saka. Adelantó a la campeona del mundo con un disparo espectacular, de esos a los que nos acostumbró durante dos temporadas en el Mónaco. Taponó, de maravilla, las continuas acometidas inglesas, pero por culpa del penalti no se le puede poner un sobresaliente.

Rabiot: un box to box total. Tener a Tchouaméni por detrás le permite moverse constantemente en campo rival. Tuvo una pérdida peligrosa en el primer tiempo, pero en líneas generales su rendimiento fue similar al que venía mostrando a lo largo de todo el Mundial. Fue un oxígeno para Theo Hernández en defensa cuando Buyako Saka empezó a encararle. Está a un nivel maravilloso.

Griezmann: la historia le debería colocar como uno de los cinco mejores jugadores de la historia de la selección francesa, como mínimo. Con su asistencia a Giroud, el descomunal jugador del Atlético de Madrid se convirtió en el máximo asistente histórico de Les Bleus, con 28 pases decisivos, superando a una leyenda como Henry. Está en todas partes. Hace de mediocentro, ineterior, volante, delantero o mediapunta. Un jugador de culto que está a un nivel extraordinario.

Dembélé: aunque comenzó muy sereno el partido, generando una oportunidad clara de Giroud, su partido fue de más a menos y terminó si enterarse de cuál era su rol en el campo. Eso sí, el gol de Giroud viene precedido por un córner que había generado con un pase con la cabeza al delantero del Milan. Acabó sustituido por Coman.

Mbappé: fue, sin duda, su actuación más irregular en todo el Mundial, condicionada por el soberbio planteamiento inglés. Walker no se separó de él en todo el partido y tenía a tres rivales, como mínimo, cada vez que recibía el balón. En el primer tiempo, envió a las nubes un remate franco en el área con la pierna izquierda y, en el segundo, generó varias llegadas de peligro, aunque ninguna clara. No necesitó Francia su mejor versión.

Giroud: sigue haciendo historia. Pese a que no fue su mejor partido, siendo inferior en el juego aéreo a Stones y Maguire, necesitó una sola jugada para ser decisivo y seguir agrandando su leyenda como máximo goleador histórico (ya son 53 goles los que suma). Aprovechó un gran centro de Griezmann para hacer el 2-1 en el marcador. Ya son cuatro goles los que suma en el Mundial.

Coman: fue el único cambio que efectuó Deschamps en todo el partido. Dembélé no estaba bien y el seleccionador intentó tener más acierto en los metros finales. Apenas le dio tiempo a tocar balones, ya que Francia, una vez que marcó Giroud el 2-1, se cerró y amarró la victoria en un ejercicio extraordinario de supervivencia.