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Gabriel Jesús

Gabriel Jesús

De pintar las calles a cumplir la promesa a su madre

El brasileño soñaba ser futbolista profesional mientras pintaba las calles para ganar dinero mientras se jugaba el Mundial de Brasil 2014. Pocos meses después, Gabriel irrumpió en el fútbol profesional y marcó muchos goles, todos ellos se los dedica a su madre.

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Gabriel Jesús es un jugador que fichó por el Arsenal en último mercado de fichajes. Nació el 3 de abril de 1997 en Sao Paulo, Brasil. Ha sido importante con el Manchester City, con la Selección de Brasil y ha empezado con buen pie en su nuevo club. Detrás de su éxito, hay una gran historia de superación.

Desde los 5 años se pasaba los días jugando al fútbol callejero. Su ídolo era Ronaldo Nazario y soñaba con poder dedicarse al fútbol profesionalmente. Su familia era muy pobre, creció junto a sus tres hermanos en el norte de la ciudad brasileña.

A los 8 años, el pequeño Gabriel atravesó un bosque peligroso junto a un amigo para hacer las pruebas del Pequeninos de Meio Ambiente, un equipo de la ciudad. Las instalaciones se situaban junto a la Prisión Militar Romao Gomes.

Desde el primer entreno con el equipo, los entrenadores se dieron cuenta que era un chico con mucho talento. Dejaba hasta la última gota de sudor en el campo y todos sus compañeros querían jugar con él. La disciplina era su valor principal, y era un gran profesional desde pequeño.

A los 14 años, Gabriel Jesús quiere dar un paso e intentar luchar por un puesto en un equipo más profesional. Empezó a jugar por las ligas de la ciudad, haciendo pruebas en muchos equipos. Un ojeador vio al joven brasileño y le fichó para el Palmeiras, el equipo más grande de la ciudad. Era el comienzo de un sueño.

En 2014, Gabriel Jesús pintaba las calles de Brasil para el Mundial que se celebraría ese mismo año. Con 17 años, necesitaba dinero para su familia y trabajaba en la calle mientras soñaba con estar algún día en un Mundial como sus ídolos.

Ese mismo año, hizo su primera gran aparición en el fútbol profesional. Debutó en el primer equipo de Palmeiras. En la primera temporada, marcó 5 goles totales. En la siguiente temporada, la leyenda del joven Gabriel crecería. Marcó 21 goles en todas las competiciones y Palmeiras ganó el campeonato nacional tras 22 años de sequía.

El brasileño se despidió llorando tras ganar la liga mientras los hinchas de Palmeiras le dedicaban un cántico personalizado: "Gloria, gloria, aleluya... es Gabriel Jesús". Hizo historia en el club en tan solo 2 temporadas.

Su historia de superación viene marcada por un gesto: su celebración. Cada vez que marca un gol, camina hacia un córner y hace el gesto de coger un teléfono y contestar. La llamada de teléfono imaginaria es de su madre, a la que le dedica todos los goles.

"Cada vez que hago un gol para mi club, mi madre me llama. Tan pronto como la pelota toca la red, el teléfono suena. No importa si ella está en casa, en Brasil o si está en el estadio mirándome. Me llama cada vez. Así que corro hasta el banderín del córner, pongo mi mano en la oreja y digo "Hola, mamá"", comentó el jugador para The Players Tribune.

La madre del futbolista trabajó muy duro para sacar adelante su familia. Intentaba ir a verle jugar cada partido, incluso en la favela de Sao Paulo. Le dio una educación magnífica para que no se dejase llevar por los vicios y malos hábitos de un barrio pobre, pero nunca le privó de luchar por su sueño. A veces lo máximo que podía conseguir para sus hijos en un día era una gaseosa y un bocadillo para 4 personas.

En 2016, gana el oro en los Juegos Olímpicos de Río. Marca 3 goles y grandes de Europa se fijan en él. Después de la competición, el Manchester City le ficha pagando 36 millones de dólares, una cifra muy elevada para su valor de mercado.

En 2018, juega su primer Mundial, cumple el sueño de aquel joven Gabriel que pintaba las calles en 2014. En tan solo 4 años, su vida había cambiado por completo. Al año siguiente, Brasil gana la Copa América y el delantero marca 2 goles en 6 partidos.

Con el equipo dirigido por Pep Guardiola, marca 95 goles en 236 partidos, un registro notable para el conjunto celeste. Cerró etapa con el City ganando hasta 4 títulos de Premier League. El brasileño ha conseguido muchos trofeos, pero la mayor victoria de todas ha sido a la vida. Pasión y disciplina.

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