El último candombe uruguayo

El 6 de julio de 2010, Uruguay estuvo a punto de colarse en una final de un Mundial, 60 años después del Maracanazo. Una generación en su plena efervescencia capitaneada por Forlán y otra que venía pegando fuerte, ya con 23 ó 24 años, se complementaron a la perfección durante todo el campeonato de Sudáfrica y sólo un poco de mala suerte, el acierto de Robben y malas decisiones de un árbitro uzbeco le impidieron jugar la final contra España.

Acabó cuarto pero esa generación acabó de explotar un año después, ganando la Copa América en Argentina. Y de ahí hasta hoy. Los Muslera (36 años), Godín (36), Cáceres (35), Cavani (35) y Luis Suárez disputan su cuarto Mundial en Qatar. Todos en sus últimos años en la élite. El último baile o mejor dicho ‘El último candombe uruguayo’. La evolución en la selección charrúa ha hecho que de nuevo confluyan varias generaciones en Qatar y Diego Alonso intenta vertebrar ese equipo que sueña con, al menos, repetir semifinales.

Con la irrupción de los jóvenes, algunos de ellos ya no son indiscutibles en los onces pero junto conforman el alma de esta selección celeste que ha caído en el grupo de la muerte. El físico, obviamente, ya no es el mismo, pero el ‘Tornado’ quiere aprovechar los mejor minutos de cada uno.

Quizá por esto, movió cielo y tierra para llevarse al Mundial al Profe Ortega, quien debe manejar a un tercio de los jugadores del plantel con más de 30 años ya que Sosa (36), Vecino (32) y Coates (31). “Lo fundamental es individualizar las cargas”, asegura el preparador físico de Uruguay y del Atlético. “Lo más importante no es la edad sino rescatar el buen rendimiento que ellos tienen en sus clubes... Obviamente no es lo mismo venir de jugar en España que en Brasil”, admite Ortega.