El león que sufrió ‘bullying’ y pudo jugar con Italia
Alfred Gomis es portero de Senegal y el mediano de una familia con tres guardametas profesionales. Creció en el Torino y cambió de selección por una visita a un pabellón de esclavos.
Hay experiencias que impactan tanto que la huella que dejan cambia la manera de ver la vida para siempre. Le pasó a Alfred Gomis. El portero del Rennes y de la selección de Senegal -parte, en principio como suplente de Edouard Mendy- creció en el Piemonte italiano pero visitó con 16 años Dakar y allí, en una excursión a un pabellón donde se alojaba en precario a cientos de esclavos antes de embarcarlos hacia América, tomó la determinación de no perder sus raíces. Una revelación que le llevó a jugar con Senegal aunque era un guardameta bien considerado en el Calcio hasta el extremo de haber sido citado incluso por la Azzurra en categoría Sub-21. Alfred, Alfredo como le conocen sus amigos italiano, decidió ser un León del Teranga senegalés y con ellos disputará desde hoy el Mundial.
Un león que comienzó siendo un patito feo. De niño era regordete y eso generaba comentarios hirientes. Su papá, Charles, favorecía la integración de la comunidad senegalesa y africana en el Piemonte italiano con la asociación Manko. Esa fue la pasarela por la que logró llevar a su familia desde Senegal a Italia. “Para sacarnos adelante a mí y a mis tres hermanos dio prácticamente su vida”, cuenta el propio Alfred en una emotiva carta a su padre, ya fallecido, en su Instagram. Aunque él no utiliza la palabra, deja entrever que sufrió de alguna manera bullying. “Cuando era un ‘patito feo’ y todos se burlaban de mí, tú eras el único que siempre creyó en mí”.
La crueldad infantil dejó paso a la inquietante sombra del racismo. Gomis, en una entrevista hace no mucho en el Corriere dello Sport, ejemplificó cómo es estar en su piel. “Aunque soy y me siento italiano, siempre hay a veces pequeñas cosas que te perturban. Cuando entro a una discoteca, me doy cuenta de cambian su manera de mirarme, pero todo vuelve a la normalidad cuando me oyen hablar el idioma perfectamente. No es una cuestión de racismo, es un problema derivado de esta situación política actual que lleva a la gente a no considerar otras culturas y a aumentar sus prejucios”.
Dicen que el racismo y la xenofobia se cura viajando. Si nos creemos ese pensamiento tan optimista de la naturaleza humana, habría que ampliarlo también con la lectura como medicina. No es el de los libros un campo en el que suelan adentrarse demasiado los futbolistas (Luis Enrique, por ejemplo, sí era de los pocos de La Roja que echaban lecturas a su petate para las concentraciones) y menos que lo hagan abiertamente. Alfred Gomis no es uno de esos casos. Le gusta leer, mucho. Especialmente las biografías y de vez en cuando pide consejos a sus followers en redes sociales. Hace poco uno le envió la del rapero Tupac Shakur.
Es Gomis un portero inusual desde su propia carrera. Su hermano mayor Lys le desbrozó una parte del camino porque fue el primer portero de raza negra en la historia de la Serie A. Un hito que ocurrió antes de ayer como el que dice, en 2013. Una señal inequívoca de lo que hablaba precisamente Alfred, los prejuicios. Alfredo contribuyó con su parte, cuando fue llamado por la Sub-21 de la Azzurra aunque posteriormente renunciaría a la nazionale por Senegal. Lo curioso es que su hermano Lys también es internacional senegalés... pero su otro hermano, Maurice, juega para Guinea-Bissau porque la familia también tiene orígenes allá. Tres hermanos porteros en dos selecciones nacionales diferentes. Alfred quería ser un León de Teranga y como tal acudió al pasado Mundial de Rusia y ganó la Copa de África 2021. Hoy empezará el torneo, en principio, como escudero de Mendy desde el banquillo contra una Holanda en crisis de porteros. Qué ironía.