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El joven centrocampista nació en un campo de refugiados en Angola y tuvo una vida llena de baches: incendios, guerras... Nunca perdió su caracteristica sonrisa y logró cumplir lo que le prometió a sus padres, triunfar en el fútbol y ganar títulos.
Eduardo Camavinga es un jugador del Real Madrid que nació el 10 de noviembre de 2002 en Angola. Es uno de los jóvenes más prometedores del fútbol internacional, pero hasta llegar al club de sus sueños, tuvo que pasar una infancia llena de baches. Huyó de una guerra, de un incendio, se crió en los suburbios...
Sus padres, Celestino y Sofía, ambos de origen congoleño, abandonaron el Congo poco antes de que naciese Camavinga. El actual centrocampista del Madrid nació en un campo de refugiados de Angola. Desde el minuto 1 del partido de la vida fue todo un luchador. Estaba aún en el vientre de su madre cuando tuvieron que escapar de una dura guerra (RD Congo).
En 2003, la familia se traslada a Francia para intentar tener una vida más feliz. Comenzaron su nueva etapa en Lille, pero luego se trasladaron a los suburbios de Fougères. Desde que era muy pequeño, se le dieron bien los deportes. Empezó practicando judo, pero luego cambió su pasión y se decidió por el fútbol.
En 2009, sus padres le apuntan a su primer equipo de fútbol base. Con tan solo 7 años, el pequeño Eduardo comenzaba su carrera en el Drapeau-Fougères, el equipo donde jugó su padre. Empezó a destacar muy pronto. El entrenador le ponía de defensa y comenzó a perfeccionar sus entradas y robos. Tenía un gran golpeo y llegaba muy bien a área contraria, por lo que era un jugador muy completo (algo muy difícil de ver en niños tan pequeños). Bueno en el ataque y bueno en la defensa, pasó a ser centrocampista.
Cuando tenía 10 años, la vida de su familia iba a cambiar por completo. Un gran incendio quemó su casa y perdieron todas sus pertenencias. No se podía recuperar nada del hogar, fue un siniestro total. Al ser una familia con padres inmigrantes, no tenían apenas ahorros ni podían disponer de ayudas para reconstruir su vida.
Los vecinos les ayudaron mucho durante el proceso de buscar una nueva casa. Les donaron ropa, muebles, electrodomésticos... Celestino le dijo una frase a su hijo que quedaría grabada en su cabeza: “Eduardo, ahora eres tú la esperanza de la familia, el que tiene que levantarla”. Tenía un gran peso en su espalda y una presión enorme para tener apenas 10 años.
En 2013, Camavinga ficharía por la cantera del Rennes. El sueño poco a poco se iba cumpliendo y empezó a destacar desde su llegada. Con tan solo 16 años, sube al segundo equipo del club francés, donde sorprende su madurez personal y deportiva. Fue cogiendo galones y en 2019, comienza a ir convocado con el primer equipo.
El 6 de abril de 2019, debutó en la Ligue 1 contra el Angers. Se convirtió así en el jugador más joven en debutar con el club en partido oficial (16 años, 4 meses y 27 días). También, fue el jugador más joven en disputar el campeonato francés superando la anterior marca de Mbappé con el Mónaco. Se empezaba a consagrar la leyenda de Camavinga, uno de los jóvenes con más talento del mundo. Marcó su primer gol con el Rennes vs Lyon, dando la victoria a su equipo a tan solo un minuto del final (15 diciembre 2019).
Juega en total 88 partidos con el club francés, en los que metió un total de dos goles y repartió cinco asistencias. Además, debuta con la Selección de Francia en septiembre de 2020, cuando ni siquiera era mayor de edad. Consigue marcar su primero gol en un amistoso contra Ucrania.
El 31 de agosto de 2021, conseguiría cumplir su sueño. En las últimas horas del mercado, el Real Madrid llamó a su puerta y fichó al joven centrocampista por 31 millones de euros. Cumplió lo que le prometió a su padre y jugaría en uno de los clubes más grandes de la historia.
En su primera temporada con el Real Madrid logra ganar cuatro títulos. LaLiga, la Champions, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa. El francés fue clave para la consecución de los trofeos, adoptó un papel de revulsivo que ayudó a revolucionar los partidos. Cada vez que entraba en Champions, el Real Madrid subía la intensidad y remontaba las eliminatorias. Además, gana también la UEFA Nations League con su selección. Con 19 años, ya puede presumir de un gran palmarés.
En 54 partidos con el Real Madrid, Camavinga ha logrado marcar dos goles y dar dos asistencias. Está aprendiendo mucho de Kroos y Modric, dos leyendas del fútbol a los que les queda poco para retirarse. Asimismo, comparte centro del campo con su compañero de selección, Tchouaméni, con el que se entiende a la perfección.
Nada pudo parar el sueño de Camavinga de ser futbolista profesional. Ni incendios, ni guerras, ni problemas económicos... Siempre tiene una sonrisa en el rostro, y esta actitud ha sido el motor para conseguir ganarle el partido a la vida.
