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QATAR 2022 | THIAGO SILVA

De descarte del PSG a cacique de Brasil con 38 años

Thiago Silva se ha convertido en uno de los mejores centrales del Mundial. Su dupla con Marquinhos está siendo un telón de acero en la selección brasileña.

Doha (Qatar)
DOHA, QATAR - DECEMBER 05: Thiago Silva of Brazil during the FIFA World Cup Qatar 2022 Round of 16 match between Brazil and South Korea at Stadium 974 on December 5, 2022 in Doha, Qatar. (Photo by Richard Sellers/Getty Images)
Richard SellersGetty

Thiago Silva tiene 38 años, pero juega como si hubiera cumplido recientemente los 25. El central está rozando la perfección en el Mundial después de que hace no mucho su retirada pareciera una cuestión de tiempo. Brasil ha encajado dos goles en todo el torneo, contra Camerún sin él en el campo y ante Corea en octavos, y su dupla con Marquinhos, indestructible, hacen de la canarinha un equipo sólido, rocoso y sin fisuras defensivas.

De aquel central que tenía la etiqueta de blandito en las citas importantes, de aquel defensa que no quiso renovar Leonardo después de haber llevado al PSG a su primera final de Champions, de aquel futbolista que decían que desaparecía en la fase final, no hay rastro alguno. Thiago Silva, que es el segundo jugador más veterano en tener minutos en un Mundial, con 38 años, récord que superó Alves contra Camerún, ha tenido una ascensión fulgurante en apenas dos años.

En agosto de 2020, justo después de haber sido trascendental para que el PSG llegara a su primera final de Champions, Leonardo le comunicaba que no iban a ofrecerle una oferta de renovación. Aquello parecía el fin de Thiago Silva, pero el Chelsea le fichó días después. La llegada de Tuchel, con el que había coincidido en París meses antes, fue clave para que recuperara su mejor nivel. No solo se erigió como un líder en el eje de la zaga, sino que ganó la Copa de Europa, ese torneo que tanto se le resistía en la capital francesa, como mariscal de una línea de tres centrales que fue un camión sin frenos en su camino hacía la máxima competición continental.

De la amargura de París a la gloria en Londres, Thiago Silva quiere poner el broche final a una carrera repleta de éxitos con la consecución del Mundial. En 2014 no estuvo presente en el ‘Mineirazo’ de Alemania por acumulación de tarjetas y en 2018, después de una temporada complicada por las lesiones, no llegó en su plenitud física a Rusia y sucumbió en los octavos contra Bélgica. Ya con 38 años, en una edad en la que los jugadores suelen estar retirados o en países de Oriente Medio para cerrar el círculo, el exjugador del PSG es el paradigma de la solidez que representa la Brasil de Tite.

En lo que llevamos de Mundial, la canarinha ha recibido dos goles, uno con Thiago Silva en el campo, ante Corea en los octavos de final. Su complicidad con Marquinhos es total. Tal es la confianza del central del Chelsea que se atreve a subir al ataque e incluso dar asistencias, como el maravilloso pase para Richarlison que supuso, el pasado lunes, el tercer gol de los cuatro que marcó la pentacampeona del mundo ante la débil Corea.

No sé si estoy en el mejor momento físico de mi carrera, pero mentalmente sí. Es muy fácil jugar con Marquinhos. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y es un lujo tenerle, está siempre bien colocado y me ayuda mucho”, reconocía, con una sonrisa de oreja a oreja, Thiago Silva a AS en la zona mixta del 974 Stadium tras haber goleado a Corea. Junto a Marquinhos, capitán del PSG con el que jugó muchos partidos en la capital francesa, forma una de las mejores parejas, sino la mejor, de centrales de todo el Mundial.

Sus números en el torneo ponen de manifiesto su importancia en la Seleçao. Acumula un 93 % de acierto en el pase, roza el 70 % en éxito de pases en largo (67 %) y también tiene un 67 % en duelos, tanto aéreos como con el balón en juego. Su gran estado físico, además, es fruto de la ausencia de lesiones. La última que tuvo, en enero de 2021, apenas le dejó siete días en el dique seco. Es, probablemente, uno de los mejores momentos de la carrera de Thiago Silva, que no se pone límites y, a pesar de sus 38 años, se ve con opciones de seguir más años en la élite.