Conejo respalda a Keylor

A Luis Gabelo Conejo (1960, San Ramón, Costa Rica) no le gusta mucho el foco, prefiere mantenerse alejado. Nos lo advierte. “Es una excepción”, explica al acceder a atender a AS. Es momento para otros piensa, aunque sigue al pie de cañón en otra Copa del Mundo, defendiendo a Costa Rica. Lo hace desde el cuerpo técnico, donde desempeña el puesto de preparador de porteros desde el Mundial de Francia en 1998. “Mi trabajo ha sido fantástico y muy enriquecedor, lo he disfrutado muchísimo y ahora más, porque será mi último Mundial, cierro un ciclo de muchos años en la Federación, han sido seis Mundiales mayores y varios menores”, cuenta la leyenda tica.

Conejo es un pionero en Costa Rica, participó en el histórico debut del país en su primera Copa del Mundo en Italia 90, donde el nombre del por entonces portero de Ramonense empezó a resonar en Europa gracias a aquella mágica tarde contra Escocia. Costa Rica se clasificó para la segunda fase amparada en la extraordinaria actuación del portero, que fue elegido uno de los dos mejores de aquella Copa del Mundo por France Football. “Fue una linda experiencia, con mucho aprendizaje en lo personal y en lo colectivo para una selección que hizo historia”, subraya. Y apareció el Albacete, firmó por el club manchego para proclamarse campeón de Segunda e iniciar la etapa dorada del Queso Mecánico en los inicios de los 90. Conejo es una leyenda en Albacete por sus paradas y también por haber recomendado después el fichaje de Keylor Navas.

“Lo más importante que me queda de Albacete es la cantidad de amigos que dejé para siempre allí y con los que todavía sigo en contacto”, relata emocionado. Mandó a Keylor a Albacete y con él construyó una relación muy especial. Casi nadie le conoce mejor. “Está en muy buena forma y confiamos plenamente en él, es un portero y una persona espectacular, eso está más que demostrado”, respalda con seguridad Conejo al ser preguntado por la inactividad que sufre en el PSG. El cuerpo técnico tico ha estado en contacto con su pilar en la portería, el último obstáculo que tendrá que sortear España el miércoles, observando lo que le ha tocado vivir en París últimamente. Una campaña atípica, de momento, sin haber jugado ningún partido. “Será un partido especial, a España la tengo mucho cariño y admiración. Será complicado para nosotros, pero no solamente la selección de Luis Enrique, también Japón y Alemania”, confiesa antes de detenerse en Unai Simón. “Le seguí, es joven aún, pero confirma todo lo que se le observó en el proceso de las inferiores, ha demostrado por qué es el número uno de España”, sentencia.