QATAR 2022 (1/8) | ARGENTINA - AUSTRALIA
Canguro Messi
Argentina quiere dar el salto definitivo ante Australia. Duda de Scaloni: Di María tiene una sobrecarga, eso le da opciones de entrar al Papu.
Cuentan que Australia hizo la vista gorda en 1993 cuando Diego Armando Maradona jugó allí el playoff mundialista ante su selección. Los que poseyeran antecedentes penales por asuntos relacionados con la droga tenían prohibida la entrada al país, pero con Diego llegó la excepción. Argentina empató y después remató a los aussies en el encuentro de vuelta en el Monumental. Es el antecedente más cercano a un Mundial que jamás hayan tenido argentinos y australianos, que hoy se miden en Doha por un puesto en cuartos de final (sigue el partido en directo en AS.com).
Argentina ha crecido en torno a la figura de Messi. El salto de calidad del equipo, como si se tratara de un canguro, nunca mejor dicho ante Australia, ha sido también el salto de calidad de Messi. El crack les salvó ante México y trajo la paz necesaria como para liderar al grupo ante Polonia. Además, con 22 partidos mundialistas ha superado a Maradona.
Argentina respiró de alivio y ahora ve el futuro de otra manera. No le asusta Australia ni tampoco un hipotético cruce ante Países Bajos o EE UU. En el horizonte asoma, eso sí, Brasil. En eliminatorias mundialistas la Albiceleste se transforma. Superó seis de las ocho veces que jugó los octavos, aunque no sin sufrimiento. La mitad de sus partidos acabaron en prórroga.
Querrá evitar eso Scaloni tras quedar muy satisfecho ante Polonia. Enzo Fernández le da una gasolina necesaria al mediocampo y la única duda es Di María, que está algo sobrecargado. Papu Gómez ocuparía su lugar si es preciso.
Australia se encuentra en estas cotas tan altas del torneo por segunda vez en su historia. En la anterior, en 2006, cayó ante la futura campeona del mundo, Italia. Lo que parecía imposible hace unos meses antes del playoff ante Perú es ya una realidad: Australia está entre los mejores dieciséis equipos del mundo y quiere estarlo entre los ocho. Messi puede impedirlo. Mucho impedimento es.
