Brasil se clasifica con un bestial Casemiro y un emergente Rodrygo
Brasil venció por la mínima a Suiza con un extraordinario gol de Casemiro y Rodrygo fue decisivo con su entrada en el segundo tiempo. Ya está en octavos de final del Mundial.
La selección brasileña venció por la mínima a Suiza con un extraordinario gol de Casemiro y certificó su pase a octavos de final del Mundial. La canarinha controló el partido de principio a fin, apenas tuvo altibajos y el oficio del equipo fue suficiente para doblegar a un buen rival. Repasamos uno por uno la actuación de los de Tite en la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial.
Alisson: un espectador en el terreno de juego. Salvo una jugada en la que estuvo cerca de liarla con los pies, el resto del partido lo pasó como figurante.
Militao: imponente, rápido al corte y sólido en la salida de balón. Si había alguna duda con su posición de lateral derecho, se disipó con su buen partido ante Suiza. Además, estuvo muy sólido en todos los duelos que tuvo con Rubén Vargas, excelente extremo izquierdo helvético. Si sigue a este nivel, va a ser muy difícil sacarle del once.
Marquinhos: da una seguridad espectacular a pesar de no tener trabajo. Mientras que Thiago Silva se emparejó con Embolo, el defensa del PSG era el que le hacía la cobertura continuamente. No perdió casi ni un solo duelo y apenas sufrió ante una Suiza que se pasó la mayoría del tiempo en su campo.
Thiago Silva: un jerarca. No tuvo ni un altibajo con Embolo, delantero fuerte y fornido que te pone en serias dificultades porque te obliga a chocar. Él no chocó, sino que esperó su fallo y le puso en serias dificultades, pese a dos faltas en el primer tiempo que tendían a imaginar lo contrario. El defensa, de 38 años, está de dulce.
Alex Sandro: es, probablemente, el defensa con menos cartel, pero uno de los que más trabajo hace en la sombra. Muy fiable en defensa, correcto en ataque, tiene una virtud muy importante en el fútbol y es que no se pone nervioso en ninguna situación.
Casemiro: el héroe del 974 Stadium. Cuando el partido estaba abocado al empate a cero, apareció con un remate primoroso para darle la victoria a su selección. Sin balón, fue un rodillo. Con balón, no se complicó ni una sola vez y añadió a su repertorio un extraordinario tanto que certifica el pase a los octavos de la canarinha.
Fred: en una posición de interior, más adelantada de lo habitual para él, estuvo incómodo. No generó ventajas para Raphinha en el flanco derecho y eso obligó a Tite a mover ficha, metiendo a Guimaraes, que indudablemente rindió mejor que él, en el segundo tiempo. No termina de acoplarse con Tite.
Raphinha: fue de más a menos. Generó dos centros de peligro en el primer tiempo, pero no fue su mejor día. Apenas le generó ventajas Tite y tuvo un hueso duro de roer como Ricardo Rodriguez. En el segundo tiempo, cuando ya sus piernas no respondían, Antony ingresó en su lugar.
Paquetá: desubicado. Esa es la palabra para definir el partido de Paquetá. No hizo de mediapunta ni tampoco de mediocentro. Retrasó continuamente su posición en la banda izquierda para intentar combinar, pero ni con esas encontró comodidad. En el 4-3-3 de Tite siempre recibió de espaldas y apenas pudo filtrar pases entre líneas.
Vinicius: eléctrico y rápido, pero con problemas en el último toque. Le anularon un gran gol que hizo en el ecuador del segundo tiempo en la que fue la jugada de más peligro que tuvo en sus botas. El lateral derecho suizo, Widmer, fue un dolor de muelas para él. Intentó asumir la responsabilidad sin Neymar, pero Suiza dejó muy pocos espacios.
Richarlison: desaparecido del mapa. Suiza le puso un cerrojo y los dos centrales helvéticos le ganaron todos los duelos. Fue un partido similar al del debut contra Serbia, con la particularidad de que esta vez no tuvo ni una sola opción para engordar sus cifras. Entró Gabriel Jesus en el segundo tiempo ante su inoperancia ofensiva.
Guimaraes: mejoro ostensiblemente la primera parte de Fred, aunque situado en el doble pivote y no como interior. Es una brújula. Antes de recibir, ya sabe cuántos rivales tiene a su alrededor y a dónde tiene que orientar la pelota para generar ventajas. Debería ser titular en el último partido contra Camerún.
Rodrygo: su entrada fue clave para allanar el camino de la victoria. Actuando de segundo punta, en la posición en la que suele jugar Neymar, el delantero del Real Madrid agitó constantemente los ataques de Brasil. Asistió a Casemiro en el 1-0 y tuvo en sus botas una oportunidad para haberse estrenado en un Mundial. Un revulsivo de lujo para Tite.
Gabriel Jesus: mucho más activo que Richarlison, aunque tampoco sin efectividad en los metros finales. Se movió constantemente por todo el frente de ataque, combinó con Vinicius y Antony y fue clave para abrir a la férrea defensa suiza. Pide a gritos más minutos, aunque enfrente está Richarlison, el hijo predilecto de Tite.
Antony: entró por Raphinha y apenas pudo tener situaciones clara para generar peligro.
Alex Telles: ingresó por Alex Sandro para aguantar la posesión del balón y cumplió perfectamente su rol. No se incorporó al ataque y evitó que Shaqiri generara peligro.