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QATAR 2022 | ALEMANIA

Alemania se rebela contra la FIFA: “Una demostración de poder sin precedentes”

Alemania resume el sentir por la medida contra el brazalete aroíris de los equipos que estaban dispuestos a portarlo. “Lo sentimos como una censura”, afirma la Federación germana.

Doha
Bernd Neuendorf y Oliver Bierhoff.
picture allianceGetty

Se cumplió la amenaza. Neuer, capitán alemán, había mantenido su promesa. Su intención era llevar durante el mundial el brazalete arcoíris de la campaña “One Love” como reivindicación a favor del colectivo LGTB. Era un desafío claro al país organizador del Mundial, Qatar, donde hay carencias en cuanto a libertades y derechos para varios colectivos. La homosexualidad está penalizada. Neuer declaró hace dos días que mantenía su promesa y portaría la cinta arcoíris en el primer partido contra Japón. Mediado el lunes FIFA emitió un comunicado en el que amenazaba con sanciones deportivas a cualquier portador de un brazalete que no fuera los distribuidos por FIFA. Así, Neuer podía ver una cartulina amarilla antes de que comenzase el partido. Un riesgo ya intolerable y una maniobra oscura.

Bernd Neuendorf, presidente DFB, resume el sentir alemán y el de otros equipos que, inmediatamente, han tenido que desistir de su idea. Nadie llevará el famoso ya brazalete arcoíris. “Fue una clara amenaza contra nosotros. Nos amenazaron con sanciones deportivas. Fue una demostración de poder sin precedentes por parte de la FIFA. No queremos pelear esta batalla cargando a nuestros jugadores”, argumentó el dirigente. Mientras, Oliver Bierhoff, team manager germano y todavía más cercano a los jugadores expresó el sentimiento de su capitán. “Neuer está muy decepcionado por no poder usar el brazalete. Esto ya no tiene que ver con el fútbol. Hay mucho enfado. Lo siento como una censura. El brazalete nos lo pueden quitar, pero aun así expresaremos nuestros valores”, sentenció el exdelantero centro.

Neuer había explicado que este Mundial “es un experimento”, alegando que se iban a observar varias muestras de apoyo a los derechos humanos, esto iba más allá de su brazalete. Era una oportunidad para dar voz a muchos colectivos. Todas esas aspiraciones han sido cercenadas de primeras y de forma tajante. La FIFA se ampara en el reglamento y en que se puedan sentar precedentes para otras motivaciones, pero a nadie en Doha se le escapa dónde se está celebrando el Mundial y quién corre a cargo de todo el torneo.