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MIGRANTES DEL BALÓN | RUBÉN MARTÍNEZ

Rubén Martínez: “Si jugara en Primera o Segunda RFEF, me iría al extranjero de cabeza”

El mahonés Rubén Martínez acumula tantos éxitos como temporadas en Grecia. Su PAS Lamia, donde comparte vestuario con otros tres españoles, ha hecho historia.

El español Rubén Martínez, durante un entrenamiento del PAS Lamia

El PAS Lamia, fundado en 1964 en la ciudad homónima griega, lo pasó muy mal la pasada temporada, cuando tuvo que esperar hasta la última jornada para confirmar su permanencia en la máxima categoría de su fútbol. Nueve meses después, el club celebra el mayor hito de su historia: acabó la fase regular del torneo liguero en sexta posición y disputará por primera vez el grupo por el campeonato, que pone en juego el título de Liga y las plazas europeas. Si bien es cierto que los puntos se mantienen y es prácticamente imposible que el Lamia mejore su actual sexta posición, no sufrir por eludir el descenso ya es un éxito para un club que hace tan solo una década competía en Tercera División. “Muy feliz por la clasificación para el ‘play-off’ a falta de una jornada”, escribió en sus redes sociales Rubén Martínez (Mahón, 1989), uno de los cuatro futbolistas españoles claves en el éxito de esta temporada.

“Cuando me llamó el Lamia estaba jugando bastante con el Albacete en Segunda, pero entendí que, tanto económica como deportivamente, era una oportunidad que no podía dejar pasar”, descubre Rubén Martínez en conversación con AS. “Al principio, a mi mujer y a mí nos preocupaba el cambio de país. Sobre todo porque tenemos un niño pequeño, pero viéndolo con perspectiva demasiadas vueltas le dimos para lo bien que nos adaptamos luego”, recuerda Martínez, para quien Grecia es “como España hace 15 o 20 años”. “Pero la calidad de vida es alta. El clima es idéntico al de España, la comida es muy parecida... Se vive muy bien. Y luego, en lo futbolístico, la Superliga es una competición con todos los ingredientes para ser una de las mejores de Europa. Ahora la gente prefiere irse a países como Polonia, pero, para mí, Grecia es top”, añade.

Rubén Martínez llegó al Lamia en el mercado invernal de la temporada 2022/23 y fue clave en la salvación del equipo. Sobre todo cuando, ya en el ‘play-out’ por eludir el descenso, marcó un doblete en el estadio de un rival directo como el Panetolikos. “Cuando sales te das cuenta de que el futbolista español tiene mucho nivel. La diferencia se nota mucho, sobre todo tácticamente. Yo no he jugado en Primera en España, pero sí en Segunda y en Primera RFEF, y la Primera RFEF está llegando a un nivel muy alto. Ahora que estoy en Grecia, me pongo partidos del Albacete y los jugadores vuelan. El futbolista español tiene esa mezcla de calidad y saber qué debe hacer en cada momento y eso fuera se valora mucho”, analiza Rubén Martínez, que comparte vestuario con David Simón, que ya estaba en el equipo cuando él llegó, Omar Santana y Carlitos López, cuya venta al Astana de Kazajistán se anunciará esta semana.

Grecia, el paraíso de las bengalas

A pesar de que acaba de cumplir 34 años, Rubén Martínez se mantiene en forma y eso le ha permitido ser un jugador importante en la mejor temporada de la historia del PAS Lamia. El español ha jugado 19 partidos (18 como titular) en los que ha marcado tres goles y dado una asistencias. “El fútbol está cambiando y los jugadores cada vez nos cuidamos más. Mis datos del GPS son ahora iguales o mejores que hace cinco años. Yo era el primero que antes decía: ‘Madre mía este, 34 años tiene ya, qué mayor’. Pero ahora los tengo yo y me encuentro muy bien. Los clubes se fijan mucho en la edad y creo que es algo que hacen mal. Deberían guiarse más por el rendimiento del último año porque los datos no mienten. Yo en un mes de verano no voy a convertirme en un futbolista totalmente distinto”, defiende Martínez, que ha sabido desenvolverse como pez en el agua en Grecia: “Hay diferencias. Por ejemplo, en los centros al área en España te sujetan todo el rato y aquí pierden un poco más las marcas. Eso a mí me beneficia. Si te mueves como un ratoncillo te acaba cayendo algún balón de vez en cuando”. El centrocampista de Mahón llegó a Lamia desde la Segunda División de España, pero eso no evitó que le sorprendieran los ambientes del denominado ‘infierno griego’: “Aquí los estadios son grandes, pero antiguos. Y el ambiente es mucho más caliente. La temporada pasada, en un partido en el que nos jugábamos la salvación, si no había mil bengalas no había ninguna. Y hay campos como el del Panathinaikos en los que la gente está muy cerca. Si quieren te pueden dar una colleja”.

Es verdad que el fútbol griego nunca ha estado exento de polémica -de hecho, en las últimas semanas sus partidos se han disputado a puerta cerrada-, y en muchas de ellas los presidentes han tenido un papel protagonista. “Aquí los presidentes se hacen notar, a veces les ves en el banquillo antes de los partidos”, ratifica Rubén Martínez, “pero el nuestro no dice nada, es muy tranquilo”. “El año pasado lo pasamos mal para salvarnos y vino a hablar con nosotros un par de veces. Nos exigía resultados, pero con la tranquilidad y serenidad que se espera de un jefe. Me habían dicho que en Grecia pasaban cosas raras con los presidentes, pero es algo que, al menos en mi club, no he visto”, agrega el centrocampista español, que también destaca la paciencia de los árbitros: “He visto protestas muy fuertes. No sé lo que dicen porque no entiendo muy bien el griego, pero en España, si te acercas así a un árbitro, te llevas la tarjeta 100%”.

“Si hubiese sabido lo que era jugar fuera, me habría planteado salir al extranjero mucho antes”

Rubén Martínez

Después de marcar un hito al terminar la fase regular de la Superliga griega en la sexta posición, el PAS Lamia competirá en un grupo por el campeonato junto a AEK, PAOK, Panathinaikos, Olympiacos y Aris. Durante la etapa decisiva del torneo, dichos equipos se enfrentarán nuevamente entre sí en partidos de ida y vuelta. “Personalmente el formato no me gusta. Prefiero el de España. Y si se queda corto haría tres vueltas. Porque, por ejemplo, en el ‘play-out’ el que queda primero está a 10 puntos del descenso y ya no tiene prácticamente incentivos para competir. Hay equipos para los que la competición pierde un poco de vidilla”, analiza Rubén Martínez, que no dudaría en recomendar la experiencia de salir a jugar al fútbol fuera de España. “Es complicado elegir una buena opción, pero si hubiese sabido lo que era jugar fuera, yo me habría planteado salir mucho antes. En España hay mucho nivel y si estuviera en Primera o Segunda RFEF, me iría al extranjero de cabeza. Por lo deportivo y por lo personal. Yo por ejemplo he reforzado mi inglés y mi hijo, que tiene cinco años, entiende y habla griego mejor que yo. Eso es algo que, si mantiene, ya se lleva para toda la vida”, analiza el jugador español del Lamia. “La carrera del futbolista es corta y, llegada una edad, tienes que aprovechar las oportunidades económicas. Siempre y cuando vayan acompañadas de alicientes deportivos, claro. En Grecia parece que no miran tanto la edad como en España y tenía la impresión de que podía alargar mi carrera deportiva”, sentencia.

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