Manolo Márquez, el español que compagina club y selección en India: “No tengo tiempo ni para hablar con mi hija”

Manolo Márquez (Barcelona, 1968) llegó a India en 2020 y desde entonces se ha convertido en uno de los entrenadores más valorados del gigante asiático. En 2022 consiguió que un club modesto como el Hyderabad conquistara la primera Superliga india de su historia. Un hito para el que empleó a jóvenes talentos que después se convirtieron en figuras clave de la selección nacional. Manolo Márquez dirige desde 2023 a FC Goa, lo que no fue un impedimento para que la Federación India le nombrara seleccionador tras la dramática salida de Igor Stimac. Desde entonces el español compagina club y selección, algo que define como “estresante”.

¿Cómo va todo?

Pues un poco estresado, la verdad.

¿Es exigente dirigir a un club y a una selección a la vez?

Claro, dirijo a FC Goa en la Superliga india y desde julio lo compagino con la selección india. En cuanto acaba el último partido de Liga previo al parón internacional me pongo con la selección y así estoy, que llevo cuatro meses que no tengo prácticamente tiempo para descansar. Es estresante, la verdad.

Supongo que lo de no tener tiempo cuando se compagina club y selección era algo que ya se imaginaba.

Yo ya había sonado para ser el seleccionador, pero no esperaba que la oportunidad llegara mientras dirigía también a Goa. Fue todo de repente, pero acepté porque es una gran oportunidad. India es un país al que le estoy muy agradecido porque me ha tratado mejor de lo que merezco. En la vida habría soñado con ser seleccionador nacional. Si todo va bien, cuando acabe mi contrato con Goa seré solo seleccionador y ganaré un poco de calidad de vida. Ahora es que no tengo casi ni tiempo para hablar con mi hija, que está en Barcelona.

Debe ser extraño enfrentarse a los indios internacionales. Un día son rivales y al siguiente los tiene a sus órdenes.

Claro, claro, es súper raro. El nivel de los futbolistas indios está aumentando paulatinamente en los últimos años y si a eso le sumas que soy el seleccionador y contra mi juegan extra motivados... Es una situación singular, pero no soy el único que ha dirigido simultáneamente a un club y a una selección. Recuerdo el caso de Guus Hiddink, por ejemplo, que estuvo en el Chelsea mientras era seleccionador ruso.

Hablemos de la Superliga india, que está en su 11ª temporada. Usted ha trabajado allí desde 2020. ¿Ha experimentado un aumento del nivel de la competición?

Cualquier análisis debe partir de que la Superliga india es muy joven. Se creó hace 10 años. En India ya se jugaba al fútbol, obviamente, pero este sistema de competición con franquicias empezó hace poco. Y ha cambiado mucho. Al principio trajeron a extranjeros muy famosos como Roberto Carlos, Del Piero, Materazzi, Robert Pirès, Anelka... Y poco a poco los fichajes han ido derivando a futbolistas con menos nombre pero de igual o mayor nivel.

¿El nivel del jugador indio también ha cambiado? Antes decía que ahora son mejores.

Sí, el nivel del jugador indio ha ido aumentando, aunque todavía tenemos mucho camino por delante. Desde que yo llegué, el jugador indio es mejor no solo en nivel, sino en profesionalidad. Es más profesional en temas de nutrición, de descanso, de gimnasio...

Supongo que es un tema que le preocupa más ahora que es seleccionador.

Sí, porque llegan a la Superliga jugadores con unas carencias técnico-tácticas importantes. Y eso es porque empiezan a jugar tarde. Aquí todos juegan al críquet, y los que ven que no valen para el críquet se pasan al fútbol. Deberían empezar a hacer la pirámide por abajo y sé que están en ello, pero es un país tan grande que es difícil saber por dónde empezar.

El fútbol entonces no es capaz de hacerle sombra al críquet.

No, no. El críquet es exageradamente el deporte número uno. No sé ni si el fútbol es el número dos, pero lo seguro es que, en cuanto a seguimiento, está a años luz del críquet. Que eso no quiere decir que no haya muchísima gente interesada por el fútbol. En un país con 1.500 millones de habitantes hay sitio para cualquier deporte.

¿Y a nivel selección cuáles son los objetivos que tienen por delante?

Bueno, aquí todo el mundo está pensando en cuándo podrá India ir a un Mundial. Pero ahora han aumentado las plazas de Asia y eso ha hecho que la competitividad crezca. Muchas selecciones como Siria están nacionalizando futbolistas. Jugamos contra ellos hace poco y al delantero, que es colombiano y juega en Alianza Lima, le pregunté: ‘¿Tú cuantas veces has estado en Siria?’. Y me dijo que ninguna. Eso nosotros no lo podemos hacer porque India no acepta la doble nacionalidad.

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Volviendo a la Superliga india, ¿ha mejorado el nivel de los árbitros?

No, no, no, no. El tema sigue igual. Y tienen intención de introducir el VAR, pero no parece que vayan a hacerlo pronto porque es muy caro. Los arbitrajes aquí dejan mucho que desear. Es un tema difícil de solucionar porque les cuesta interpretar el juego y controlar los partidos. El director de los árbitros ahora es Trevor Kettle, que arbitró muchos años en Inglaterra a nivel profesional, pero no sé cómo van a mejorar el nivel sin VAR. También he pensado que si lo pusieran los partidos podrían durar tres horas.

¿A nivel de instalaciones sí ha mejorado la competición?

Sí, eso siempre me ha sorprendido para bien. Evidentemente hay campos de entrenamiento que dejan mucho que desear, pero los estadios de todos los equipos están siempre en muy buenas condiciones. Una cosa que me ha sorprendido de aquí es que puede caer la mundial que el partido nunca se suspende. Los campos drenan muy bien y aunque lleve horas lloviendo el balón no se frena ni se crean charcos.

En la Superliga india nadie desciende, aunque se ha hablado de implementar el descenso a la I-League en varias ocasiones. ¿No le resta eso competitividad al torneo?

A nivel competitivo sería muy bueno incluir el descenso, pero a nivel de infraestructuras me parece imposible. Creo que el equipo que descienda desaparece. Aquí la Liga está formada por franquicias y creo que el propietario que vea a su equipo caer a la I-League desaparece del mapa. Esa es mi sensación. De hecho, en Segunda sí hay descensos y los dos equipos que han bajado han desaparecido. Los ingresos son menores y la Liga sigue siendo nacional, lo que hace que muchos gastos sigan siendo grandes.

¿La afluencia a los estadios en la Superliga india es grande?

La diferencia entre clubes es bastante grande. Te diría que incluso iba más gente a los estadios cuando había jugadores como los que he comentado antes. Roberto Carlos, Del Piero, etcétera. Aunque no sé si era por eso o porque la competición era nueva. Ahora hay dos ciudades en la que se nota que la afluencia sí es grande, que son Kerala y Calcuta. En Kerala están locos por el fútbol, hay una pasión tremenda y el Kerala Blasters llena el estadio en casi todos los partidos. De hecho es el equipo con más aficionados de toda Asia. Es bonito jugar allí.

Este año seis de los 11 entrenadores sois españoles. En la Superliga india siempre habéis dominado.

Sí, el entrenador español está de moda. Empezó todo con los éxitos de la selección en 2008, 2010 y 2012, continuó con las victorias de Real Madrid y Barcelona en Europa y ahora el interés por el entrenador y el futbolista español se ha reactivado tras el triunfo de la selección en la Eurocopa. Aquí en la Superliga india lo normal es que cada año la mitad de los banquillos estén ocupados por entrenadores españoles.

Y no es solo por el estilo; también por los resultados.

Sí, si te pones a pensar... Esta es la edición número 11 y siete de los 10 campeones anteriores estaban dirigidos por entrenadores españoles. Antonio López, (José Francisco) Molina, Carles Cuadrat, Sergio Lobera, Juan Ferrando...

Y usted, que la ganó en 2022 con Hyderabad. No sé si confía en repetir este año con Goa.

Bueno, vamos a ver. De momento lo seguro es que está siendo una de las Ligas más igualadas de los últimos años. Estamos los siete primeros en cuatro puntos y puede pasar cualquier cosa. No me gusta que haya ‘playoff’ pero el que vaya a competición asiática sea el campeón de la temporada regular, pero bueno.