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PONFERRADINA

La aventura foránea del berciano Iván Tato

Formado en la cantera de la Ponferradina, donde llegó a debutar en Segunda B, en enero dio el salto a profesional en la Primera División de Andorra tras medio año en Italia.

Iván Tato, jugador berciano, que juega en Andorra.

Iván Rodríguez Tato (Salas de la Ribera, León, 1998) se ha convertido, casi de la noche a la mañana, en un pequeño trotamundos del fútbol. Criado en la cantera de la Ponferradina, donde llegó a debutar en Segunda B siendo aún juvenil, en el último año el balón le ha llevado a Italia y a Andorra, donde el pasado mes de enero debutó como profesional en el Sant Julià.

La carrera de Tato comenzó en el fútbol base berciano, pasando por el CD Puente y el Atlético Bierzo hasta recalar con 13 años en las categorías inferiores de la Ponferradina. Con la camiseta blanquiazul fue quemando etapas hasta llegar a juveniles, cuando con 18 años le llegó su primera oportunidad para jugar con el primer equipo. El mítico técnico leonés Miguel Ángel Álvarez Tomé dirigió a la Deportiva en el tramo final de una campaña irregular y, tras contar con él en varios entrenamientos y convocatorias, le hizo debutar en el último partido de Liga frente al Tudelano en El Toralín. Un año después, ya formando parte de la Ponferradina B, Carlos Terrazas se lo llevó a Fuenlabrada, también en la última jornada, para disputar unos minutos en ese partido.

Tras dos años en el filial blanquiazul, su siguiente destino fue el CD Barco, del grupo gallego de Tercera RFEF, donde jugó dos temporadas, disputando en la última el playoff de ascenso a Segunda RFEF tras finalizar en la cuarta posición.

El salto al extranjero

Finalizada la temporada 2021-22, a Iván Tato le surge una oportunidad que llevaba tiempo planteándose: buscar fortuna fuera de España, en este caso en Italia. El Siniscola Montalbo, un humilde equipo de la Promozione (la sexta categoría del fútbol italiano) buscaba un jugador de sus características y allá que se fue el verano pasado.

A pesar de que le tentaba conocer el fútbol más allá de nuestras fronteras, la decisión no fue tan fácil: “Al fin y al cabo, dejas todo aquí por una oportunidad que es única, pero a la vez confusa, porque no sabes lo que te vas a encontrar”, confiesa. Aunque sólo estuvo media temporada en Italia, asegura que “fue suficiente para conocer su fútbol y saber la gran diferencia que hay con España: el físico. Guardo un buen recuerdo y dentro de unos años me gustaría volver a vivir la misma experiencia”.

Andorra y el fútbol profesional

Si el paso por el calcio fue tan breve es porque en enero recibió la llamada del entrenador de la Unió Esportiva Sant Julià, Pablo Huerga, para ofrecerle un sitio en la Primera División de Andorra: “Me pintó un proyecto atractivo y joven. No fue una decisión difícil, ya que estamos hablando de una categoría profesional y es una gran oportunidad para cualquier jugador”.

Su debut con el Sant Julià se produjo el pasado 29 de enero ante el Inter Escaldes, un partido que terminó con un contundente 0-6 en contra que da pistas sobre la delicada situación del Sant Julià, que ocupa la última posición en la tabla después de 19 jornadas.

Sin embargo, ni los resultados ni la clasificación han hecho mella en la ilusión de Iván Tato por seguir creciendo en el fútbol profesional: “Realmente la situación clasificatoria no es buena, pero ahora llevamos dos semanas seguidas puntuando (victoria ante el Ordino y empate contra el Penya Encarnada, sus dos rivales por eludir la última plaza). Yo creo que el equipo va para arriba. Somos un equipo joven pero con mucha proyección y sacaremos resultados positivos de aquí a final de temporada”, asegura con optimismo.