Julián Cuesta, el guardián de un Aris que busca su primer título en 54 años

Siete años. Es el tiempo que lleva compitiendo en el extranjero Julián Cuesta (Campotéjar, 1991), que se formó en la cantera del Sevilla y llegó a debutar con el primer equipo en 2013 de la mano de Unai Emery. Después fichó por el Almería y en 2017 se marchó a Polonia para jugar en el Wisla Krakow, desde donde llegó a un Aris de Salónica en el que está a punto de cumplir seis temporadas. “Cuando sales de España por primera vez piensas que te estás equivocando, pero cuando pasas un tiempo fuera te preguntas: ‘¿Por qué no hice esto antes?’. En España el Aris es un club prácticamente desconocido, pero mete 20.000 personas en el estadio cada 15 días. Además, Salónica es una ciudad espectacular y la gente te reconoce por la calle. Es un sitio en el que te sientes futbolista. Merece la pena”, descubre en conversación con AS Julián Cuesta, que luchará este fin de semana por conquistar su primer título como futbolista profesional.

Fundado en 1914, el Aris de Salónica, la segunda ciudad más poblada de Grecia, es considerado uno de los cinco clubes más grandes del país mediterráneo. Su palmarés, sin embargo, no se actualiza desde 1970, cuando logró su última Copa. “Por presupuesto, hay cuatro clubes -PAOK, AEK, Olympiacos y Panathinaikos- que nos superan y competir contra ellos es complicado. Por eso la Copa siempre es un objetivo para nosotros. Ya ha principios de temporada pensábamos que podíamos llegar a la final y así ha sido”, descubre Cuesta, que considera de vital importancia ganar un título días después de que su vecino y gran rival, el PAOK, se proclamara campeón de liga: “Cuando yo llegué aquí, el Aris acababa de regresar a la Superliga -en 2014, el club fue relegado a Tercera por problemas económicos- y luchar por entrar en Europa o ganar títulos es muy importante para generar afición en esa lucha permanente frente al PAOK. Debemos hacer que la gente se sienta orgullosa de su equipo. Hay jóvenes, y no tan jóvenes, que nunca han visto al Aris ganar un título. Queremos darles una alegría”.

Julián Cuesta llegó en 2018 a un Aris con el que acumula casi 200 partidos. El guardameta andaluz luce desde hace dos temporadas el brazalete de capitán del equipo y es uno de los futbolistas más queridos por la afición. En 2021 su actual entrenador, el griego Apostolos Mantzios, le mandó a la grada, pero Cuesta nunca se dio por vencido. “Tuve un fallo y me sentó”, recuerda el español, “pero seguí entrenando al máximo para estar preparado cuando me necesitara”. “Fueron meses complicados porque no solo fui suplente, también vi muchos partidos desde la grada. Es complicado asumir ese rol cuando llevas dos o tres años siendo titular, pero estaba preparado porque chupé mucho banquillo desde que salí del Sevilla y creo que las cosas pasan por algo”, agrega Cuesta. El de Campotéjar recuperó su sitio en el equipo titular y desde ahí ha ayudado al Aris a alcanzar su primera final de Copa desde 2010. Sin ir más lejos, en octavos de final detuvo dos penaltis en la tanda ante el AEK: “Estudiamos los lanzadores, pero prefiero guiarme por las sensaciones que tenga en el momento. Intento interpretar los gestos del lanzador, observar cómo se prepara, su postura, el minuto y el resultado... No me voy a tirar a la derecha solo porque la estadística diga que los suele tirar ahí”.

El Aris, que disputó la fase previa de la Conference League esta temporada, acabó la Superliga griega en quinta posición y depende de su victoria en Copa ante el Panathinaikos para regresar a Europa el próximo curso. “Es lo único que nos queda”, admite Julián Cuesta, que comparte vestuario con otros cinco futbolistas españoles -Manu García, Loren Morón, Martín Montoya, Rubén Pardo y Fran Vélez-: “Luego hay otros tantos que hablan español y eso facilita la vida un poco”. Ante el Panathinaikos, Cuesta disputará la primera final de su carrera como futbolista profesional: “Es obviamente uno de los partidos más importantes de mi carrera. Y estoy contento de que haya llegado jugando para el Aris, que es un club en el que llevo seis años y donde me siento muy querido por la afición. Quiero ese título para mí, pero también para ellos porque se lo merecen. Para todos sería como cumplir un sueño”. El guardameta español acaba contrato a final de temporada, pero todavía no sabe qué le deparará el futuro. “No sé qué pasará, pero sí sé que Salónica es una ciudad muy bonita para vivir. Que lleve aquí seis años dice mucho”, reconoce el español. El primer título del Aris en los últimos 54 años está en sus manos.