Javier Cabrera, el ‘Guardiola de Bangladés’: “Estamos generando ilusión”
El madrileño Javier Cabrera dirige desde principios de 2022 a la selección de Bangladés, que actualmente ocupa la posición número 189 del ranking FIFA.
Durante el Mundial del Catar, muchos quedaron asombrados al ver imágenes de Daca, capital de Bangladés, desviviéndose con cada triunfo de la selección argentina. El combinado nacional de Bangladés, que actualmente ocupa la posición número 189 del ranking FIFA, está todavía muy lejos de poder hacer vibrar a su población en una cita mundialista, aunque su Federación lleva unos años dando pasos hacia adelante gracias a la gestión de dos técnicos españoles. Óscar Bruzon, que dirige al mejor club del país -Bashundara Kings- y comandó a la selección durante cuatro partidos en 2021, y Javier Cabrera, que fue su discípulo y ocupa en la actualidad el banquillo del combinado nacional, se han encargado de que los aficionados al fútbol de Bangladés muestren orgullosos su propia bandera. Bangladés solo ha perdido tres de los 12 partidos que ha disputado en este 2023 y con su último triunfo logró pasar de ronda en la clasificación para el Mundial 2026. “Haber quedado fuera del Mundial tres años antes de su disputa habría sido muy duro. Sobre todo porque nos habríamos quedado sin partidos competitivos hasta septiembre de 2024. Habríamos sufrido mucho”, desvela en AS Javier Cabrera, uno de los 13 españoles que dirigen a una de las 211 selecciones nacionales afiliadas a la FIFA.
“Fue un alivio porque el formato de clasificación en Asia es muy dramático y nos jugábamos mucho. Quedarnos fuera habría sido un desastre”, insiste Cabrera, cuyo equipo se impuso a Maldivas (3-2 en el global) y a partir del próximo mes de noviembre se medirá a Australia, Libano y Palestina en la segunda ronda del interminable clasificatorio asiático. “Algunos países no atraviesan una situación estable, pero futbolísticamente hablando es otro nivel. Nuestro principal objetivo era estar aquí y ver si podemos ser un equipo ante el que pierdan puntos los favoritos o si no somos capaces de sumar nada”, analiza el seleccionador español, que no espera meter a su equipo en el Mundial pero sí “seguir progresando”. “Cuando llegué en enero de 2022 el objetivo era crear un equipo competitivo. No ganar todos los partidos, pero sí ser capaces de competir frente a equipos más grandes. En este tiempo hemos pasado de ser un equipo combativo a proponer algo más y empezar a ganar partidos”, descubre Javier Cabrera, que se ha ganado el apodo de ‘Guardiola de Bangladés’. “Intentamos parecernos un poco”, acepta con una sonrisa.
“El año pasado había mucha negatividad y critica entorno a la selección, pero en los últimos meses hemos conseguido cambiar eso y generar ilusión”
Crecer futbolísticamente en un país como Bangladés, donde la ausencia de recursos es notable, no es nada fácil. “La Federación es humilde, por eso mantener una buena relación con Bashundara Kings, en cuyas instalaciones entrenamos y jugamos, es fundamental. Pero no nos podemos quejar. Hemos conseguido casi todo lo que hemos propuesto y eso nos ha permitido tener buenos resultados deportivos”, apunta Cabrera, que fue sometido a una presión mediática “bestial”. “El año pasado había mucha negatividad y critica entorno a la selección, pero en los últimos meses hemos conseguido cambiar eso y generar ilusión. Eso se aprecia en los partidos que jugamos en casa. Uno de los principales objetivos era ese: volver a ilusionar a la gente”, apunta el entrenador español sobre un desafío nada sencillo cuando hablamos de un país, Bangladés, en el que el fútbol vive a la sombra de críquet y kabaddi, que es el deporte nacional.
Otro de los ‘handicap’ que lastran el trabajo de Javier Cabrera como seleccionador es la ausencia de canteras por parte de la mayoría de los 11 clubes que forman la Primera División de Bangladés. “Montan plantillas Sub-17 o Sub-19 para distintos torneos, pero son equipos que no tienen continuidad y eso afecta a la selección. Muchos talentos se pierden por el camino”, descubre el técnico madrileño, “por eso es tan importante la residencia para chicos Sub-15, Sub-17 y Sub-19 que montó la Federación. Hay una serie de ‘scouts’ que buscan jugadores en escuelas y otros proyectos deportivos, pero es un apartado que está por mejorar”. Cuando no hay parón internacional, el día a día de Javier Cabrera y su cuerpo técnico, que está formado por otros tres españoles -David Gómez es segundo entrenador y se encarga también del balón parado, Miki Iglesias es preparador de porteros y analista y David Dobarro ejerce intermitentemente como preparador físico-, se basa en “ver todos los partidos de la Liga local y acudir a muchos entrenamientos para conocer a los entrenadores de cerca y generar un vínculo entre Federación y clubes”. El resto del tiempo es empleado por el ‘staff’ español para planificar las concentraciones y estudiar a los rivales. Y ver la Tercera División de Argentina pues su capitán, Jamal Bhuyan, juega desde el pasado mes de agosto en el modesto Sol de Mayo: “Recibió una oferta después de que se hiciera viral el apoyo de los bangladesís a la selección argentina. Es una buena experiencia para él y además está sirviendo para darle visibilidad a nuestro fútbol y nuestros jugadores”.
170 millones de habitantes y un tráfico infernal
Bangladés es el 94º país más grande del mundo y, sin embargo, cuenta con más de 170 millones de habitantes. Es decir, su superficie ocupa menos de la mitad de España y cuenta con 130 millones de habitantes más. “Es una locura”, advierte Javier Cabrera, “sobre todo en Daca, que tiene 25 millones de habitantes. La congestión es brutal”. “Sales a la calle y reina el caos. Nerviosismo, poca paciencia... El tráfico, por ejemplo, es muy complicado. Vengo de estar varios años en India, pero Daca le gana a todos. Es terrible. El único día que puedes viajar a gusto en taxi es el viernes, que es como el domingo en España. No hay colegio y las oficinas están cerradas, así que puedes hacer en 15 minutos un trayecto que otro día te llevaría hora y hora y cuarto. A veces sale más rentable andar”, agrega el entrenador español. El abundante tráfico, además, trae consigo una contaminación acústica importante, “porque aquí se lleva mucho lo de tocar el claxon”. Lo tocan cuando están atrapados en un atasco, pero también cuando gana su selección. Una selección que espera seguir creciendo de la mano de Javier Cabrera, el ‘Guardiola de Bangladés’.