KOSOVO | SARRIEGI

El vasco que abre camino en Kosovo: “Aquí me ven como el Muriqi español”

Oier Sarriegi, con pasado en la cantera del Athletic, disputa la Liga de Kosovo con el histórico Drenica. El lateral donostiarra atiende a AS desde Skenderaj.

Oier Sarriegi durante un partido del Drenica en la Liga de Kosovo
Martín Manchón
Actualizado a

Oier Sarriegi (San Sebastián, 1997) nunca pensó que su carrera acabaría llevándole a un país tan joven y desconocido para la mayoría como Kosovo. Formado en la cantera del Athletic Club, con pasado también en Alavés B, Tudelano, Ebro o el Beroe búlgaro, el lateral derecho donostiarra decidió dar un nuevo salto en su trayectoria al firmar por el KF Drenica, uno de los clubes más antiguos y conocidos de Kosovo. Tras su debut con el club de Skenderaj, Sarriegi se convirtió en el segundo futbolista español en la historia del campeonato kosovar tras Jalen Blesa, que defendió las camisetas de Istogu, Rahoveci y Prishtina hace apenas unos años. “Es una experiencia única. Nunca me había planteado jugar en Kosovo, pero me apetecía salir, probar algo distinto y ver hasta dónde podía llegar”, reconoce Sarriegi, todavía en plena fase de adaptación a su nuevo entorno.

Llegó a finales de agosto, en el último día de mercado, y apenas tardó en estrenarse con el equipo. “En mi debut como titular jugamos contra el Drita, que es el mejor equipo del país, y pudimos ganar 0-1. Jugué los 90 minutos y a buen nivel, así que estoy muy contento”, cuenta con una sonrisa. La victoria fue algo más que tres puntos: un golpe sobre la mesa para un Drenica recién regresado a la élite que quiere crecer de la mano de nuevos inversores. Tras siete jornadas, el conjunto de Skenderaj ocupa la cuarta plaza con un balance de tres triunfos, dos empates y dos derrotas. “El objetivo es claro: meternos entre los cuatro primeros y poder jugar en Europa el año que viene”, asegura Sarriegi, convertido ya en una pieza clave e indiscutible en el once titular.

“La gente te para por la calle, te anima… cuando dices que juegas en el Drenica se nota que es un club muy querido aquí”

Oier Sarriegi

Aunque España no reconoce oficialmente a Kosovo como Estado independiente, el país balcánico es un país joven -declaró su independencia en 2008- y con una población marcadamente joven también, lo que se refleja en sus estadios. “Me ha sorprendido la pasión que hay por el fútbol. En nuestro primer partido hubo más de 3.000 personas en la grada y se nota que la gente lo vive de una manera muy pasional, incluso más que en España”, asegura. El Drenica, ubicado en la ciudad de Skenderaj, es uno de los clubes históricos del país, aunque solo ahora, tras varios años en Segunda, ha recuperado su lugar en la Superliga. “La gente te para por la calle, te anima… cuando dices que juegas en el Drenica se nota que es un club muy querido aquí”, relata Oier.

La pasión se combina con una liga en crecimiento. La Superliga de Kosovo busca hacerse un hueco en Europa con proyectos como el del Drita, que esta temporada ha alcanzado la fase de liga de la Conference League y se medirá a, entre otros, el Rayo Vallecano. “A mí me ha sorprendido mucho el nivel. Es una liga muy física, de ida y vuelta, pero el jugador local es de mucha calidad. Además, hay extranjeros de muchos países que elevan el nivel. Es parecido a lo que viví en Bulgaria: una liga profesional y exigente”, analiza el lateral. Aunque la Liga de Kosovo “se sigue mucho”, a Oier Sarriegi le ha sorprendido la gran cantidad de aficionados que miran al fútbol español: “Me ha llamado mucho la atención que, como en Bulgaria, conozcan tanto la liga española. Saben que jugué en Athletic Club o Alavés. Conocen esos y otros muchos clubes”.

“Aquí me ven un poco como el Muriqi de Kosovo”

El gran referente del fútbol kosovar es Vedat Muriqi, delantero del Mallorca e ídolo absoluto en su país. “Aquí me dicen en broma que soy un poco como el Muriqi de Kosovo, porque soy el único español jugando en esta liga. Para ellos es algo curioso y me lo hacen notar”, confiesa Oier. La comparación habla del peso que tiene el fútbol en la identidad del país: “Muriqi es como un semidiós. Cada gol suyo con la selección es un acontecimiento. El otro día, contra Suecia, marcó y el estadio estaba lleno. Se vive con una pasión brutal”.

La selección de Kosovo sueña con clasificarse por primera vez para un Mundial, un objetivo histórico que refleja la ambición de un país joven y en pleno crecimiento futbolístico. Para Oier Sarriegi, sin embargo, el reto no se limita al césped. Su día a día en Skenderaj le exige también adaptarse a nuevas costumbres y a una cultura diferente. “Aquí se habla albanés y no todo el mundo domina el inglés, aunque los jóvenes sí. Estoy aprendiendo palabras básicas para integrarme y mostrar respeto. También me ha llamado la atención la religión: es un país de mayoría musulmana y muchos compañeros rezan antes y después de entrenar. Al principio sorprende, pero luego lo ves como parte de la normalidad del país”, explica el lateral donostiarra.

El vasco que abre camino en Kosovo: “Aquí me ven como el Muriqi español”
Oier Sarriegi durante un partido de la Liga de Kosovo

Lejos de las imágenes estereotipadas de un país marcado por la guerra, Oier Sarriegi se ha encontrado una realidad distinta: “Me he sorprendido de lo moderno que es todo. Mi apartamento es nuevo, las instalaciones están muy bien y la calidad de vida es buena. Quizá desde fuera te esperas otra cosa, pero llegas aquí y ves un país en crecimiento, con gente joven y con mucha vida en las calles”.

Un viaje de largo recorrido

Su carrera ha estado marcada por la polivalencia. De delantero en sus inicios en Lezama a lateral derecho, con experiencias también como central e incluso lateral izquierdo, Oier se ha adaptado siempre a las circunstancias. “Mi posición natural es el lateral derecho, pero me adapto a lo que pida el entrenador. Aquí creo que puedo dar un buen nivel porque es una liga muy física y rápida, con menos pausa, que se ajusta a mis características”, explica.

Después de su paso por Bulgaria, donde vivió su primera experiencia en el extranjero con el Beroe, ahora su objetivo es claro: consolidarse en el fútbol profesional. “Le agradezco mucho a mi agente (Toñín Fernández) la oportunidad que me dio llevándome al Beroe. En España es muy difícil llegar a Primera o Segunda. Estas ligas te dan la oportunidad de ser profesional, de jugar en estadios con 10.000 o 15.000 personas, y son experiencias únicas. Yo animo a cualquier jugador que tenga la oportunidad de salir fuera a que lo haga. Te cambia la vida”, asegura.

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Con 28 años, Sarriegi cree que aún tiene mucho camino por delante: “Mi ambición es máxima. Quiero hacer una buena temporada aquí, ayudar al Drenica a crecer y seguir avanzando en mi carrera. Todavía me quedan muchos años en el fútbol y quiero llegar lo más lejos posible”. De momento, su nombre ya forma parte de la historia del fútbol kosovar. Y si todo va según lo previsto, la de Oier Sarriegi puede ser una aventura que marque un antes y un después, tanto para él como para un país que empieza a mirar al fútbol como una ventana al mundo.

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