El drama de Olympiacos que condenó a Corberán
El entrenador valenciano no superó su primera crisis de resultados: cuatro partidos sin ganar acabaron con un proyecto que, después de casi una veintena de fichajes, necesitaba tiempo.
48 días. Es el tiempo que ha durado Carlos Corberán en el banquillo de Olympiacos. Después de caer con el Huddersfield en la final por el ascenso a la Premier League disputada en Wembley, el valenciano decidió poner punto y aparte a su etapa en Inglaterra y poco después aterrizó en El Pireo para sustituir como entrenador de los rojiblancos a Pedro Martins, que fue cesado tras caer goleado en la fase previa de la Champions League. El portugués, sin embargo, logró ocupar el banquillo de Olympiacos durante más de cuatro años, algo complicado en un fútbol tan presidencialista como el griego. Corberán no perdió ninguno de sus primeros siete partidos al frente de Olympiacos, pero tuvo que convivir con el rumor de que su trabajo no convencía a la directiva del gigante heleno. Así las cosas, el español no superó su primera crisis de resultados: cuatro partidos sin ganar acabaron con su proyecto. Un proyecto que si algo necesitaba era tiempo. Más si cabe después de un mercado en el que realizó 15 incorporaciones.
Marcelo, Aboubakar Kamara, Leidner, Vrsaljko, Pipa, Bakambu, Konrad de la Fuente, Samassékou, Pep Biel o James Rodríguez llegaron en los últimos meses a Olympiacos, que demostró no tener un claro plan de ruta. El club griego está presidido por el magnate de los transportes y los medios de comunicación Evangelos Marinakis, que también es propietario del Nottingham Forest. El club inglés gastó este verano más de 160 millones de euros en fichajes; el desembolso en Olympiacos fue menor (16 millones), pero más extraño: Zinckernagel, por quien pagaron dos millones de euros al Watford, se marchó cedido al Standard Lieja; invirtieron cinco millones en Aboubakar Kamara, que solo ha jugado 60 minutos y ya parece haber decepcionado a los dirigentes; contrataron a dos laterales derechos -Pipa y Vrsaljko-, lo que fue suficiente para acabar con los rumores sobre la vuelta de Omar Elabdellaoui, y, aún contando con dos mediapuntas como Fortounis y Valbuena, incorporaron a Pep Biel, en quien gastaron seis millones, y James Rodríguez, que llegó sin ritmo desde Catar.
La impresión es que Olympiacos circula sin nadie al volante, pero se mantiene en pista gracias a su intachable historia. El club más grande de Grecia cesó a Carlos Corberán con un frío comunicado de 11 palabras y menos de 24 horas después ya baraja los nombres de media docena de entrenadores entre los que figuran tres españoles: Quique Setién, del gusto de Marinakis desde que en 2018 se midió a su Betis en la Europa League; Rafa Benítez, del que no convence su escasa conexión con James durante el tiempo que coincidieron en el Everton, y Míchel González, que ya dirigió a Olympiacos entre 2013 y 2015. El madrileño fue destituido, pero antes ganó dos Superligas, una Copa y cosechó grandes resultados en Europa.
Dejan Stankovic o Laurent Blanc también gustan a Olympiacos -el francés es, de hecho, el gran favorito-, que tendrá que trabajar duro para convencer al sustituto de Carlos Corberán. El español llegó a El Pireo como el entrenador más joven en la historia de Olympiacos y se marchó por la puerta de atrás tras mes y medio en el que, a pesar de haber demostrado ser un gran entrenador en Inglaterra, no fue respaldado ni por la directiva ni por los aficionados. Después de cinco jornadas disputadas en la Superliga griega, Olympiacos es sexto y ya cuenta con siete puntos de desventaja respecto a Panathinaikos, que ocupa el liderato con pleno de victorias. El club de El Pireo también disputa la fase de grupos de la Europa League, donde es colista tras cosechar dos derrotas -frente a Nantes y Friburgo- en las primeras dos fechas.
Una relación de amor-odio
Carlos Corberán se convirtió en el sexto español en sentarse en el banquillo de Olympiacos. El valenciano fue destituido tras 48 días en el cargo, superando por poco los 47 amaneceres que aguantó como rojiblanco Víctor Sánchez, que ya había trabajado en el club como asistente de Míchel y fue cesado tras caer en la ronda previa de la Champions. Pep Segura, por su parte, llegó al banquillo de Olympiacos como sustituto de Takis Lemonis, a quien reemplazó para acabar ganando un doblete (Liga y Copa). Su sucesor fue Ernesto Valverde, que, en dos etapas distintas, conquistó cinco títulos (tres Ligas y dos Copas) con Olympiacos. Poco después llegó Míchel, que ganó dos Ligas y una Copa antes de ser destituido en enero de 2015. Óscar García, actual técnico del Stade Reims, solo dirigió a Olympiacos durante 13 partidos antes de presentar su dimisión. Su periplo en El Pireo estuvo marcado por la agresión que sufrió antes de un partido ante el PAOK, cuando, desde la grada, le lanzaron un rollo de papel que impactó en su cara y le obligó a acudir a un centro hospitalario.