De suplente en el Cádiz a leyenda en Polonia: “Es un prestigio que me he ganado en el campo”
El español Jesús Imaz dejó el Cádiz por falta de minutos para marcharse a Polonia en 2017. Allí va récord tras récord.
En 2017, Jesús Imaz (Lleida, 1990) tomó una de las mejores decisiones de su vida. “Kiko Ramírez me llamó para que fuera al Wisla Krakow. Me mandó vídeos de la afición y de cómo viven el fútbol en Polonia y me lo tuve que pensar muy poco porque, además, no estaba jugando todo lo que quería en el Cádiz”, rememora el catalán. Casi seis años después, Imaz es toda una leyenda en el fútbol polaco. En febrero de este año se convirtió en el español más goleador en la historia de la Ekstraklasa y dos meses después superó a Tomasz Frankowski como máximo artillero del Jagiellonia en Primera División. “En España había marcado goles, pero no tantos. Desde que llegue a Polonia me he ido superando cada temporada. Superar a Tomasz no era algo que me preocupara al principio, pero con el paso del tiempo la gente fue hablando de ello y se convirtió en un reto muy bonito”, descubre Imaz.
El catalán salió por primera vez de España para jugar en el Wisla Krakow, “un club enorme” donde pudo descubrir lo que significa el fútbol para los polacos. “Conoces la dimensión de la institución, pero no terminas de darte cuenta de lo grande que es hasta que lo vives desde dentro. El año pasado tuvieron la mala suerte de descender. Fue una pena porque ir a jugar allí siempre es bonito. Espero que tengan suerte y vuelvan a subir porque guardo un recuerdo increíble de cuando estuve allí. Y ellos sé que también, porque aún recibo mensajes de aficionados que piden que vuelva”, recuera Imaz de su etapa como futbolista en Cracovia. Con el club de la ‘Estrella Blanca’ firmó 14 goles en la Ekstraklasa. Después firmó por el Jagiellonia, una institución con más de 100 años de historia en cuyo museo ya hay reservado un espacio para su camiseta con el número 11 a la espalda. “Tengo un prestigio que me he ganado en el campo. Aquí han llegado muchos y muy buenos futbolistas españoles como Carlitos López o Igor Angulo. Y creo que, para los futbolistas que siguen en España, es bueno ver como también se pueden hacer cosas muy bonitas saliendo de la zona de confort”, manifiesta.
Jesús Imaz firmó por el ‘Jaga’ en invierno de 2019. Desde entonces ha marcado 53 goles con el club de Bialystok. Algunos tan bellos como el que le hizo al Cracovia en noviembre de 2020: “Con ese me dieron el premio al mejor gol de la Ekstraklasa. Le hice un sombrero al defensa y se la crucé al portero. Fue especial porque el Cracovia es el gran rival del Wisla. Fue como decir: ‘Ya no estoy allí, pero os sigo ayudando’”. Imaz no es delantero centro y, de hecho, llegó a Polonia para jugar como extremo. Pero su gran acierto de cara a portería le ha llevado a jugar cada vez más cerca del área rival. Actualmente es, con 12 tantos, el máximo goleador de la Primera División polaca. Sus goles actúan como salvavidas de un Jagiellonia que tan solo tiene dos puntos de ventaja respecto a la zona de descenso: “A nadie le gusta estar en esta posición, pero es algo que añade emoción a la temporada. Nunca he estado en esa situación de tener que mirar más hacia abajo que hacia arriba, por eso tenemos que ponernos las pilas y acabar en la mejor posición posible. La afición lo merece”.
“Esto es Primera División. Y se nota”
Jesús Imaz jugaba en un histórico del fútbol español como el Cádiz antes de hacer las maletas con Polonia como destino. El catalán llegó a disputar con los gaditanos una fase de ascenso a Primera. Lo recuerda con cariño, aunque la realidad es que no jugó ningún minuto en la eliminatoria frente al Tenerife. En Polonia, su vida es radicalmente distinta. “Esto es Primera División. Y se nota. Si marcas sales en los telediarios y en todas las redes sociales. La Ekstraklasa tiene mucha repercusión mediática y puedes jugar en campos con 40 o 50.000 personas. Y también puedes luchar por clasificarte para la fase previa de la Champions, la Europa League o la Conference. Yo jugué una final de Copa con el campo abarrotado. Eso en Segunda o en Primera RFEF es complicado. Hay muchos jugadores para los que Polonia ha significado un trampolín en su carrera”, reflexiona Imaz, que también se ha tenido que enfrentar a ofertas mareantes procedentes de exóticos países como Arabia Saudí: “Creo que son propuestas que no habría recibido si hubiera seguido jugando en España. Esto es otro rollo. La Segunda División española no tiene tanta repercusión”.
Imaz tiene contrato con el Jagiellonia hasta 2025. Renovó, en parte, para conseguir “estabilidad” tras el nacimiento de su primer hijo, Nico. “Es lo mejor que nos ha pasado en la vida. Siempre que estoy en casa dedico el tiempo a estar con él porque los fines de semana que jugamos fuera ya son dos días que no lo veo. Tiene ya dos años y estoy muy orgulloso de cómo es”, articula con una sonrisa de oreja a oreja. Su presente, y su futuro más inmediato, parecen estar en Bialystok, aunque el español no descarta vivir una nueva aventura en el extranjero: “Tengo tres años más de contrato y estoy muy feliz aquí, pero si llega algo súper interesante me sentaré a hablar con el club. Me gustaría ver otros países y conocer otras culturas”. Volver a España, por el contrario, lo ve “más complicado”. Jesús Imaz cumplirá 33 años el próximo mes de septiembre, pero aún confía en que el fútbol siga formando parte de su día a día durante, al menos, “los próximos 10 o 15 años”. En Polonia es toda una leyenda, pero aún puede mejorar su estatus ganando un título -”me quiero quitar esa espina porque perdí una final de Copa en el 96′”- y jugando un papel fundamental en la salvación del Jagiellonia. Quedan seis finales.