Albert Riera: “No me sentiré entrenador hasta que no me echen”

El pasado mes de julio, Albert Riera (Manacor, 1982) volvió a ser noticia. Tras una embarullada pero exitosa carrera como futbolista -ganó títulos en España, Grecia y Turquía-, el balear inicio su trayectoria como entrenador en solitario en Eslovenia, país en el que colgó las botas. Sustituyó a Robert Prosinečki en el banquillo del Olimpija Ljubljana, un movimiento que no acabó de convencer a los aficionados de los ‘dragones’, que interrumpieron su presentación para protestar por lo que consideraban una mala gestión del club. Su disgusto, sin embargo, no duró más de dos semanas. “¿Que qué pensé en aquel momento? Que al día siguiente había entrenamiento a las 11:00. Yo aquí no vine para hablar de economía ni de política. Vine a entrenar”, descubre Riera en AS tras llevar al Olimpija a conquistar su tercera Prva Liga, la primera desde 2018. “No prometí títulos, pero sí que íbamos a mejorar y a competir contra cualquiera. El equipo venía de quedar tercero las últimas tres temporadas. En una liga de 10. Es como si el Madrid o el Barça fueran el sexto mejor de LaLiga. Es inimaginable”, añade el manacorí, que antes de aterrizar en Liubliana se curtió en el Galatasaray, donde fue asistente de Fatih Terim y Domènec Torrent: “En ese momento daba opciones, pero no era quien decidía. Ahora sí. Recuerdo mi primera reunión con el presidente del Olimpija. Me preguntó: ‘¿Tú con qué sistema juegas?’. A lo que contesté: ‘Y tú, ¿qué jugadores me vas a dar?’. Por suerte, he podido adaptarme a la plantilla y jugar como a mí me gusta. Estoy disfrutando mucho del proceso y, aunque a veces cometo errores, sé cómo corregirlos”.

P. ¿Cree que su currículum ayudó a que el discurso calara en el vestuario?

R. No te voy a engañar. Sí. Obviamente sí. Pero hay algo que da más crédito que el currículum y son los resultados. Que los jugadores vean que les estás ayudando a ganar. Zidane fue uno de los mejores jugadores de la historia, pero si Zidane llega al Real Madrid y no gana... El nombre y lo que hicieras como jugador pasa a un segundo plano. ¿Que Albert jugó en el Liverpool? Vale, pero si llega al Olimpija y no gana, no vale. Lo bueno de haber sido jugador es que sé qué perfectamente es lo que buscan los futbolistas en su entrenador. Por eso cuando perdemos es cuando más cariño y amor les doy. Porque me necesitan. Les doy soluciones y les explico por qué han pasado las cosas. Y tras las victorias es cuando más soy. Aprovecho esos momentos para que asimilen más conceptos porque están contentos y son más receptivos.

El Olimpija Ljubljana comenzó la temporada cayendo en la fase previa de la Conference League. Fue un contratiempo importante que pronto quedó opacado por los resultados cosechados en liga. En el campeonato doméstico, los ‘dragones’ consiguieron ocho victorias en las ocho primeras jornadas -seis de ellas llegaron con la portería a cero-, lo que hizo que la afición acabara de olvidar a Prosinečki y comenzara a corear el nombre de Albert Riera. “La verdad es que, hasta ahora, todo ha yendo perfectamente. Pero estoy preparadísimo para cuando las cosas no salgan tan bien. Por eso siempre digo que, hasta que no me echen, hasta que no conozca la realidad de esta maravillosa profesión, no me voy a sentir entrenador de verdad”, reflexiona el manacorí. “También tengo claro que el día que un equipo no mejore conmigo, cogeré mi maleta y me marcharé. Durante mi carrera como jugador, ser demasiado honesto me provocó algún contratiempo, pero no sé ser de otra forma”, añade Riera, que no necesitó gastar ni un euro en fichajes para llevar al Olimpija Ljubljana a lo más alto del fútbol esloveno. Los ‘dragones’ ganaron la Prva Liga con cinco jornadas de antelación y el próximo sábado jugarán la final de Copa frente al Maribor, su gran rival: “Este año hemos jugado cuatro veces contra ellos y les hemos ganado tres. Ahora tenemos una oportunidad más de vencerlos”.

En busca del doblete con el futuro en el aire

Durante su carrera como futbolista, Albert Riera estuvo a las órdenes de 21 técnicos diferentes. “Tácticamente, Rafa Benítez es el mejor entrenador con el que he trabajado”, descubre el manacorí, que se deshace en elogios hacia Luis Aragonés: “No era el mejor tácticamente, pero es que no lo necesitaba. Tenía otras facetas tan importantes en el fútbol que ganábamos partidos con eso. Era un motivador nato. Era muy difícil encontrar un jugador en la plantilla que no estuviera contento. De la etapa en el Mallorca recuerdo hablar con Carlitos. A veces no jugaba porque tenía a Eto’o delante, pero decía que Luis era el mejor. Es difícil lograr eso”. En su primera experiencia como entrenador en solitario, Riera ha sabido plasmar lo aprendido durante sus casi 20 años de trayectoria como futbolista. Y el Olimpija Ljubljana no solo ha ganado la Prva Liga, sino que lo ha hecho jugando un fútbol vistoso en el que jóvenes como Ratnik o Seslar han jugado un papel fundamental: “Ratnik es un central de 19 años que juega como si tuviera 30. Tiene algo muy bueno y es que está dispuesto a cometer errores, que es la única forma de aprender. Y Seslar tiene mucha calidad. Es el jugador que marca la diferencia por dentro. Podría mencionar a otros tantos porque son todos muy buenos. Les digo que sueñen en grande, que no se confirmen con quedarse en Eslovenia”.

Y ese es un consejo que se aplica a sí mismo: “Cada uno de nosotros tiene la libertad de soñar. Y en esta profesión lo que buscamos es mejorar y progresar, aspirando a estar en los mejores lugares siempre que sea posible y en el momento adecuado. Creo que es importante saber elegir y considero que fue una buena elección empezar en una liga menor, donde puedo desarrollarme y ganar experiencia. A partir de ahora quiero más y soy ambicioso. Me gustaría entrenar en Inglaterra algún día. España es mi casa y es allí donde me gustaría estar, pero, para mí, el fútbol inglés ha sido y será el número uno”. El manacorí, que el próximo sábado tendrá la oportunidad de hacer doblete en su primera experiencia como primer entrenador, finaliza su contrato con el Olimpija Ljubljana al término de la presente temporada. “El club dice que me quiere renovar, pero no he recibido ninguna oferta hasta ahora. Llevo tres meses esperando”, confiesa Riera, que clasificó a los ‘dragones’ para la fase previa de la Champions League pero no quiere ni oír hablar del próximo curso: “No tengo motivos para pensar en eso porque mi contrato acaba el 31 de mayo. Ahora solo pienso en ganar la Copa y acabar la temporada de la mejor manera posible”.