Yeremay se doctora como 10
El canario crece en su nuevo rol con el Deportivo y completó ante el Tarazona el mejor encuentro desde que volvió de la lesión. Idiakez lo tiene claro: “Su capacidad para eliminar estructuras es brutal”.
En una clara declaración de intenciones de ese giro a Abegondo por el que el Deportivo apostó en verano, pocas acciones más significativas que entregarle la ‘10′ blanquiazul a Yeremay. Un dorsal tan simbólico para la historia del balompié como difícil de traducir sobre el césped en un fútbol que cada vez deja menos hueco para esa figura. Pero ni el canario ni el propio Idiakez querían que el gesto se quedase sólo en la foto y decidieron iniciar el camino hacia ese jugador total.
Yeremay arrancó la temporada a un gran nivel pegado a la banda, como extremo al que el equipo le generaría ventajas para ser ejecutor. La lesión en Lugo interrumpió la evolución, pero el técnico tenía claro que el canterano debía ser mucho más que eso, tal y como apuntó en una entrevista reciente con AS: “Hablé con él en verano cuando lo conocí y le pregunté si había jugado por dentro. Me dijo que sí, pero que le faltaban algunas cosillas… Ayudarle a que se enriquezca también es mi obligación. Lo de fuera lo tiene, tiene ese desborde natural, pero limitar a eso a un jugador con tanto talento y tan creativo…”.
Una vez regresó de la lesión y recuperó sensaciones, en las últimas semanas se ha ido alejando cada vez más de la cal para ocupar pasillos interiores que de momento lo hacen ser menos definitivo a nivel individual, pero que lo convierten en un agente multiplicador para el resto. Sigue teniendo un gran impacto, sólo que un paso antes: “Igual no está luciendo a nivel de números, pero si analizamos los últimos partidos, vemos que cada vez que ha venido dentro con los rivales apretando alto, lo siguiente que pasa es que estamos en el área contraria. Eso, si no acaba en gol, no se puede cuantificar, pero… La capacidad de eliminar ya no rivales, estructuras, es brutal”.
Ponferradina, Celta Fortuna, SD Logroñés... en las últimas semanas venía dejando detalles de lo que podía ser. Ante el Tarazona se doctoró dejando una exhibición y mostrando que su capacidad para procesar situaciones y encontrar la mejor solución puede estar a la para con su habilidad para el regate. Yeremay fue el gran foco organizador del equipo durante una primera parte espesa a nivel colectivo y encendió la luz siempre que sus compañeros lo encontraron.
Mella como contrapeso
Este impacto del ‘nuevo’ Peke en funcionamiento de la máquina blanquiazul probablemente fuese difícil de explicar sin el contrapeso que supone la consolidación de Mella en la derecha. Porque el zurdo libera al canario de la responsabilidad de ser él el que estire a lo ancho a los rivales, con ambas perlas compensando a la perfección el trabajo de uno y otro para que el gran beneficiado sea el Deportivo.