Un empate y dos derrotas

Es difícil explicar que, en el fútbol, hay partidos en los que pierden los dos equipos. Aquellos en los que ambos sienten que pudieron ganar, que incluso sin hacer grandes cosas, lo tuvieron. Y se escapó. Como noches en las que el fútbol se toma un descanso, pero el reloj no se detiene. Y antes de que llegue el 90′, debes haber marcado más goles que el rival. Apáñatelas. Suerte. Villarreal B y Castilla se vieron en esa trinchera. Con más actitud que orden. Con más choques que pases entre líneas. En un caos futbolístico digno de una lluvia de balas en el Western. Que haya víctimas responde a una dosis de fortuna. Si este partido se hubiese jugado 100 veces, probablemente lo habría ganado cinco cada uno. Y 90 empates. Ya ven que nos ha tocado una línea temporal ordinaria. Corriente. Se adelantó el Castilla y pudo ser su noche, pero le empataron. Empató el Villarreal B y pudo ser la suya, pero falló para remontar. Punto final. Y doble derrota.

Al menos el Castilla encuentra un pequeño consuelo: marcó su primer gol de toda la temporada. Era, junto al Fuenlabrada, el único que continuaba sin dianas. Miraba al cielo y veía un eclipse total de gol. Sus problemas de fútbol son de alerta amarilla, pero sumados a los de pólvora, se tiñen de naranja. No transmite buenas sensaciones, sigue sin hacerlo; pero incluso en esas, pudo ganar. Empató un equipo que salió con un único centrocampista (Chema Andrés), tres centrales y cuatro jugadores de banda. Dibujado en un 3-4-3 manejado por el mencionado pivote y Campos, habitual extremo. Una formación Fránkenstein que acabó en chispazo.

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Nada durante 69′

Como era de prever, el control brilló por su ausencia. Posesiones cortas, mucho balón aéreo y mucho repliegue, aguardando un error del rival para salir en contragolpe. Así, dos equipos. Y durante algo más de una hora. Lo que tardó el partido en pegar un giro de 45º, tampoco más. Pero que supo a volantazo. Y es que hasta el 69′ apenas hubo hechos noticiables sobre el Mini Estadi. Más buenos detalles de Yusi, un jugador de quilates; notables gestos técnicos de Tiago, el mejor de los locales; una ligera mejoría en el ataque blanco gracias a Gonzalo (ya operado de la nariz, jugó con máscara) y la clásica garra de Víctor Muñoz. Las mismas que acabaron rajando la quilla del Submarino.

Un zurdazo a la sequía

Era el 69′ cuando controló un balón dentro del área, caracoleó, se perfiló hacia la izquierda y soltó un misil con la zurda que sorprendió a Rubén Gómez. Tocó el portero, pero no lo suficiente. Un golazo que silenció el Mini Estadi y puso fin a la sequía. El filial, al fin, había marcado esta temporada. Y qué gol, uno para atisbar la victoria. Celebración a lo Mbappé y mirada a la clasificación: escapaban del farolillo rojo. Un gol para despegar. Pues fue un trampantojo. Con el Villarreal B herido de muerte, prácticamente abonado a que le saliese una jugada individual, el Castilla no supo echar el cerrojo.

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Y un agujero atrás

El Submarino rompió de la manera más dolorosa: dejando atrás a Antonio David, que apenas llevaba 2 minutos sobre el campo y encontrando una autopista al área. Facilísimo. Gravísimo. Centro raso y remate de primeras de Etta Eyong, que fusiló por alto, adelantándose a un Lorenzo que tampoco llega a cerrar. Imposible para Fran González. Ahí se vino abajo el filial, que pudo hasta perder. Quintero llegó a entrar en el área con opción de definir por el palo largo. Y la tiró fuera. Se acordarán en el municipio de ese error. Era el de la remontada.

Y el que deja ese sabor a derrota. A haberla tenido muy clara para ganar al Castilla... y bala al aire. Los de Raúl, peor aún: en una noche sin brillo, pudieron ganar... y se dejaron empatar por un agujero defensivo de los que hacen saltar todas las alarmas. Este Castilla, que sólo conserva a Asencio con respecto al once del año pasado (Manuel Ángel y Jéremy de León, llamados a pesos pesados, están lesionados), no convence. E invita a pensar más en un año de cruzar los dedos por la permanencia, que de cotas mayores. El Villarreal B, ídem. Hay partidos que acaban en empate, pero en los que pierden los dos equipos. Hoy.