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Tolerancia Cero contra la Violencia en el fútbol de la Comunidad de Madrid

César Quintero, presidente del Juventud Sanse y responsable de Integridad y Valores de la Federación Madrileña, ha ideado un protocolo para erradicarlo del deporte

Tolerancia Cero contra la Violencia en el fútbol de la Comunidad de Madrid

El fútbol es el deporte más popular y practicado en el mundo. Sin embargo, está lleno, desgraciadamente, de actitudes antideportivas y violentas que son necesarias erradicar, tanto a nivel profesional como a nivel amateur. Este es un proceso lento y complicado de imponer, pero pequeños gestos suponen un gran avance.

La Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM) ha establecido un Protocolo de Tolerancia Cero contra la Violencia en el Fútbol. El gran “culpable” y responsable de esta iniciativa es César Quintero, presidente de la Escuela de Fútbol Juventud Sanse y responsable de Integridad y Valores de la federación desde hace tres años. Sin embargo, esta decisión ya la había implantado en su club un año antes.

Un día, en uno de los partidos de los chavales de mi club, uno de mis jugadores sufrió una falta y, de repente, se le fue la cabeza, y le tiró una patada a destiempo al contrario, aunque no le dio. Entonces, los aficionados empezaron a insultarle y a llamarle de todo. Algo que no es lógico en un partido de chicos de 14 años”. Con este episodio empezó César a pergeñar un cambio en el mundo del fútbol. Y una semana después, tomó la decisión de crear este protocolo. “En otro partido de cantera, un padre se dedicó durante todo el partido a insultar al árbitro. Y se justificó diciendo que para eso cobraba”.

César, como presidente del Juventud Sanse, decidió crear un anexo al Reglamento Interno del club, con el nuevo protocolo de Tolerancia Cero contra la violencia física, verbal y gestual. Un texto que plantea medidas a tres niveles: jugadores, entrenadores y, el más difícil, espectadores (madres, padres o familiares).

Algunas sanciones son ejemplares y rompedoras, como sacar del terreno de juego a un futbolista, sin importar el resultado o el rival, en caso de agresión o intento de agresión cuando el árbitro no sancione la acción. A los técnicos se les controla mediante tres toques de atención. El primero es un aviso, el segundo supone suspensión de sueldo durante un mes, y al tercero será relevado del cargo. El caso más complicado es el de los padres, puesto que, al no tener derecho a sancionarlos a ellos, el perjudicado es el hijo, que no irá convocado al siguiente encuentro. “A pesar de las multas, los padres acogieron muy bien el protocolo”, asegura César.

Durante un año y medio, su club aplicó con éxito el protocolo. En ese tiempo, la RFFM se hizo eco y su presidente, Paco Díez, lo incorporó a su Junta Directiva para expandir la no violencia por la Comunidad de Madrid. Actualmente, son 16 clubes los que se han adherido al protocolo, todos de fútbol base: Inter Atlético Pan Bendito, AD Torrejón, CD Chamartín Vergara, Club Escuela Juventud Sanse, CD Tres Cantos, EF Carabanchel, EMF Aluche, FPA Las Rozas, Nuevo Baztán, ADC San Fermín, Pedrezuela, EF Madrid Sur, EF Villa de Madrid, Recreativo Soto del Real, Escuela de Fútbol Breogán y Atlético Chopera Alcobendas.

A raíz de esto, la propia federación ha implantado el Premio Valores para premiar a los equipos por practicar el fair play. La temporada pasada se produjo un episodio que a César le marcó. “Se enfrentaban dos equipos y, en uno, jugaba un chaval de origen árabe. Los padres del club contrario le insultaron y le llamaron de todo. Sin embargo, se dieron cuenta de que hicieron mal y, días después, se acercaron al entrenamiento del equipo contrario con un ramo de flores para el chico en señal de perdón y arrepentimiento”. Una actitud por la que recibieron el galardón.

César, desde su puesto en la Federación Madrileña de fútbol, imparte charlas para dar a conocer su Protocolo de Tolerancia Cero contra la Violencia en el Fútbol. A mayores, cuentan con un experto en conducta violenta para ayudar a los chicos de los clubes asociados a saber manejar esas situaciones de ira o rabia que se producen durante los partidos. Y, de cara a la próxima temporada, impartirán cursos de rehabilitación para aquellas futbolistas que se excedan en su comportamiento físico, verbal o gestual.

Esta iniciativa tan revolucionaria cuenta con el beneplácito de los árbitros. Incluso han llegado a un acuerdo con el Comité de Árbitros de Madrid para implantar en los actas una puntuación de fair play a cada equipo de manera informativa. De hecho, para el próximo curso, en las competiciones de fútbol base y amateur de la Comunidad de Madrid se decidirá el desempate según el número de tarjetas recibido, en lugar del habitual goal average.

César ha conseguido implantar esta grata iniciativa entre equipos modestos de fútbol base y amateur, pero ve complicado que se acabe imponiendo también en clubes y competiciones profesionales. “No lo veo factible, porque el fútbol profesional es un negocio en el que hay muchos condicionantes. Lo veo deseable. Sería maravilloso. Y, sobre todo, que los jugadores dejaran de fingir, porque los niños se fijan en ellos”, deseó. “Yo soy como Martin Luther King: yo tengo un sueño. Y mi sueño es erradicar la violencia del fútbol base, en los niños”, declaró. Ojalá el sueño de César Quintero se cumpla y el protocolo de la Tolerancia Cero contra la Violencia en el Fútbol alcance todos los puntos de España.