Sin goles, sin nada en juego

El fútbol sin emoción es menos fútbol. Y Atlético y Melilla llegaron a la jornada 36 con todo el pescado vendido. Los rojiblancos, una permanencia con holgura y jornadas de ventaja. La misión cumplida y la imposibilidad de pelear por cotas más altas, ya sin posibilidad de playoff. Y el Melilla con el descenso certificado, únicamente la honra por acabar con la mayor cantidad de puntos posibles.

Y ambos equipos se citaron en Majadahonda para, pese a que los locales tuvieron varias ocasiones para hacerlo, marcharse con las redes impolutas. La mejor noticia para Tevenet es tener a Kostis de vuelta. Lesionado en diciembre, el central internacional por Grecia se había convertido en una baja clave en el centro de la zaga. Debutante en Champions con Simeone, tuvo los últimos 20 minutos del partido para reencontrarse con el césped.

Diego Bri fue el principal incordio en la primera mitad, buscando puerta e intentando hacer la vida imposible a la zaga del Melilla. Iturbe por su parte repelía bien cualquier llegada del conjunto visitante, al que tanta mordiente le ha faltado para conseguir la permanencia. Tevenet subió la apuesta en la segunda mitad y el Atlético tuvo el gol en las botas de Mestanza, de Guerrero con un gran lanzamiento rozando el palo y de Abde Raihani con un derechazo que se estrelló con el larguero. Pero nada se movió, y ambos clubes siguen esperando que acabe su temporada donde todo lo importante se decidió hace tiempo.

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