Rubén Rivera, apartado de la RFEF por supuestas coacciones a Jenni Hermoso: “La verdad saldrá a la luz”

Rubén Rivera fue apartado de su cargo como responsable de marketing de la RFEF por las investigaciones sobre supuestas coacciones a Jenni Hermoso tras la celebración del Mundial femenino. Afirmó en El Larguero de la SER que se trata de un proceso injusto con él.

¿Cómo se encuentra tras ser apartado de su cargo en la RFEF?

Mezcla de sentimientos bastante grande. Estoy triste y sorprendido, porque es una situación terriblemente injusta para mí. No he hecho nada. Estoy en mitad de una batalla en la que no he elegido estar. Estoy en el sitio equivocado, en el momento equivocado. Por la mañana mandé un mensaje a Borja Fernández, porque empatizaba con su situación. Y por la noche me mandan un escueto mensaje de la RFEF comunicándome algo que ya se sabía por los medios de comunicación desde horas antes. Mi familia y amigos lo sabían sin que me hubieran comunicado nada. Filtraciones interesadas que me van dañando. Por otra parte, estoy muy tranquilo en lo que al proceso judicial se refiere. Soy completamente inocente. Algún día mostraré todos los mensajes y las pruebas de mi inocencia. Actuaré en defensa de mi honor porque no he hecho nada malo. Estoy cuidando de mi familia. El daño a mi honor es difícil de sobrellevar. Es imposible de racionalizar.

¿Usted no coaccionó nunca a Jennifer Hermoso?

Por supuesto que no, ni testigos, ni acusación han afirmado que he coaccionado a Jenni, porque es falso. No he coaccionado a nadie en mi vida. Me limité a hacer mis funciones como trabajador en Ibiza. Es una guerra que no tiene nada que ver conmigo. Yo pensaba que, en temas de derecho penal, sólo afectaban las acciones de uno, no las de otras personas. Si veis mis mensajes con las jugadoras... Estoy deseando que esto se acabe. No los puedo enseñar porque hay un proceso abierto. La verdad saldrá a la luz.

¿Por qué fue a Ibiza?

Hace un año, la selección femenina jugó dos amistosos en Ibiza. Y las instituciones en Ibiza dijeron públicamente que, si ganaban o hacian un buen Mundial, que contaran las jugadoras y familiares que estaban invitadas a disfrutar unos días de diversión. Yo era el trabajador que debía coordinarlo, llevar la Copa del mundo, hacer una rúa de celebración, una recepción con las autoridades... Nadie me acusó de coaccionar ni de generar una situación incómoda. Es una situación que no la entiendo.

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