Raúl aleja los fantasmas
El Castilla respira tras un gran triunfo en San Fernando. El técnico, que se plantea salir, encamina evitar el cierre del círculo con un descenso. El ‘C’ sonríe.
Se apagan las alarmas en La Fábrica. Respira Raúl, respira el Castilla, respira el Real Madrid C. Los de Pau Quesada tienen el ascenso directo a 90 minutos. Con diez puntos sobre el Móstoles, el triunfo este domingo ante el Parla desata la fiesta y el amanecer en la 2024-25 en Segunda RFEF. Ya lo tenían a mano antes de la visita del primer filial blanco a San Fernando, aunque una derrota hubiera puesto en cuarentena el festejo. De haber patinado el ejército del Siete hubieran dormido a sólo tres puntos del infierno. No lo hubo y lo han hecho a nueve con sólo cuatro jornadas en el horizonte. El Castilla sobrevivió en el Iberoamericano (1-3) gracias a las embestidas de Álvaro Rodríguez. Raúl aleja los fantasmas.
Una temporada llena de vaivenes, con un cambio de generación que pasó de la ilusión a la alerta. De la quinta de Arribas (y Rafa Marín, Dotor, Pablo Ramón...) a la de Nico Paz (y Gonzalo, Manuel Ángel, Palacios...). Una nueva categoría para los tricampeones de Arbeloa que se atragantó tras un inicio esperanzador. De coquetear con la zona noble al barbecho. Y de ahí, a asomarse al abismo. Mucho más juego que goles, todo trastabillado por convocatorias varias de los puntales por parte de los mayores. Especialmente un Nico que llegó a ser héroe para Ancelotti en Nápoles en la Champions.
El 10 comenzó con la varita llena de trucos. Cinco goles y una asistencia en las primeras siete jornadas, de las que disputó seis. Cuatro y tres desde entonces. Una intermitencia que ha acompañado a todo el Castilla. También a un Álvaro Rodríguez que apareció el día D. Con ‘d’ de doblete para evitar el descenso. Un encuentro en San Fernando que acabó con el Toro con capa y enterrando en el olvido la cantada de Cañizares y el penalti sobre el propio ariete que el colegiado se comió. Victoria que permitió respirar a Raúl en un momento crucial en lo personal.
Después de cinco temporadas al frente del navío castillista y una Youth League, la única de la entidad, con técnico del Juvenil A, el Siete valora salir. Lo busca. No totalmente, pues la decisión no está sellada y desde el club no pondrán trabas a su decisión. Pero Raúl entiende que el salto al primer equipo, su gran anhelo, es quimérico en estos momentos con Ancelotti recién renovado. Y tras un repóquer de campañas en el filial blanco, es momento de volar. Se siente “listo para afrontar la élite”, apuntan los suyos. De ahí que, como detalló este periódico, haya contratado al agente Pablo Barquero, moldeador de la carrera de Rodri, para que tienda puentes fuera de España. Su cartel en la Bundesliga le avala, y las ofertas (Félix Magath, su técnico en el Schalke, le llamó para comenzar una etapa juntos en Alemania) comienzan a llegar.
Aunque debe terminar el trabajo y no tomará decisiones hasta que la permanencia sea oficial y no oficiosa, Raúl puede afrontar su potencial zona Cesarini en el organigrama blanco con mayor calma. Su gran objetivo era cerrar su círculo con un ascenso, ese que se quedó a seis minutos la temporada pasada en Elda, con un gol en el 114 del Eldense que difuminó el sueño sobre la bocina. No lo logró, pero regatea el descenso. El mal menor antes de un adiós que, sin estar cerrado, se paladea. Eso sí, antes queda rematar.
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