Quiles, optimista de llegar a una hipotética final del playoff
El máximo goleador del conjunto blanquiazul trabaja a destajo para intentar lograr el milagro y estar con el equipo en una hipotética final por el ascenso a Segunda División, según ha podido saber AS.
En el cierre de la fase regular de la Primera RFEF, Alberto Quiles reaparecía con la entidad herculina, tras un mes de baja debido a su doble fractura facial ante el Córdoba. El mismo día que reaparecía en Pasarón para sumar minutos de cara al playoff, volvía a lesionarse. En los minutos finales, una acción fortuita al pisar el balón, se dañó la rodilla izquierda. Las pruebas confirmaron los peores presagios de la parroquia blanquiazul: el Deportivo se jugaría la fase de ascenso sin su máximo goleador.
El pasado domingo en el primer envite ante el Castellón, Quiles se bajó del autobús en muletas y recibiendo el cariño de la afición. En el día de hoy, el primer equipo entrenó en Riazor para prepara el partido de vuelta en Castalia y el delantero del Deportivo todavía se paseó en muletas. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, el onubense es muy optimista de cara a llegar al partido de vuelta de la final por el ascenso a Segunda División. El fin de semana del 24 y 25 de junio, se disputará el encuentro de vuelta, es la fecha señalada en el calendario por Quiles. Todo ello, siempre y cuando el conjunto gallego avance a la última ronda.
El futbolista es uno de los ídolos de Riazor y del vestuario, tras dos años vistiendo la elástica del histórico club. Su sueño es llegar al futbol profesional de la mano del Deportivo: “Lo único que quiero es ascender y jugar con el Deportivo en Segunda”, comentó Quiles a este periódico hace unos meses. Una meta que le está obsesionando con la recuperación de su rodilla izquierda. Su tiempo se basa en el descanso, la alimentación y sobre todo en formas de trabajar para que esa rodilla esté lista para el día 25 de junio, siempre con la revisión del cuerpo médico del club. Según pudo averiguar AS, la idea que ronda la cabeza del jugador es: “recuperarse de la rodilla a toda costa”. Más aún, después del resultado del parte médico, donde se descartó una rotura de ligamentos. A raíz de ese diagnóstico, Quiles sintió el empujón anímico para obrar el milagro.