Punto entre la heroicidad y la decepción

El Hércules no arranca. Esa es su realidad, aunque unas veces se justifiqué con falta de actitud, como le pasó en Formentera, y otras con decisiones arbitrales, como le ocurrió ante el Manresa. El equipo de Ángel Rodríguez firmó un punto entre la decepción porque no despega en la tabla y la heroicidad, ya que tuvo que terminar el partido con nueve hombres. Maxi vio una roja polémica justo antes del descanso y Truyols dejó al Hércules con dos menos durante los últimos 20 minutos. Por eso, el cuadro alicantino dio por bueno un punto porque le tocó apelar a la épica para resistir.

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El conjunto alicantino suma en casa una nueva decepción, aunque tenga coartada por las decisiones del colegiado Ruiz Esquinas. El Hércules prolongó en el Rico Pérez las dudas que deja fuera de su feudo. Al Manresa le bastó con estar bien armado y tratar bien el balón para rascar un empate de Alicante. Al cuadro catalán le faltó colmillo para lanzarse a tumba abierta a por el partido. Pocas veces tendrá a un gigante tan a tiro.

El Hércules tuvo el inicio soñado. El equipo de Rodríguez se encontró con el gol muy pronto. Una cabalgada de Nico por la derecha terminó en dos centros consecutivos. El segundo, terminó en las botas de Alvarito, que no perdonó. Fue el primer y último acto de servicio de Nico, que en esa jugada volvió a romperse y se fue del césped llorando. El gol, en vez de paz, trajo nervios e inseguridad. El Manresa se adueñó del balón y el Hércules tampoco apretó en busca del segundo.

Al cuadro blanquiazul parecía que le servía con que no ocurriese nada. Pero algo pasó. El colegiado, en una larga jugada, vio una agresión de Maxi dentro del área y no dudó en señalar penalti. El argentino fue expulsado por su patada a Noah y el Manresa igualó desde los once metros. El Hércules tenía lo que merecía. Su conformismo le castigaba. Encima, le tocaba remar toda una parte con un hombre menos.

El equipo alicantino saltó al campo sin Maxi y apostó por replegarse y esperar su momento. El Manresa aceptó el reto y casi marca el 1-2 tras un disparo de Putxi al larguero que hizo temblar los palos de Carlos Abad. Luego, llegó la roja directa a Truyols y tocó apelar a la épica para amarrar, al menos, un empate. La expulsión del central calentó al Rico Pérez, que apostó por estar al lado de sus jugadores y dar por bueno un punto, aunque no sirva para engancharse a la zona noble.