Pablo Fernández lleva al Nàstic a la final del playoff

Hasta el final, fuerza Gimnàstic’ es uno de los lemas de un Nàstic de Tarragona que estará en la final del playoff de ascenso a Segunda División. El conjunto grana superó, en el duelo de vuelta, al Murcia por 0-1 gracias a un Pablo Fernández que es un faro inagotable de luz. El jugador asturiano de 28 años del Nàstic ya hizo el 1-1 en la ida, en el Nou Estadi, y esta vez volvió a emerger para mantener vivo el sueño de regresar al fútbol profesional. Queda un paso más porque, en la final, el Nàstic se medirá al ganador de la eliminatoria entre Real Sociedad B y Mérida.

Ante más de 31.000 espectadores, el Nàstic se hizo gigante. Todo arrancó en la previa cuando los jugadores tarraconenses llegaron a la Nueva Condomina al son de ‘había una vez un circo’. El espectáculo estaba por llegar y vaya si lo hizo. En la primera mitad, el Murcia tuvo ocasiones para marcar, clarísima fue una de Moha, en el 21’, pero no hubo manera. Los visitantes, por momentos, sufrieron muchísimo para achicar agua. Pedro Benito, Alcaina y Flakus se mostraron intensos, aunque también es de recibo indicar que Rebollo estuvo siempre seguro bajo palos. Los de Luis César dieron la sensación que daban por buenísimo llegar vivos al descanso y así fue.

Ya en la segunda mitad, el Nàstic tocó zafarrancho de combate y se dispuso a subir líneas y a jugar, de maravilla, al fútbol. Y en el 60′, una obra para el recuerdo. Montalvo inició la acción con un recorte excelente, Roberto Torres y Migue pusieron velocidad, Víctor Narro firmó un centro espectacular y Pablo Fernández marcó. Fue el primer remate, y único, a portería de los visitantes en todo el partido. No necesitaron más. 0-1 y explosión de alegría grana y mazazo para un Murcia que quedó noqueado durante algunos minutos.

Los locales fueron a la desesperada a por el empate en los últimos minutos y se toparon contra un muro: Rebollo. David Vicente fue una constante de crear peligro y Toral, en el 87′ la tuvo, pero el portero del Nàstic estuvo magnífico para, con el pie derecho, enviar a córner el remate. Los nervios se palparon, en ambos bandos, y en el 89′ pudo haber penalti de Enric Pujol, por mano, pero el colegiado la consideró involuntaria. Fue el golpe definitivo para un Murcia que se queda en el camino. Vía libre para el Nàstic.

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