Óscar Cano se mete en un embudo sin laterales ni extremos
Claros mensajes del técnico del Deportivo a sus recambios para las bandas. A los defensas con sus decisiones, a los atacantes con sus palabras: “Necesitamos extremos que defiendan”.
En una de las primeras jugadas del Alcorcón - Deportivo Olabe y Rubén Díez chocaron cuando el vasco tenía el balón controlado y se disponía a lanzar una contra. Quizá fuera casualidad, quizá fuera el primer aviso de la tarde de tráfico denso que iba a vivir el equipo blanquiazul en Santo Domingo. Porque como ya sucedió por momentos ante Unionistas, el Depor sufrió para mover el balón como consecuencia de desechar 10 metros a lo ancho en cada costado al jugar con laterales que no son laterales, o no están acostumbrados a jugar de, sin retocar nada más en el equipo que permitiera tener profundidad.
Óscar Cano ha decidido meterse en un embudo que refleja su confianza nula en cualquiera de los recambios que tiene para las bandas. Trilli y Retu, este último más fuera que dentro, se quedaron en el banquillo de nuevo a pesar de las lesiones de Antoñito y Raúl Carnero. Narro y Yeremay, los en teoría extremos que deberían abrir el campo en partidos cerrados, no tuvieron participación en la derrota contra el Alcorcón.
El mensaje del técnico seguramente había sido recibido alto y claro con sus decisiones, sobre todo en el caso de los laterales. Pero por si hacía falta reforzarlo para los atacantes, él mismo se encargó de verbalizarlo en sala de prensa: “A ver si en el mercado podemos cambiar cosas. Tener otro tipo de extremos que tengan otras características. Que defiendan, que rechacen adversarios, que no nos hundan. Cuando el equipo no tiene el balón, tenemos que tener una serie de jugadores que nos permitan pensar que no nos van a hundir, que no nos hagan oportunidades de la nada”. Desde la llegada de Cano - una muestra de 11 partidos -, Narro ha sido titular en una ocasión y suma 181 minutos. Yeremay todavía no ha salido de inicio y acumula únicamente 86 minutos.
Villares: “Es normal que a mí y a Pablo nos ataquen, ves a un lateral fuera de posición y...”
Pero el problema de ir parcheando posiciones con jugadores fuera de sitio no sólo merma al equipo en ataque. Tanto Villares como Pablo Martínez sufrieron en Santo Domingo a pesar de completar un partido más que serio. Porque aunque la solución puede servir contra muchos equipos de la categoría - Unionistas ni se acercó al área -, los rivales de máxima exigencia como es el líder de la categoría encuentran la forma de castigar las debilidades. Así de claro lo explicó el de Vilalba en zona mixta: “Ves a un lateral fuera de posición y… a Pablo también le tocó y es normal que te ataquen. Por ahí llegó el primer gol. Tengo que verlo, quizá pudimos cerrar algo más”.