Omar Janneh quiere ser campeón de campeones

El Atlético busca construir el gol en casa. La Academia lleva años potenciando su delantera y a los Carlos Martín (15 goles en segunda con el Mirandés), Giuliano Simeone, Adrián Niño o Abde Raihani hay que añadir el nombre de Omar Janneh, que a sus 17 años no para de demostrar un enorme futuro. El punta fue el gran protagonista en Alcalá con un doblete que lleva al Atlético a la final four de la Copa de Campeones (en Nerja). Internacional Sub-18, las comparaciones con Samu Omorodion no son en vano. Además de su procedencia desde el Granada, tiene planta, zancada, físico, velocidad y juego aéreo, una bestia imposible de frenar para el Levante y que ya suma 20 goles este curso.

Tras el 1-1 en Buñol, Fernando Torres recurría a Boñar en el lateral derecho, todavía en edad juvenil aunque lleve toda la temporada con un enorme protagonismo en el Atleti B. El equipo rojiblanco se estiraba por las bandas, con Iker Luque ganando línea de fondo en la derecha y Rayane entrando por dentro para dejar el carril izquierdo a Julio Díaz. David Muñoz y Rayane avisaron a Caye. El campo se iba volcando en favor rojiblanco, pero fue el Levante el que supo golpear primero. Los granotas consiguieron ir encontrando a Paco Cortés entre líneas para suministrar de balones a una delantera que atacaba al espacio con voracidad. Una luz a sus ataques.

Y tras una falta evitable de Spina, que además le costó la amarilla, a los 18 minutos llegó la calidad en el golpeo de Álvaro Moreno para superar a una barrera poco contundente y a un Luismi cuya estirada no fue suficiente. Un golpe que dejó grogui durante varios minutos al Atlético, en un ritmo que convenía al Levante y donde los minutos corrían sin que ocurriesen cosas. Fue el rato de mayor tranquilidad para los visitantes, que habían tumbado al Atlético en Copa del Rey por 3-0, pero vieron como los de Fernando Torres se cobraban su venganza.

Si en Buñol fue Rayane quién revitalizó al equipo, en Alcalá fue Iker Luque el jugador que se echó al equipo a la espalda. Desborde, llegada, intensidad, velocidad... El extremo derecho fue despertando y tras un gol anulado a Omar Janneh por fuera de juego, Luque se adelantó a un error en la salida de pelota del Levante, ganó la banda y puso el pase atrás al punta para que consiguiese el empate. De la misma combinación, pero a la inversa, estuvo a punto de llegar el 2-1, pero Caye repelió el remate de Iker Luque.

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El descanso llegó con alivio para el Levante, pero el Atlético salió con energías renovadas de vestuarios. Y sus bandas son pura dinamita. En esta ocasión por la izquierda, una internada de Julio Díaz acababa con el preciso centro en la cabeza de Omar Janneh, tumbando a todos los defensores en el salto como si fuesen bolos. Un gol que ponía al Atlético en ventaja contra el Levante por primera vez en sus tres enfrentamientos y que acabó siendo determinante para que el Atlético se gane un billete para la final four.

El vértigo fue llevando al Atlético a área propia mientras el Levante se volcaba en busca del empate. E hizo muchísimo peligro a balón parado. Es más, gozó de dos ocasiones inmejorables, pero si no tienes contundencia te sale caro. Luismi paró el remate de Cortina y Calatrava se estrelló con el larguero cuando tenía todo de cara para poner el empate. Pese a la expulsión de Serrano, el Levante no dejó de creer y ya con Caye en área rival tuvo otra ocasión clarísima, también con Calatrava de por medio, pero el balón se paseó sobre la línea sin acabar superando la línea de fondo. La suerte estaba de parte del Atlético. Y, si hay que sufrir, nada como el equipo de Torres para seguir soñando con cotas altas. Ser el mejor juvenil entre los campeones de grupo. El reto cada vez está más cerca.

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