Niño, este Atleti es historia

Fernando Torres y el Atlético. En un fútbol con cada vez menor sentido de pertenencia, hay binomios que siempre serán inseparables. El Niño, el eterno Niño. El que despertó la ilusión cuando la primera plantilla se ahogaba en Segunda División. Que ofreció luz para que una generación de niños atléticos tuviesen a lo que agarrarse. Rechazó ofertas hasta salir al Liverpool. Volvió para ganar su primer título con el equipo de su vida y corazón (la Europa League de 2018) y, tras retirarse en Japón, se puso a los mandos del banquillo del juvenil hasta convertirle en el mejor equipo de España.

La tercera Copa de Campeones de la historia del club colchonero (tras las de 2001-02 y 2017-18) antes de que el técnico se haga con las riendas del Atleti B en Primera RFEF. El mejor juvenil de España, por mucho que el máximo rival se prodigue en buscar jugadores en la Academia. El Atlético empezó fuerte, con visos y porte de querer salir campeón por la vía rápida. Y consiguió el gol nada más comenzar, por medio de Jano Monserrate en una jugada invalidada por un supuesto fuera de juego posicional de Omar Janneh, que no tocó la pelota pero sí influyó en el primer despeje de la zaga hacia su propia portería, cuyo rechace aprovechó Jano para marcar. Fernando Torres repetía once en Nerja por tercer partido consecutivo, lo que funciona no se toca. Un equipo reconocible y que sabe a lo que juega.

Pero el Betis no iba a dar su brazo a torcer sin pelear. Curiosidades del fútbol, el equipo verdiblanco es el único de los ocho que iniciaron la Copa de Campeones que no ha ganado su Liga. Clasificado como mejor segundo, dejó por el camino en semifinales al Sevilla que le había derrotado en los dos compromisos ligueros. Los verdiblancos se tomaron la venganza en la prórroga donde perdieron para la final a Agustín por expulsión, una baja importante.

Y fueron creciendo en el partido hasta equilibrarlo por completo. Cuando más cómodo se sentían los de Dani Fragoso, el Atlético contraatacó con un remate cruzado de Julio Díaz, muy similar al del gol en semifinales contra el Mallorca, pero en esta ocasión encontrándose con el pie de Josan. Su rechace acabó en Omar, cuyo disparo lo repelió el larguero sobre la línea sin llegar a botar dentro. Respondería Pablo García, autor de 43 tantos esta temporada, con un disparo sin apenas ángulo por fuera de la red. El partido estaba vivo.

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Y fue Rayane Belaid, puro talento, el encargado de desequilibrarlo. Recogió un balón ganado por David Muñoz tras un saque de banda bético, lo condujo, recortó con la izquierda y cruzó su disparo con la derecha. Un golazo para el internacional Sub-19, el decimonoveno de la temporada, en el momento más psicológico, justo antes del descanso.

De vestuarios regresaba el partido como había comenzado en la primera mitad. David Muñoz podía ampliar la ventaja para el Atlético tras un jugadón de Iker Luque. Omar Janneh tenía un mano a mano donde, tras regatear al portero, se estrellaba con el palo. Su segundo balón a la madera. Si crece en la definición, puede ser un delantero colosal. Y Jano Monserrate disparaba desde lejos rozando el palo. El Atlético perdonaba el segundo, algo siempre peligroso. Pero había salido mucho mejor que el Betis, todavía noqueado por el tanto de Rayane.

Los verdiblancos tardaron 20 minutos en asomarse sobre la portería de Luismi, que ha cubierto con garantías la dura baja de Esquivel. No le encontraba el menor resquicio a la pareja formada por Spina y Seydoull Fall, siempre fuertes para adelantarse. También Boñar echaba el telón a su banda. El partido se fue llegando de fango, disputas, golpes, empujones... mientras el tic tac corría y los cambios de Dani Fragoso se sucedían. Morante intentaba hacerse fuerte, pero su misiva se volvía altamente complicada. Solo Barea conseguía romper líneas. Torres por su parte reforzaba la medular para evitar sobresaltos.

No pasó nada, el Betis apretó más por necesidad que por claridad y el triunfo es rojiblanco para cerrar un doblete, Liga y Copa de Campeones, que le señala como el mejor juvenil de España. La Academia está muy viva, lo demuestra temporada tras temporada. Y el título en Nerja deja patente que hay mucho talento en las categorías inferiores rojiblancas. Barrios y Riquelme se han asentado en los planes de Simeone. No habría mejor noticia para el Atlético que dentro de unos años sean los Rayane, Omar, Spina, Boñar, Frey y compañía los siguientes. Y, sin fecha por delante, algún día será Fernando Torres quien se siente en el banquillo del Metropolitano. Alirón, alirón, este Atleti es campeón.

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