Míchel, Riera y Jean Paul endulzan el estreno de Escobar
El Hércules remonta ante el Deportivo Aragón en el debut del nuevo técnico. El canterano brilla con asistencia y gol.
El Hércules respira aliviado. Lolo Escobar tuvo el estreno soñado, con un triunfo vital que le permite abrir el paracaídas y escapar de la zona roja de la clasificación. Con remontada incluida, el conjunto blanquiazul tiró de amor propio para derrotar al Deportivo Aragón. Míchel, Riera y Jean Paul endulzaron el estreno de Escobar, quien sólo le puso un punto de cordura a la situación. El Hércules no brilló, pero sí compitió. Encima, se dejó llevar por la ilusión de Jean Paul, un delantero del filial capaz de no temblar un día señalado. Su asistencia y gol fueron decisivos.
Lolo Escobar prometió ser lógico y descartar los inventos. Y así fue. Ante las bajas, echó mano del filial. Dani Marín, en el eje de la defensa, y Jean Paul, en punta, fueron las principales novedades de un Hércules que saltó con un claro 4-1-4-1, con Toscano al mando de las operaciones. Pero los problemas del equipo son defensivos, más allá de quién esté en el banquillo. Cualquier acercamiento es un drama. El Deportivo Aragón aprovechó su momento y el punto de dejadez del Hércules para marcar primero. Rubio culminó una jugada que nació en un saque de esquina. El equipo blanquiazul tiró mal el fuera de juego, aunque lo reclamó con ira. 0-1 y de nuevo otro escenario terrorífico.
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El Hércules tiró de orgullo y poco a poco fue inclinando el campo hacia la portería del filial. En una de ellas, Jean Paul conectó dentro del área con el valenciano y este, con clase, firmó las tablas. Eran los mejores momentos de un Hércules que intentaba mandar, pero que atrás sufría. El Deportivo Aragón casi marca el segundo poco después del empate, pero Carlos le sacó una gran mano a Naranjo tras un barullo. Llegó el descanso y el Hércules, con fe y entrega, estaba vivo.
El cuadro de Escobar, al notarse con las constantes vitales intactas, se lanzó a por el partido en la segunda parte. Toscano casi marca un gol olímpico, pero un defensa del filial le robó la gloria. El que se vistió de killer fue el central Riera para meter un derechazo en la escuadra, en un disparo muy bien colocado. El gol le dio aire al Hércules, que se entonó en defensa. Jean Paul, en una contra, puso el 3-1 definitivo. El canterano redondeó su buen partido y devolvió los aplausos a un equipo que ha dado el primer paso para salir de la depresión. Al menos sonrió seis jornadas después, con Escobar en el banquillo y Rodríguez en el paro.
