Lucas Pérez: “Me fui con 15 años para invertir en mi carrera, ahora invierto en ser feliz”
El delantero coruñés atendió a AS después de su impactante regreso al Deportivo para explicar su decisión, metas y el siguiente sueño: ascender.
Lucas Pérez (A Coruña 10/9/1988) se ha convertido en una rara excepción en el fútbol después de bajar dos categorías y poner dinero de su bolsillo para regresar al equipo de su corazón. El delantero de Monelos, que tuvo un debut soñado con el Deportivo con un doblete, se ha convertido en un fenómeno de masas, aunque él le quita hierro a su regreso. Habla de todo lo que llevó a tomar la decisión, sus malos y buenos momentos en el fútbol, su próxima paternidad y su anhelo de devolver al Deportivo a Primera División.
Con todo lo que se ha visto estos días, ¿puede pasear tranquilo por A Coruña?
Sí, sí. La gente es muy respetuosa, Me da ánimo, fotos y me piden firmas, pero yo encantado. No tardo ni cinco minutos en cruzar la Calle Real. Me muestra su cariño y eso es importante.
¿Ha asimilado ya todo lo que está pasando desde que se confirmó su fichaje por el Deportivo?
Estoy muy tranquilo porque lo bueno es que estoy en casa, con mi familia, amigos, novia… Ha sido una semana movida conociendo compañeros, la presentación… pero en casa, en la ciudad que conozco desde pequeño y además, en el club queda gente aún de mi etapa.
¿Qué le sorprendió más? ¿La gente que hubo en su presentación o el ambiente de Riazor en su debut?
Las dos por igual. No me imaginaba tanta gente en la presentación. 7,000, 8.000, 9.000… Era mucha gente, una burrada. No me imaginaba esa repercusión. Estoy feliz y contento porque a nivel personal es algo que me voy a llevar para toda la vida. Me enorgullece, me da la sensación de que algo habré hecho bien; por algo me querrá la gente.
En esos momentos de emociones, ¿se le vino a la mente la espinita que lleva dentro por aquel descenso en 2018?
Esa espinita siempre la tendré. La considero un fracaso a nivel personal y profesional, pero también lo fue para otros jugadores. Hay cosas que siempre nos quedan marcadas. Igual que cuando fui campeón por primera vez con el Arsenal, también fue algo bonito. Guardo las medallas, el balón de la Champions, fotos… Esa mancha, o como la queramos llamar, también la guardo. Ojalá pueda ayudar ahora al equipo a ascender.
¿Fue algo que influyó para este regreso?
No, porque yo siempre he querido estar aquí. Lógicamente a nivel profesional es algo que queda marcado. Vuelvo para intentar ayudar, para compensar algo, se podría decir. Siento que fue algo en lo que tengo parte de culpa, pero a la vez es algo que pasa en el fútbol. El fracaso hay que vivirlo en el deporte, no lo he inventado yo. Han descendido campeones del mundo, de Europa, han perdido finales… son cosas que te quedan marcadas.
¿Ascender le daría una satisfacción similar a un título?
La satisfacción de poder ayudar. De devolver algo al club tanto que me ha dado. El Depor me ha dado mucho, no solo a nivel de mi traspaso al Arsenal, también felicidad, mi infancia…
¿Esperaba esta enorme repercusión mediática por lo que ha hecho?
Es algo de la vida. Lo único que puedo decir es que vuelvo a mi casa. Me apetece volver y es un reto maravilloso. ¿Qué podía haber seguido en Primera?, seguramente. El Cádiz mismo, el presi me quería renovar y su cariño es de verdad, me lo ha demostrado. Lo que más me ha costado es abandonar la Primera División. Por suerte me lo he ganado, lo he hecho luchando. No es fácil decir que toda tu carrera ha sido en Primera.
“Lo de mi presentación fue una burrada de gente. Me enorgullece, me da la sensación de que habré hecho algo bien”
¿Cuándo decidió que quería volver al Deportivo sí o sí?
Es una reflexión de tiempo atrás. Siempre he querido estar en casa. Desde que me fui hasta que encontré la manera de volver siempre lo he tenido en mente. A veces no se da por mucho que tú quieras, pero se dio ahora.
¿El fallido ascenso ante el Albacete lo frenó todo en verano?
Lo de ascender, no ascender… estuvo en el aire. Siempre le he dicho al presi que quería volver a A Coruña. Él lo entendía, pero es lógico que defienda los intereses del Cádiz. Siempre nos hemos entendido, todo de buenas maneras y no se pudo dar en verano, pero no pasa nada. Seguí entrenando y jugando con el mismo cariño. En Cádiz estaba feliz, lo intentaba hacer lo mejor posible. Vengo ya de muchos años en esta profesión y al salir a jugar al campo me olvido de todo. Me hace feliz y espero que dure mucho tiempo.
¿Cuándo decide poner dinero para desatascar el traspaso?
La situación era la que era. Es lo que la negociación permitía y lo que el Depor podía. Pero no pasa nada, lo arreglamos. No me gusta hablar de dinero. No me gustan nunca las comparaciones. La situación se ha dado así, pues no pasa nada. Lo veo como un acuerdo normal y corriente. Entiendo que choque, pero hay muchos jugadores que van a clubs bajando sus pretensiones y es de agradecer y alabar. También que un jugador consiga poder mejorar sus condiciones económicas. Para mí no hay que llevarlo a que un jugador deja de ganar o poner dinero o que va a ganar más… Si gana más es porque se lo ha ganado y si deja de ganar es porque le compensa. Hay jugadores que bajan sus pretensiones, pero es porque van a ser felices. Eso es inversión, invierto en mí, en estar en casa, en ser feliz.
Muchos lo ven como el último romántico...
Hay muchos románticos. Mucha gente en muchos equipos, lo he vivido. Mi gran amigo Luis Alberto, no he hablado con él, pero se dice que igual viene al Cádiz para estar en casa. Me alegraría mucho por él y está en uno de los mejores equipos de Italia.
Otro amigo suyo es Raúl Carnero, que justo se lesionó en su debut…
Es una pena. Fueron muchos años compartiendo cantera. Una pena que haya tenido ese problema en los isquios. Que se recupere bien, desearle lo mejor y estamos felices de tenerlo. Justo había coincido con él en verano y habíamos hablado de volver a casa… Él también ha dejado Primera por venir al Deportivo.
¿Cree que se exagera mucho con lo que ha hecho?
Demasiado, hay que estar más tranquilos. Hay muchos jugadores que demuestran, no diría romanticismo, pero que es el equipo, su ciudad y su familia. Eso es también dinero ganado. Cuando me voy con 15 años, por tenerme que marchar de mi ciudad, he perdido momentos que no me hubiera gustado perderlos. Me los pierdo por invertir en mi carrera. Daría todo lo que hiciese falta por volver a entonces y estar con mis abuelos. Por desgracia, no puedo. Me perdí momentos por haberme marchado y es lo que más me fastidia.
La cantera está teniendo problemas para llegar a jugar en el Deportivo pese a estar en Primera RFEF. ¿Qué les diría?
Que en el mundo del fútbol hay que ser paciente y estar tranquilo. De estas cosas se aprenden. Entiendo la decepción de Trilli. Merece jugar, sí, como merecen jugar muchos. Yo no estaba jugando en el Cádiz; el entrenador hace lo que cree mejor. Yo marqué un hat-trick en Champions y no jugué en cuatro partidos con el Arsenal. Me fastidiaba, me molestaba, sí. Pero hay que aprender, canalizar esa rabia y seguir entrenando bien. Aprendes, mejoras… Hablo de Trilli porque es el tema que está de actualidad. Pero en el Deportivo, yo que vengo de fuera y estoy en el día a día, lo tienen muy bien valorado, confían mucho en él y es así. Aquí estamos para ayudarlo, debe tener tranquilidad… Tiene 19, 20 años… Como le diré a mi hijo, antes de caminar, gatea… Eso no es que no merezca jugar, lo merece.
En un mes será padre. ¿Influyó eso en su decisión de volver?
No ha sido decisivo. Lógicamente me va a ayudar porque tengo mi familia y mi novia tendrá todo el apoyo. Al ser asturiana tiene más cerca a la familia también, toda su gente… a repartirnos. Pero no tiene nada que ver, porque hubiera sido feliz igualmente en Cádiz. Estando juntos, hasta seríamos felices en Ucrania.
Cuando uno es feliz, ¿se releja en el campo?
Influye mucho que una persona tenga apoyo, su círculo, su atmósfera. Lo veo importantísimo, es parte vital y casi todo está en la cabeza. Es el 90 por ciento de esto. Físicamente todos los futbolistas de Primera, Segunda o Primera Federación están muy bien. Después entra lo emocional. Si estás jugando, si las cosas te salen bien, problemas de salud de algún familiar, si el equipo va bien… influye porque somos personas.
¿Y cómo vio el nivel en ese primer partido en Primera Federación?
No diría que jugué en Primera Federación, jugué en el Deportivo. Fuimos los mejores en Primera y en Segunda, ahora toca hacerlo en Primera Federación y hacerlo con orgullo. Es lo que toca vivir y adelante con lo que sea mientras sea con el escudo.
Debutó con un Riazor abarrotado, victoria, un doblete… ¿Escribió usted el guion?
Pude soñarlo, pensarlo… pero nunca es como uno quiere o desea. Podía haber salido mal. Podíamos haber perdido y se hubiera creado un ambiente no tan bueno. Pero ganamos, las cosas salieron bien y tiene que ser una constante. Que la gente no baje los brazos. Con el Cádiz, cuando llegué, no se había ganado un partido en casa y ni un pito... Parece una tontería, pero que se acumule gente animando en la grada, el jugador lo siente, lo percibe, piel de gallina, da motivación y ganas. Se siente y es bonito. Eso fue lo que pasó en Riazor.
El siguiente examen el Alcorcón el colíder…
Humildad, en el futbol hay que tener humildad siempre. Veo a Messi, el mejor de todos los tiempos, y siempre los es… Todos los jugadores de fútbol profesional tienen humildad, cualquier equipo te puede ganar.
Y enfrente otro amigo, Pedro Mosquera…
Gran amigo de hace muchos años, pero esta vez le deseo que pierda (risas).
¿Le vinieron a la mente muchos recuerdos al sentarse en el vestuario antes de debutar ante Unionistas?
Bonitos recuerdos, sí. Muy bonitos porque he sido feliz en el Depor, lo soy y espero seguir siéndolo.
¿No se le hizo raro levantar la cabeza y solo reencontrase desde su marcha con Álex Bergantiños?
Sí, pero estaba Mackay. los doctores, fisios, gente del club… Es bonito porque hemos vivido momentos bonitos. Luego me mandan mensajes doctores del Cádiz, los fisios… Muchos ya me han dicho que vendrán a verme contra el San Fernando. El futbol también son emociones y amistades que te llevas toda la vida. Recordábamos cuando nos salvamos en el Camp Nou, es el mejor recuerdo que tengo del mundo del fútbol. Había que empatar como fuera, sacarlo… fue precioso
¿Cómo ve las opciones de ascenso directo?
Desde que está el Deportivo está en Primera Federación cada año es más difícil. El primer año fue la liga esa corta y rara, no había por donde cogerla. El segundo año lo del Albacete… y ahora este año. Cualquier equipo te puede ganar. Es complicado y creo que este año es más difícil. El Alcorcón, Castilla, Córdoba, Fuenlabrada… Será complicado.
“Al entrar en el vestuario me acordé de cuando nos salvamos en el Camp Nou, es el mejor recuerdo que tengo del mundo del fútbol”
Su ídolo era Fran, y ahora lo ve todos los días…
Y a Manuel Pablo también. Me encanta verlos y hablar de fútbol.
¿Qué tal con Óscar Cano?
Muy bien. Creo que la idea de juego que tiene, de fútbol asociativo, mucha pared y asociarse en corto es buena y a mí me encaja; es el fútbol que me gusta. Hay que adaptarse a los futbolistas y en este equipo hay mucho jugador de toque.
¿Cuántos años ha firmado finalmente?
No lo sé, de verdad… Creo que año y medio o dos y medio como jugador. Luego puedo continuar si me encuentro bien y después varios años para formarme para trabajar en el futuro en la secretaría técnica, dirección deportiva, cantera… Mientras esté vinculado al mundo del futbol, sea útil y vaya todo bien, perfecto. En el momento que no esté para aportar se hablará y ya está.
Todo menos entrenador…
No es algo que me llame la atención. Me he formado, pero no me gusta ser entrenador porque creo que tiene incluso más exigencia y presión que un futbolista. Cambiar la familia de un lado a otro… Me llevo bien con muchos entrenadores y… Garitano se tuvo que quedar a vivir en Vitoria con la familia cuando lo echaron… es difícil.
La afición del Depor no para de crecer a pesar de los palos. ¿Qué mensaje de positivismo les lanzaría?
Si es que el positivismo nos lo da la afición a nosotros, no nosotros a ellos. No es normal lo que hacen. Esté yo o no, siempre han estado ahí. Realmente la fuerza nos la dan ellos a nosotros, solo le podemos dar las gracias. Todo lo que nos dan, lo queremos devolver. Vamos a por todas. Hay que dejar atrás los malos momentos y el Deportivo va a volver. Ojalá sea con Lucas, pero cuando pasen los años ojalá podamos estar arriba y mantenernos arriba. Si podemos volver a Primera, tenemos que valorarlo de verdad. Que quedar 17 o 16 no sea malo. A lo mejor no valoramos algo cotidiano, el pan de cada día, pero hay que valorarlo.
Se refiere a los años en los que celebrar la permanencia en Primera estaba ‘prohibido’…
Nuestros vecinos del Celta llevan muchos años en Primera y eso me parece Increíble. Es bueno que lo valoren y lo disfruten en una Liga tan competitiva. Vengo del Elche y nos salvamos, pues casi la misma plantilla este año lleva 4 puntos… El Cádiz lo valora mucho también porque estuvo varios años en Segunda B. Estamos en la categoría que estamos y vamos a luchar por subir. Si tenemos suerte de volver a Primera lo valoremos, porque es muy difícil, lo he vivido.
Acabo. ¿De dónde es la entrevista más lejana que le han pedido en estos días, o la más rara?
La que más puede sorprender es la que acabo de hacer con Pereira y Force, youtubers o freestylers, que se pueden escapar de lo habitual. Pero a es algo que me gusta verlo, disfrutarlo. Soy de jugar a la ‘play’, disfrutar con los amigos… Internacional nada porque con el inglés no me atrevo y en italiano se las dejo a Joaquín, que en eso es un artista.