Louzán se enfrenta a una doble amenaza: el CSD y el Supremo

Habemus presidente en la Federación, pero la paz sigue sin estar asegurada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El Gobierno tiene en el punto de mira a Rafael Louzán, el nuevo mandatario de la RFEF, sobre el que pesa una condena de siete años de inhabilitación a cargo público por prevaricación, aunque está recurrida ante el Supremo. Ambas son sus dos grandes amenazas para cumplir el actual mandato. A la espera de que el TSJ dictamine sentencia, el Consejo Superior de Deportes confirma a AS que está estudiando si impugnar o no su nombramiento.

El nombramiento de Rafael Lozuán como nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol no gusta en el Gobierno. No quieren al frente de dicha institución a una persona con una condena por prevaricación, pese a que está recurrida, y entienden que no puede ocupar por ello dicho cargo. Según la lectura que hacen de los Estatutos de la Federación, es inviable. De ahí que estén estudiando los servicios jurídicos del Consejo Superior de Deportes cómo impugnar su nombramiento. Y se apoyan en artículos como el 19 del Estatuto de la RFEF, que afirma en su punto cuatro “no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos” como uno de los “requisitos para ser miembro de los órganos de la RFEF”. Entre los que se encuentra el cargo de presidente. Además, en el artículo 24 de la misma normativa, el artículo D señala que tener la “incapacidad que impida el desempeño del cargo” es una de las causa para que “los miembros de los órganos de la RFEF cesen”. Y en el caso de Louzán, al tener una condena por inhabilitación a cargo público, se encuentra en esa tesitura, pese a tener la sentencia recurrida.

Ahora bien, el Consejo Superior de Deportes debe sopesar sus opciones de éxito. En un principio aseguraban con rotundidad que iban a impedir que Louzán fuera candidato a la presidencia al incumplir la normativa. Pero sin Miguel Ángel Galán, con el que pactó Louzán para que no le denunciase, al final no se dio el movimiento. El discurso del Gobierno fue bajando decibelios hasta que el pasado viernes afirmaron que no tenían capacidad para denunciar su candidatura. Ahora con su elección pasa lo mismo: no les gusta que haya sido elegido ni que los asambleístas hayan apostado por él, pero no confirman a día de hoy si podrán impugnar o no su nombramiento. Están estudiando sus opciones y si es viable.

Si Louzán logra regatear esta amenaza de enviste del Gobierno, en febrero tendrá otro obstáculo. El Tribunal Supremo debe decidir sobre el recurso que presentó el gallego sobre la condena por prevaricación que pesa sobre él y los siete años de inhabilitación. Si el Supremo no falla a su favor, el Gobierno ahí sí tendrá más argumentos para actuar en su contra.

Javier Tebas, presidente de LaLiga, ya ha advertido de la situación que va a vivir: “Del Gobierno me preocupa todo, y me preocupa que utilicen organismos teóricamente independientes para cambiar la decisión democrática de la asamblea”. Al organismo que hace referencia es al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), al cual podría recurrir ahora o cuando decida el Supremo con el objetivo de impugnar el nombramiento de Louzán.

La importancia de Miguel Ángel Galán

El presidente de la escuela de entrenadores CENAFE, Miguel Ángel Galán, es una pieza muy importante en el tablero federativo. Pese a que muchos les pese. Con sus denuncias y cruzadas contra la RFEF, inició la caída de los anteriores mandatarios: Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha. Y en estas elecciones también ha sido clave. Galán, conocido en la Federación como Querellator, tenía pensado denunciar a Louzán ante el TAD por la condena que le inhabilita pese a estar recurrida; pero el gallego llegó a pacto hace un par de semanas que frenó todo. El entonces candidato añadió a su programa electoral las reivindicaciones que hacía Galán para el colectivo de entrenadores a cambio de que no lo hiciera. Y así fue.

Las denuncias de Galán servían de ariete a los intereses de otras instituciones y del Gobierno a la hora de iniciar los procesos en órganos como el TAD. Pero sin él, ahora tienen que dar un paso adelante el resto. Algo que confirma Galán en un mensaje en el que felicita a Louzán: “Gracias a nuestro acuerdo, pudo presentarse y evitar la impugnación de su candidatura, a pesar de las presiones a las que me sometió el gobierno durante la negociación con llamadas constantes del CSD”. Pero advierte: “Estaré vigilante para asegurar que se cumplan los acuerdos en beneficio de los entrenadores y entrenadoras de fútbol de España con título académico. Esto no es una carta blanca y no me gustaría sacar el disfraz de Querellator, he tendido la mano y espero reciprocidad, solo quiero la paz y estabilidad del fútbol español”. Según confirma Galán a este periódico, en los próximos días tiene previsto reunirse y e ir dando pasos con la Federación en los acuerdos electorales alcanzados con Louzán.

El nuevo presidente va a tener mucho trabajo por delante. Entre ellos, regatear las amenazas del Gobierno y del Tribunal Supremo. Además de no resucitar a Querelletor.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.