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DEPORTIVO

Los 5 pecados de Óscar Cano

El técnico logró revitalizar al Depor, pero su gestión con la crisis de los laterales, los cambios y su reducido grupo de confianza pasan factura.

14/01/23 PARTIDO PRIMERA RFEF 
AD ALCORCON - RC DEPORTIVO DE LA CORUNA
OSCAR CANO
EDUARDO CANDEL REVIEJODiarioAS

Óscar Cano se hizo cargo del Deportivo en la octava jornada tras la destitución de Borja Jiménez. El técnico granadino llegó con las ideas muy claras con el sistema 4-3-3 como bandera, trabajó defensivamente para cortar la sangría con las transiciones de los rivales, rescató a jugadores como Svensson y fue creando su once titular. Con esas premisas levantó al Deportivo, pero el paso del tiempo está sacando las costuras a su plan por su inmovilismo en varios aspectos a pesar de que el club ha puesto en sus manos hace dos jornadas al arma más letal de Primera RFEF: Lucas Pérez.

Los laterales: Desde su llegada, y casi como había hecho Borja, sus apuestas fijas para los carriles fueron Raúl Carnero y Antoñito. Pese a momentos bajos de rendimiento, especialmente en el caso de Raúl, el técnico apostó por darles confianza y mantenerlos. La crisis se ha abierto cuando ambos se han lesionado sin que sus sustitutos, los jóvenes Retuerta y Trilli, tuviesen la mínima oportunidad. En el partido ante Unionistas tuvo que parchear sobre la marcha el equipo y sus relevos (Villares y Pablo Martínez), respondieron. Ante el Alcorcón incidió en lo mismo, pero el resultado, como era previsible, fue realmente bajo con un equipo embotellado por el centro sin laterales ni extremos.

Debilitar otras demarcaciones: La absoluta falta de confianza en Trilli y Retuerta tiene otros daños colaterales. Villares, que terminó 2022 como un cohete en la presión y viendo puerta, ha cumplido en el carril derecho, pero su ausencia en el centro del campo se está notando. Significativo fue ver a Lucas Pérez pidiendo ayuda en la presión en Alcorcón con bastante poco éxito. En la izquierda, Pablo Martínez sufre más, aporta menos y se nota su ausencia en el eje de la zaga. El central francés, después de un primer tramo tras su fichaje invertido en que cogiese tono físico y se adaptase, empezó hace algo más de un mes a demostrar su verdadero potencial y a subir el nivel de la defensa. En el partido ante Unionistas Cano tuvo que improvisar en parte por la lesión de Raúl Carnero, pero en Alcorcón dispuso de una semana para buscar soluciones. Después de ensayar con defensa de cinco, con Villares y Narro de carrileros y Pablo Martínez en su sitio, volvió a optar por el 4-3-3. Al verse por debajo en el marcador, tampoco optó por esta solución y siguió igual.

Retuerta, Óscar Cano y Trilli en un entrenamiento del Deportivo.
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Retuerta, Óscar Cano y Trilli en un entrenamiento del Deportivo.Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Los cambios: Prácticamente desde su llegada, quedó claro que Óscar Cano no es un técnico al que le guste exprimir los cambios e incluso en rueda de prensa aseguró que “debo ganar partidos” y que “nadie me obliga a hacerlos”. En sus doce jornadas en el banquillo, el técnico granadino solo agotó las cinco sustituciones en la mitad de ellos y en esos partidos, 13 de los cambios llegaron por encima del minuto 80. Especialmente difícil de entender fue el encuentro del pasado sábado en Santo Domingo. El equipo fue a remolque en el marcador, se quedó con diez en el minuto 63 y la exigencia física fue enorme. Cano solo hizo tres relevos, uno fue por obligación tras la roja a Mackay y Kuki Zalazar entró en el 87.

Grupo cerrado: A pesar de la preocupante situación clasificatoria del Deportivo, lo cierto es que todavía queda la mitad de liga por disputarse. En ese sentido, también preocupa que el grupo de jugadores que cuentan con la confianza del técnico sea tan reducido. Gorka Santamaría ya ha hecho las maletas y está en Badajoz, mientras que Retuerta y Granero no han debutado. La situación de Trilli es sobradamente conocida y el otro canterano, Yeremay, no ha sido titular nunca. Kuki Zalazar es otro que no ha pisado un once con Cano, mientras que Álex Bergantiños y Víctor Narro lo han hecho en una sola oportunidad. Así, de la actual plantilla de 23 jugadores, hay siete que casi no cuentan, a lo que hay que añadir a Pablo Brea, tercer portero. Con esto, el núcleo del técnico granadino después de doce encuentros en el banquillo se reduce a 13 jugadores más los porteros Mackay y Edu Sousa. A esto hay que sumar que la presencia de jugadores del filial ha sido totalmente nula.

La sala de prensa: No influye directamente en lo que ocurre sobre el campo, pero las declaraciones de Óscar Cano están levantando ampollas en la afición y pueden afectar al vestuario. La polémica más reciente, que no la única, tuvo lugar este fin de semana. Después de asegurar en varias ocasiones, incluso antes del fichaje de Lucas, que disponía de “un plantillón con infinitas posibilidades” tras la derrota en Alcorcón cambió a un “a ver si en el mercado podemos cambiar cosas”. De igual forma, siendo el técnico, sorprendió su valoración sobre el rendimiento como visitante: “No acabo de ver al equipo competir como en Riazor”. Lo cierto es que casi desde su llegada el entrenador granadino ha lanzado mensajes contradictorios y extremos, pasando de la mayor de las euforias o los elogios a un jugador, a las lecturas totalmente en negro como en el partido de Badajoz.