El proyecto al alza del Eldense acaba con un maldición de 59 años

El Eldense vuelve al fútbol profesional. El cuadro alicantino lo hace después de una eterna travesía por el desierto. 59 años después, el Deportivo está en Segunda División. Seis décadas sin estar entre los mejores, donde el barro y el fango fueron el hábitat natural de una afición sufridora. La Tercera División y la Segunda B, en los mejores años, formaron parte de la historia. Su último partido en la categoría de plata fue en abril del 64, ante el Hércules. En agosto, el fútbol profesional volverá a la localidad zapatera. “Por los de antes, por los de ahora”, rezó la pancarta que decoró uno de los fondos del estadio cuando los jugadores saltaron al terreno de juego con bufandas al viento. El resumen de la liberación.

La maldición llegó a su fin ante el Real Madrid Castilla. Tras un playoff eterno ante el Celta B y el filial blanco, el Eldense alcanzó la gloria. El Nuevo Pepico Amat enloqueció con los héroes de Fernando Estévez. Los goles de Nieto, Carlos Hernández y Ortuño ya forman parte de la historia del Deportivo, como también el épico partido ante el Castilla. Ellos igualaron los dos tantos de un Castilla que silenciaron por momentos las repletas gradas del Nuevo Pepico Amat y los balcones de los edificios colindantes. Pero el sufrimiento dio paso al alivio, a la felicidad eterna de una ciudad que ha sufrido con su centenario club. De ahí, la invasión al terreno de juego.

El Eldense, como tantas otras veces, se aferró a su estadio. El Nuevo Pepico Amat volvió a ser talismán. En casa, el Deportivo no cae desde hace 14 meses. Esa racha le llevó el curso pasado al ascenso a Primera RFEF y a Segunda División, dos ascensos consecutivos para ponerle la guinda a un proyecto firme y sólido que no se pone techo y quiere más.