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Elecciones RFEF

Las elecciones de la RFEF, cuestión de Estado: “Hay que evitar el bochorno”

El Gobierno sale de su perfil bajo ante la posibilidad de que el inhabilitado Louzán presida la Federación. Sigue habiendo barones en duda y se apela a la responsabilidad de los asambleístas.

Pedro Rocha y Rafael Louzán, durante un encuentro de la Liga de Naciones femenina de 2023.
Adrian IragoRFEF

El fútbol español vuelve a vivir una situación institucional al borde del caos. Que la alternativa al inhabilitado Pedro Rocha sea otro candidato que cuenta con una suspensión para cargo público como Rafael Louzán, presidente de la Federación Gallega, ha desatado un nuevo clima de alta tensión. Tanto, que el CSD ha pasado de mantenerse expectante en un segundo plano a avisar de una posible impugnación. La razón es sencilla: creen que el propio reglamento electoral de la RFEF imposibilita su candidatura. La visión es que la Orden Ministerial que rige a todas las federaciones es una herramienta genérica que no entra ni puede entrar en casos concretos, pero que el reglamento federativo sí impide a Louzán presentarse y esta norma debe ser aplicada aplicada sin rebuscar segundas interpretaciones.

Fuentes gubernamentales creen que se debe velar por la imagen mundial que se está dando. “Hay que evitar el bochorno”, se ha llegado a decir de un caso que vuelve a poner el foco en el fútbol español. Fuentes jurídicas próximas a Louzán explican que, con el reglamento en la mano, el gallego puede aspirar a presidir la RFEF. Pero en el CSD creen que la cuestión no es retorcer las leyes para buscar las rendijas grises por las que se pueda colar un caso que vuelva a dañar al fútbol español a nivel internacional. UEFA y FIFA siguen muy pendientes de lo que ocurre. De hecho, tras la visita que los dos organismos realizaron recientemente a España para pedir orden en el proceso, el CSD se había mantenido a la expectativa. Pero en los últimos días han pasado de la profunda preocupación a plantearse tomar decisiones contundentes. De hecho, la impugnación se realizará independientemente de lo que decida Miguel Galán, presidente de CENAFE, otra figura que ha sido clara en sus intenciones de recurrir el proceso si Louzán es admitido como candidato por la Comisión Electoral. La postura gubernamental es clara: “Hay que actuar por el interés general”. Y afirman a este periódico que no creen que ese interés sea que haya un nuevo presidente inhabilitado que mantenga la situación de inestabilidad en la RFEF y que no pueda asumir ahora mismo ningún cargo en FIFA y UEFA, como representante de una de las grandes federaciones del mundo, al tener sentencias judiciales en su contra. “Las normas de FIFA y UEFA lo impiden”, aseguran.

Según el entorno del aspirante, la mayoría de los representantes del fútbol español están de su lado: los asambleístas, unos 100, además de un apoyo mayoritario de las territoriales y el visto bueno de LaLiga. Salvador Gomar, presidente de la Valenciana, ha dado un paso al lado, a pesar de que para algunos representaba un término medio, un dirigente que no agitara el statu quo... a la vez que proyectara cierta imagen de renovación. Y es que a medida que se va componiendo el panorama, barones que eran partidarios de un candidato de consenso, ahora prefieren mantenerse expectantes antes de dar su apoyo de una manera abierta.

En esta situación, también se apela a los asambleístas, el conjunto de 141 representantes de todos los estamentos del fútbol, entre los que se encuentran futbolistas, árbitros, entrenadores, clubes... Ellos son los que con sus avales públicos, a la hora de las candidaturas; y sus votos privados, en la elección final, deben proclamar al nuevo presidente. Hay voces que llegan a ejemplificar esa responsabilidad. Si vuelve a proclamarse un presidente que dañe la imagen del fútbol español, ellos serán “cómplices”.

Todo este espectáculo es visto con incredulidad por un precandidato como Juanma Morales, llegado desde el sector empresarial, cuyo objetivo es dar un giro de timón a la política institucional y mantener las bases que tan buenos resultados han dado en la parcela deportiva. A pesar de sus intentos de mantener contactos y presentar su programa, ha visto la enorme dificultad de lograr compromisos. Él también se ha dirigido directamente a los asambleístas en un escrito: “No es momento de decir ‘ojalá, la Federación cambie, sino de actuar para que de verdad cambie”.

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