Lapeña: “Si ganamos al Córdoba todos van a pensar que el Deportivo ya está ahí”

Adrián Lapeña (Logroño16/4/1996) vive su segunda temporada en A Coruña. El año pasado fue el jugador con más minutos en liga y esta campaña también es indiscutible, tanto con Borja Jiménez como ahora con Óscar Cano. Convencido de la importancia que tiene el “factor mental en el fútbol” ve al equipo en “su mejor momento” y da gran importancia a llegar bien situados al parón de Navidad.

Supongo que satisfechos después del claro triunfo en Fuenlabrada…

Muy contentos. Era de esos partidos que teníamos marcados en el calendario que había que sacar adelante. Lo hicimos además de una manera fabulosa. Creo que jugamos muy bien y estuvimos muy tranquilos, sabiendo que ellos iban a tener ese arreón inicial. Luego llevamos el peso y el partido se nos puso muy de cara con el 0-1 y luego la expulsión. A partir de ahí, llevamos el partido a donde nosotros queríamos.

El Fuenlabrada planteó un ataque con mucho juego directo y balón parado. Usted y Jaime estuvieron muy seguros. ¿Les hacía falta un partido así después de los errores en defensa que hubo ante la Cultural?

Sabíamos el partido que nos esperaba. Lo trabajamos durante la semana y creo que rozamos la perfección. Hay días que estás más fino y otros, menos. Los que tratamos Jaime, Pablo, Borja y yo es defender todas las acciones. Sabemos que los rivales nos van a generar pocas oportunidades y eso te exige estar muy concentrado todo el partido. Dominas y luego son momentos que a lo mejor duran diez o quince segundos y que el mínimo fallo nos puede penalizar.

Sería una satisfacción dejar la portería a cero…

Trabajo todos los días para dejar la puerta a cero. Sé que es evidente, pero si no te meten ya tienes un punto y a poco que aciertes, te has llevado el partido. Recuerdo mucho al Cholo cuando ganó LaLiga, que lo hacía 1-0, 0-1, varios 0-0… lo raro era que perdiese por más de un gol. Con la portería a cero en Fuenlabrada pusimos la primera piedra. Si lo hacemos ante el Córdoba será muy positivo porque reforzará el trabajo de todo el equipo para no encajar gol.

Las siguientes piedras las puso Quiles con sus tres goles. ¿Le regalarán otro balón de playa si repite el sábado?

Ojalá cada semana le tengamos que regalar a Quiles un balón de playa, una pelota de béisbol o un balón de rugby firmado. El otro día se desató. Yo lo veía tranquilo porque sabe que tiene gol y que esto es largo. En Fuenlabrada metió tres y se quitó esas cuerdas que a lo mejor lo estaban atando porque la gente le exigía. Tener a goleadores con alegría y desatados como Quiles es peligroso para cualquier rival y muy bueno para nosotros.

Al equipo, pese al peso de la clasificación, se le vio muy tranquilo y maduro en el Fernando Torres…

Aunque parezca tópico, de verdad que solo miramos el partido del fin de semana y no el calendario. Sabíamos de la importancia porque el Fuenlabrada era y es un rival directo. Teníamos que ganar, no pensar en qué pasaba si perdíamos o empatábamos. Ahora viene el Córdoba y no estamos mirando quién toca después. Es otro rival directo, jugamos en casa y tenemos que ganar para recortar distancias.

El Córdoba es el líder, no ha perdido fuera, el equipo más goleador… Parece que trabajo no les va a faltar.

Les he visto algunos partidos que no hemos coincidido en horario. Es un equipo alegre, le gusta tener el balón, genera ocasiones y tiene gente desequilibrante arriba. La clave va a estar en quién se quede con el balón. A ellos, como a nosotros, también les gusta y si se lo quitamos es un equipo al que le cuesta defender. Intentaremos llevar el peso del partido y que no estén cómodos en ningún momento.

Si ante el Fuenlabrada les atacaron por aire, el Córdoba lo hará por tierra. ¿Cuesta cambiar el chip defensivo?

Sabemos que les gusta tener el balón y generar ocasiones desde el fútbol combinativo, con bandas desequilibrantes y no tanto el fútbol directo. Habrá que estar muy atentos al juego de paredes y de combinación interior.

Aunque están por detrás del Córdoba, ¿le recuerda este partido algo al del año pasado ante el Racing de Santander?

Bueno, podría ser un poco. Venimos en la situación opuesta y nunca sabes si ganando el fin de semana a ellos les puede ocurrir lo que nos pasó a nosotros. Esto es un deporte físico, pero también mental; es tan o más importante. Cuando pierdes un partido de este tipo influye mentalmente, un aspecto muy importante en el devenir de una temporada. Ganar este partido nos refuerza y al resto les hace pensar que el Depor empezó la liga con dudas pero que ya está ahí. Si dominas la cabeza tienes mucho ganado en cualquier deporte y en este, más.

¿Cree que llegan a este partido en el mejor momento de la temporada?

Sí, lo creo. Venimos de cuatro jornadas que no perdimos, logramos tres victorias y el que empatamos, el de la Cultural, merecimos mucho más. Estamos siendo reconocibles, tanto en casa como fuera, donde acusas no tener el empuje de tu gente. En casa es más fácil, pero fuera… Sabemos que esto es largo, estamos muy tranquilos y generando ocasiones, ahora lo que hay que hacer es estar acertados.

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Ha incidido mucho en la importancia del aspecto mental. ¿Cuánto tiempo le llevó este verano sacarse de la cabeza el partido del Albacete?

Bastante. Me fui de vacaciones y no quise ni mirar el teléfono. Me fui lejos, a la República Dominicana, sabiendo de la diferencia horaria para ni hablar con nadie. Fue duro porque lo tuvimos en la mano dos veces y se nos escapó en el último momento. Espero no revivir algo igual. Además, está la situación del club, los altibajos de la temporada… creo que nos merecíamos el premio.

¿Esas malas experiencias refuerzan a un jugador pasado el tiempo?

Muchísimo. Trasladado al principio de temporada de este mismo año, en el que las cosas no salían, te das cuenta del año pasado. Estar primero, ver como se escapan… Te das cuentas que no vas a estar bien 38 jornadas, lo que importa es estar primero la 38. Pensar así refuerza mucho mentalmente y sirve para los compañeros que llegan nuevos, que a lo mejor piensan que esto va a ser un camino de rosas, explicarles que no es tan sencillo. Te da ese poso y tranquilidad para trabajar desde la calma. Si trabajas desde estrés y la agitación, no jugadores, cuerpo técnico o fisioterapeutas no lo van a hacer bien. Hemos asimilado esas experiencias y se las trasladamos a los compañeros y creo que se nota cuando jugamos.

Este año ha habido críticas, entre ellas a los centrales. Incluso el propio entrenador ha dicho que son débiles en los duelos. ¿Cómo se digiere eso?

El míster es muy inteligente, ni nosotros mismos nos conocemos mejor que él. Él nos lo dice a nosotros también. Nos dice que no somos un equipo hecho para defender. Pero hay algunos jugadores capaces de ganar duelos y otros de irse en el uno contra uno. Puede que en general no tengamos ese perfil de ganadores de duelos y hay que llevar los partidos a los terrenos que nos gustan. Tenemos otras aptitudes y ahí es donde nos llevamos los partidos. Somos muy técnicos e inteligentes para encontrar espacios. Eso, a veces, es más importante que ganar un duelo y el entrenador lo sabe. Muchas veces ganamos esos duelos desde la inteligencia, no desde el trabajo físico.

La pasada temporada marcó usted nada menos que cuatro goles, pero este año todavía estamos esperando un gol de un central…

Sí, cierto. Hubo situaciones, como el día del Pontevedra que acabó marcando Rubén. Soy de los que piensa que llega cuando menos te lo esperas. Lo que tenemos que hacer es estar en las posiciones que sitúa Elías, hacer los movimientos, bloqueos y luego tiene que llegar la pelota llegue libre a tu zona. No es algo que me obsesione ni entro en bucle por eso, aunque me gustaría por ayudar al equipo. Ahora no estoy siendo el receptor de la pelota, pero esto va por dinámicas. El año pasado encontré tres goles casi seguidos. Si en esta racha no te están ni cayendo los balones es porque le caen a otro.

Se espera que el sábado Riazor tenga la mejor entrada de la temporada y este año los socios ya superan los 23.500. ¿Se esperaba una respuesta así después de lo pasado la anterior campaña?

Siendo realistas, son los mejores. Como Riazor no hay nada. Ellos juegan su partido en la grada, lo ganan y nosotros lo notamos. Especialmente en partidos como el de este fin de semana. Eso, mentalmente, para el rival es duro. Lo sabemos porque cuando vamos a otro campo y aprietan tenemos que ser fuertes de mente. Sabemos que es el tercer año en esta categoría y lo que único que podemos hacer es si corremos en todos los partidos a todos los balones, este hay que correr incluso a los que llegas.

Sin duda, mirando los números del Córdoba, habrá que correr.

Es un equipo muy bien trabajado que se defiende, como nosotros, con balón. Empezaremos a ganar el partido si le quitamos el balón. Lo suelen jugar despacio y todos bien colocados para que no less transiten. Pero todos los equipos tienen debilidades, el Córdoba también. Hay que explotarlas con nuestras virtudes.

¿Qué importancia tiene llegar al parón, no voy a decir líderes como el míster, pero sí muy arriba?

Tiene importancia. Nos hemos enganchado ahí y ahora no nos podemos caer. Empezamos la temporada dubitativos y ahora hemos enganchado ese trenecito de victorias. Vienen el Córdoba y el Racing de Ferrol, que son rivales directos y acabamos en un campo difícil como Ceuta. Cuando llega el parón descansas las piernas, la cabeza… desconectas. Por eso luego empiezas a entrenar una semana antes de jugar, porque cuesta arrancar otra vez. Es muy importante marcharse con una diferencia entre uno y cuatro puntos. Soy de los que piensa que la segunda vuelta es cuando te juegas las castañas. El año pasado nos fuimos con seis puntos de ventaja al parón y se nos escapó. Tenemos esa experiencia y hay que llegar enganchados a la pelea por subir. Nos fortalecerá y hará ver a los rivales que el Deportivo, por mucho que empezarse dubitativo, no se va a caer.

A los canteranos les está costando mucho entrar o simplemente tener algún minuto. ¿Cómo los ve?

Los veo muy bien. Creo que el año pasado pensaban que era más fácil de lo que realmente es. Se han dado cuenta que no es así. El equipo ahora trabaja muy bien y le están saliendo las cosas. Cuando pasa eso es más difícil entrar, pero tienen una actitud fantástica. En cualquier momento el míster los podría meter y ellos así lo saben. Si Yeremay se hubiese relajado en los entrenamientos no hubiese hecho gol el día de la Cultural, creo que el año pasado no lo hubiese marcado. Cuando eres joven quieres jugar y si no lo haces, te enfadas y bajas el pie del acelerador. Creo que han cogido esa experiencia para no pase eso y están aprovechando la mínima oportunidad para decirle al entrenador ‘yo también soy válido’.