La sequía que no cesa
El Atleti B sigue sin ganar en casa y ha marcado un gol en cinco partidos de local. El Recre sigue sin estrenarse en el casillero de las victorias.
El Atleti B no va partido a partido, va empate a empate. Ya son tres seguidos y si en los dos anteriores la victoria se escapó en el añadido, contra el Recreativo volvió a aparecer ese equipo que en casa es incapaz de hacer goles. Uno en cinco partidos ha celebrado la parroquia rojiblanca. Y de penalti. Ni contra el colista cambió la suerte. Lo que era un fortín se ha convertido en un secarral. Y eso que los de Torres llevaron el ritmo del juego de partida, pero se fueron desinflando y los nervios apoderando de sus cabezas. Es más, Carlos Giménez evitó una nueva pérdida de puntos en el último segundo, salvando la ocasión más clara del Decano bajo palos.
Torres repetía el equipo que estuvo a punto de ganar en Ibiza, con la única variación en la portería en el regreso de Iturbe en el lugar de Gomis. El técnico también podía contar con los internacionales Kostis y Omar, pero Spina y Abde habían aprovechado la oportunidad en su ausencia y se mantuvieron en el once. Y el Atleti comenzaba hundiendo al Recreativo en su área, intentando aprovechar el espacio entre Davinchi y Beken con constantes ataques por la derecha donde caía Mollejo.
El propio delantero fue el primero en buscar portería, un disparo lejano cómodo para Rubén Gálvez. Mismo caso que en el chut de Boñar. El Atlético iba pisando área. Abde sería el siguiente en intentarlo, con un ligero desvío que bien pudo quitarle el gol. Un goteo que parecía que, en algún momento, tendría premio. El Recre achicaba balones a destajo, cada vez con más agua en su barco. Pero resistía. Con Raúl Navas, viejo conocido de Primera División, a la cabeza. Y hasta se asomó al área de Iturbe con un disparo de César Moreno justo antes del descanso. No es novedad, pero al Atleti B le cuesta un mundo marcar en casa.
El balón volvía a rodar como había comenzado. Con el Atlético atacando y el Decano defendiéndose panza arriba. Diallo probaba desde lejos. Rayane desde la frontal. Gismera con el centro. Pero el tiempo corría y las prisas empezaban a impacientar a los rojiblancos, que veían como el partido se iba rompiendo abocado al descontrol después de no haber conseguido hacer daño desde lo posicional. Y el Recre empezaba a mostrarse. Luis Alcalde obligaba a actuar a Iturbe.
Torres sacaba su arsenal y mostraba que la enfermería se iba vaciando: Diego Bri, Ale García, Omar Janneh, Jano Monserrate... Pero su pólvora también estaba mojada. Tiene motivos para la queja el Decano. El colegiado mostraba la segunda amarilla a Martín Pascual por una disputa aérea. El central rechazaba su autoría y las culpas recaían en su compañero Spina, no amonestado. Tanto el línea como el colegiado le compraban el argumento y era el argentino el que se llevaba finalmente la cartulina sin haber tenido nada que ver en la jugada. El Atleti era presa del nerviosismo. Los centros se iban al aire, cada caída de un jugador visitante se convertía en una odisea y ni en el correcalles llegaban ocasiones claras, salvo una de Niño que sacó Gálvez haciéndose grande. Incluso Carlos Giménez tuvo que repeler una ocasión visitante bajo palos en la última jornada cuando se mascaba otra tragedia in extremis. Lo que hubiese supuesto la primera victoria de un Decano que se mantiene colista, pero ha empatado cinco de sus nueve encuentros. Para los de Torres, un empate más, y ya son tres seguidos. Otro día sin marcar en casa y son cuatro de cinco. Una luz en ataque que no aparece. El Real Madrid Castilla será el próximo visitante... con la necesidad de empezar a sumar de tres en casa.
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